jueves, 10 de septiembre de 2015

Las confidencias de Tina. La culpa es de Disney

En mi novela un personaje está muy preocupado con denunciar un comportamiento bastante antisocial relativo a la relación que tienen las personas. Es como si cada vez se perdiera más la idea de lo que es el amor. Como si fuera muy raro de encontrar.


Los escritores están ahí desde que el mundo pretendió hacer historia. No hay civilización que no haya querido respetar a sus escritores, pero ser escritor significa revolucionar: significa cambiar algo.


El mundo ya tiene a sus líderes, en ocasiones se disfrazan de sabios, responsables, dirigentes..., pero en realidad son como los de siempre..., recuerdo a una compañera que decía que si los niños cada vez están más idiotizados, o pasan de los valores, es por culpa de Disney..., claro, claro..., que si la gente se droga más es por culpa de los anuncios antidroga ..., que la gente se insensibiliza por esos anuncios que se emiten para que la gente conduzca mejor... En definitiva: si recibes el consejo de que debes conducir mejor y no te gusta el consejo entonces harás exactamente lo contrario..., esa ley es de Bill Cosby y no, no es un pedagogo.

¿Es posible que del dicho al hecho haya trecho?
Que resulta que Amaral saca una canción que coloca a los políticos en el punto de mira con acusaciones inventadas, para que la gente visualice una realidad diferente..., y hay quienes los acusan de ser unos vendidos, unos aprovechados para sacar tajada.

Si el artista se chuta es un perdedor, si dice en un anuncio "No a las drogas", es un hipócrita porque luego él se toma no sé cuántas..., esa gente es crítica con el autor, pero no con la obra - esa gente no lee, no divaga entre líneas, no pretende ir a más..., prefiere la farándula, las carantoñas, el marrulleo..., todo lo que critican es justo lo que son. No van más allá del título de una canción, no leen la letra, no se paran con su música..., no analizan - son planos e inmundos, incapaces de transmitir o indagar sobre las complegidades de este mundo. 



En realidad esos son los autores aprovechados. Han sido colocados en un lugar demasiado importante y, por definición, se comportan como son: unos trolls. Ya expliqué lo que significa para mí en otra entrada la ley de Nelson, un principio que ayuda a entender cómo enfoco mi obra. Los trolls, sin embargo, tienen la oportunidad de aparecer, pero no les presto mucha atención..., los dejo casi como al margen: reconozco esas intromisiones, pero luego las ninguneo por machistas, absurdas, tumulto...


Mientras tanto, sigue habiendo una Gran Guerra, donde la información es lo más importante. La cultura es lo que podría recolocar a los responsables en su sitio; sin embargo, ¿qué es lo que provoca que no fluya las noticias adecuadas y los análisis correctos? La existencia de personas que NO TIENEN NI PAJOLERA IDEA en los propios medios de comunicación.

Gente a la que pagan para hacer una crítica y se la pasan por el mondongo. Ni han leído una línea. Ni han escuchado una nota. Si les hiciéramos una pregunta básica, ni pajolera idea. Y hablo de periodistas. 



Lo que pasa es que es más fácil juzgar por las tapas que por el contenido de la obra. Mucho más fácil. Es así como piensan los trolls: necesito una víctima, iré contra éste artista, no pasa nada..., yo estoy inmune a las críticas. El artista puede que sufra un porcentaje de pérdidas, lo cual podría provocar que no puedan publicar su siguiente trabajo..., pero yo seguiré donde estoy porque el mundo es así de absurdo y no rindo cuentas ante nadie por las tonterías que escribo y que repercuten.

Ese es el mundo donde vivimos. Y cada vez se ven más publicaciones así.



Nos venden la historia fácil. No se paran a indagar si realmente hay algo detrás. Como cuando mataron a un músico; los periodistas le preguntaron a quienes lo mataron (a los guardias civiles), pero tuvo que salir la esposa para desmentir todas las conjeturas que eran necesarias para justificar que un agente disparara a matar a un hombre supuestamente armado con un cuchillo. Los periodistas no contrastaron, se quedaron con una historia - sólo una. No indagaron y provocaron un aumento del conflicto.


Nos cuentan historias que no son creíbles, no encajan con una cocina básica. Y luego no se enmiendan, no nos dicen qué pasó con ese guardia civil que mató a un posible inocente, no nos terminan la historia..., y nos dejan ese sabor de boca de que no nos saben contar las cosas porque todo está a medias. Las historias no consiguen terminar de amoldarse a lo que escuchamos. Nos incomodan. No empatizan con nosotros y, para resolverlo, incluyen parches que en realidad en vez de justificar lo injustificable, dificultan aún más las cosas con ese cinismo que les caracteriza a los de la casta de los que tienen la hegemonía de los medios de comunicación.


Entonces es muy fácil mover hilos, hablar con la gente, decirles qué es lo que no encaja..., y ellos se plantean dónde está la credibilidad. No es difícil - sólo hay que darse cuenta de que las historias tienen que tener un principio, un propósito y un resultado.

Cuando son los propios medios de comunicación los que nos traen a sus propios trolls: como las feminazis disfrazadas de feministas, los quemaiglesias disfrazados de laicos, los fascistas disfrazados de neoconservadores, los antisemitas disfrazados de antisionistas, etc..., nos damos cuenta de que el problema es que no se tiene intención de indagar porque una ya está muy cómodo en su escaño particular. Tiene su trabajo, y puede escudarse en que lo que ofrece es una opinión

A mi juicio, cuando una opinión es difamatoria con respecto al trabajo ajeno YA no es una opinión, es una crítica. Y las críticas ya están estandarizadas de una manera bastante bien pensada: título de la crítica, resumen, análisis y contexto. Añádese si se quiere un esquema de lo que se critica pero, en definitiva, quien nos da sólo el título de la crítica es porque supuestamente tiene un análisis en el cajón. 



Un mal análisis nos trae un mal título para la crítica. Un periodista que quiere dárselas de ser un buen crítico, que quiera echarle la culpa de los problemas que hay en la sociedad a los autores, a los artistas..., necesita haber hecho previamente un buen análisis, haber contextualizado la obra, ser capaz de resumirla..., si no, su titular será una auténtica mierda, si no, una trolada.

Pero esas criaturas mantendrán su puesto mientras hay cientos y cientos de periodistas que se MATAN por conseguir ese puesto de trabajo que algunas personas desprecian no dedicándole ni cinco minutos para corroborar alguna estúpida teoría que se les haya pasado por la cabeza.

Vamos, que si hay violencia en los institutos, la culpa no la tienen los directores del centro, noooo. Vamos a echarle la culpa a los padres, a los medios, a esas noticias tan violentas que se ven..., ¿y qué pasa con el profesional que supuestamente se dedica a eso justamente? ¿No es justo el director de un centro el primer y único responsable de la aplicación de las normas de convivencia?

Pero claro, ¿se van a expulsar a alumnos que se pasan de violentos? ¡Qué crueldad! En mi libro ya hubo un apartado para esos temas: el concepto del apercibimiento y el mensaje que hay detrás del discurso entre quien aperdibe y el apercibido ¿Por qué no podemos apercibir a los malos críticos? A esos que fingen que hacen su trabajo, que trolean para justificar algún tipo de plan de dominación reptiliana iluminati de control político difamatorio...

¿Por qué se mantiene en nómina a quienes SABEMOS que no hacen su trabajo por muy simple que sea?

Mi obra habla del deseo de que el amor vuelva a las personas y que se normalice todo. Que cuando la gente vea un absurdo, su sentido común le haga entender que ese tipo de reglas son justo las que suenan a broma, las que no se cumplen. Que no tengamos que explicar porqué esto es amor y porqué esto es odio, la diferencia no está tan a flor de piel como mucha gente nos intenta convencer.

La peor de las dominaciones es la que somete a quien no tiene medios ni para saber que debe defenderse.









Un saludo y no olviden comentar. No quiero sentar dogmas.


La magia en mi novela

Quisiera hacer una llamada de atención a los que vayan a leer mi novela: por un lado no se utiliza una visión tan genérica de la Magia como la que se lleva a cabo en parapsicología (porque selecciono y mezclo conceptos de una manera caprichosa, pero coherente) y, por el otro, no me valgo de una frivolidad tan absoluta como las excelentes novelas de Harry Potter y que no sé si nunca terminaré de leer ninguna porque la idea de la varita y la palabrita no va conmigo...


Para entender la magia en mi obra se puede concebir como algo que se ubica entre la demencia y la realidad. En el punto medio donde no hay nadie que pueda asegurar que ha sido o no testigo de algo así es en donde se ubica lo desconocido, lo mágico, lo conjurable...

Me decía Solux, el ilustrador que escogí expresamente para mi libro (porque conocía previamente parte de su trabajo) que el capítulo más oscuro e indescifrable era justo el que se producía en el interior de la pirámide..., que no era fácil de seguir la trama. No era de extrañar: es ahí donde se afronta el misterio cara a cara, donde se confrontan las entidades mágicas más poderosas en un cúmulo desesperado por intentar evitar un cambio en el regitro de Thot.

¿A que mola lo que me bajo de Internet?
En realidad Thot es uno de esos dioses que no menciono en toda mi obra..., mi obra a penas tiene unas 600 páginas, ¿cómo condensar en ellas todos y cada uno de los que han repercutido en una historia por muy corta que fuera en días? Me preocupo tanto por las relaciones de cada uno de los personajes que me resulta imposible ir incluyendo y describiendo todos los que repercuten de una manera u otra.

Por eso, entre tantas luces y explicaciones, también hay figuras espectrales, demenciales, ocultas..., pero que repercuten en la lógica de todo el sistema, aunque no le demos forma. 


El álgebra por el que se rige la realidad no tiene porqué generar trabajo

La ciencia ha conseguido encontrar un lugar para las cosas que no se rigen por su modelo racional más directo. En ocasiones, la energía que no trabaja también repercute, y buscamos modelos más ondulatorios que puedan abarcar parte de los resultados. En mi novela a esos modelos los llamo ebanis.

¿Qué tendrá que ver esto con el Libro de Thot?

Sin llegar a hacer spoils, pues para eso están los comentarios (previo aviso escribiendo SPOIL), cada vez que se lee la palabra conjuro, magia, etc..., se usa la palabra ebani. Es un término clave que utilizo para que todo encaje mejor. 

Para entender, por tanto, lo que significa la Magia en mi novela antes se debe entender cómo son los distintos ebanis.


Y cómo son interpretados desde abajo, por nosotros...


Cuando en el mundo de la parapsicología, la magia y los ebanis no tienen porqué estar vinculados, en mi novela se vinculan y, de hecho, lo entremezclo con lo que se menciona como canalizaciones. Cuando en la parte amarilla uno de los protagonistas se compromete en resolver un conflicto, éste dice que lo hará, pero sin usar las canalizaciones..., ¿a qué se refiere? 

Eso se produce porque él es temeroso de la magia y sus consecuencias: la magia provoca que un mundo entero cambie o pague por el acto en sí. Es decir, si decimos que existe un limbo entre lo coherente y lo deformable, es ahí donde ubico los hilillos de la incoherencia, para marcar los cambios que pueden provocar una deformación en las leyes conocidas.


Se va haciendo registro de cómo se invoca a los ebanis, que no son sino mundos ansiados por existir y, para ello, los vivos canalizan su presencia en forma de poder mágico. Es como traer una incongruencia a tu cuerpo para obtener alguna ventaja en este mundo. Pero claro, ¿quién se cree que es capaz de tener un registro más completo que el de propio Thot? ¿Quién se cree lo suficientemente buen alquimista como para albergar las transformaciones prohibidas por la ley natural y entender sus canalizaciones hacia otras estructuras sin perder algo importante por el camino?


Es esa partida contra la que juegan los hijos de Nut contra Thot. Una historia que bien pudiera haber sido reflejada en el libro de Thot, si no fuera porque ese libro oficialmente no existe, claro.

En mi libro, los hijos de Nut serían los papis de las galaxias - cuando leyó esta parte Solux me preguntó que si seguro que quería ponerlo así. Cuando una persona te pregunta que si está uno seguro de hacer las cosas como las hace como las ha hecho, quizá es buena idea recapacitar, pero en esta ocasión la expresión no era del narrador, sino de Lucía, así que me libro.

Van a decir que tengo obsesión con este actor, 
pero la verdad es que necesitaba una imagen de la novela de Orson Scott Card.
Los papis esos son los científicos que en mi novela se preocupan por el bienestar del universo y, al mismo tiempo, se valen de toda su tecnología para intentar averiguar cosas de trascendencia: como lo que consideramos misterioso. Desde nuestro punto de vista, podríamos decir que están más obsesionados con los programas de Iker Jiménez que con las tonterías de edad de piedra que se hace en la NASA. Otra cosa es que esos personajes se preocupen de que no destruyamos el planeta y tal..., pero también es cierto que esas cosas también suelen denunciarse en ese tipo de programas, así que ya podemos tener una imagen de qué tipo de programación de televisión suelen tener esos figurines.

El caso es que me lo estoy pensando, ¿por qué no llamarlos los hijos de Nut? Porque luego tendría que explicar que Nut es el cielo y el libro sería más largo ¿Por qué no llamarlos anunakis? Porque es  sería annunakis, lo primero sería hijos del cielo agua, lo segundo no... (en realidad todo anunnak, o anunak, es hijo del cielo, pero su nombre indica una naturaleza diferente).

Total, que los llamé así. Dicho por adolescentes suena lógico.


El lado misterioso de la magia no está en los nombres, está en cómo interpretamos la silueta que deja las partes coherentes de la historia ante la poca luz que se refleja en los retrazos de nuestro entendimiento. Esas partes coherentes vienen exigiendo el desear vivir y existir y se aferran a nuestro mundo.

El capítulo al que hago referencia busca seleccionar quién es la especie más adecuada para salvar el universo y, en ocasiones, no nos damos cuenta del valor que tiene nuestro alcantarillado.










Si tenéis algún comentario sobre
 el libro de los muertos, de Thot y cosas de esas,
no olvidéis comentar.



martes, 8 de septiembre de 2015

El genio embrutecido.

Volviendo a mi obra: qué pasa cuando se junta genialidad, magia y tecnología... 
Me encanta la siguiente imagen:



Se trata del genio embrutecido, lo que pasaría si un sujeto albergara tantos conocimientos tan enriquecidos..., poco importará qué es lo que entendamos por inteligencia, porque la idea de sabiduría que queramos atribuirle a un ser humano estará subyugado a la idea de cómo actúa. Y claro, ¿qué clase de actos se esconden en quien alberga las experiencias más diversas que jamás ni un ser humano pudiera imaginar?  Ese es Gustavo, el personaje de mi obra.

Se trata del guerrero perfecto: actúa en toda su complejidad como debe. Se apasiona sin pensar en el objetivo marcado - se vuelve un mártir.



La sociedad del futuro no cesará en su empeño de utilizar a los soldados que le resulte más óptimos: ha encontrado a su mesias, su guerrero soñado, su arma definitiva..., lo utilizará para sus propósitos aunque sea dañino para el niño.


En un mundo donde los espíritus moran las esquinas, la protagonista se preguntará cómo es posible que siempre estuvieran allí y nunca se percató de ello. Entonces insistentemente le volverá a surgir un nombre, el de Gustavo: para él todo eso es natural, es su mundo, el mundo de los espectros y de las sombras. A Lucía siempre le apasionó ese mundo, pero no porque fuera real. Siendo ahora real, la cosa es diferente, debería darle miedo, pero por alguna extraña razón quiere más y más..., se ha enamorado de aquello en lo que se está convirtiendo - en lo que le está ayudando a ser su nuevo amigo.



Pero adentrarse en la oscuridad conlleva peligros que deberá asumir. Sin saberlo, los dos se van adentrando en un concepto que siempre estuvo allí: el amor no es más que una bonita manera de interpretar el respeto que se tiene hacia algo; es por ello que alimentan una relación que, poco a poco, se va complementando. La pasión de Lucía y los traumas de Gustavo, la pareja perfecta.

Tendrán por objeto viajar, si fuera necesario, a través del tiempo para hacer que el mundo no sea como es - ¿se atreverán a doblegar la voluntad del universo y asumir los posibles errores en la lógica tetradimensional? 


Eso es lo que significa ser prudente, significa amar el futuro, se trata de respetar la realidad mientras se doblega a la interpretación más hermosa posible. Pero el mundo de las sombras no se atiene a las reglas del trabajo, la segunda ley de la termodinámica: la luz calurosa viaja por los arbores del espacio y el tiempo para avivar la llama donde se ubica el verdadero candor de las voluntades de los vivos.

Es por ello que los vivos que se ubican en otras esferas más tranquilas tienen miedo que las nuestras puedan provocar una explosión de..., ¿amor? Aquellos a los que llamamos las divinidades tienen miedo de que no controlemos, y es por ello que en mi novela nos aislan..., pero eso mismo hacen los nuestros en los templos: es como una guerra entre oradores y dioses, cada uno con su cárcel particular. 


Mientras tanto algunos ejercen de héroes invisibles para ser objeto de pruebas de hasta cuánto son capaces de aguantar por su dureza inherente y sobrenatural.

Cuando tenemos a un genio que vivió traumas diversos, que ha luchado por la trascendencia de su obra, por infundir una escuela,..., cuando tenemos a un genio que no quiso aceptar las reglas y que buscaba poner al límite las posibilidades sin importar las consecuencias, cuando se ve el mundo con una perspectiva diferente y se colorea con otras formas, cuando se sabe cuáles son las fórmulas que moldean la hermosura misma, cuando la ética se puede dibujar y se tiene a quien es capaz de hacerlo..., yo digo que tenemos a un genio embrutecido.

Embrutecido por culpa de haber deseado otra clase de vida para él mismo y para todos y todas. Embrutecido por su experiencia, incapaz de querer terminar lo que no será util más allá de para la experiencia de lo que supone brindarle al mundo entero qué es lo que se entiende por la excelencia y, por encima de todo, aceptar el hecho de que el que corre camino hacia la perfección emprende un viaje cuyo primer paso determina que el último no podrá ser alcanzado, así como el primero.


No olvidéis comentar. Me gustaría que entre todos podamos desarrollar mis personajes.



La ley de Nelson. Cinismo y violencia doméstica.

Se me ha ocurrido buscar en Internet a ver si existía esta ley, porque tenía ganas de inventarme una ley nueva. Y me encuentro esta imagen.


Me va a perdonar el autor de esa imagen, porque quería rebautizar la ley de Nelson de otra manera. Para mí la ley de Nelson no es una extensión a la ley de Murphy: el que se ríe de algo acabará de esa manera. Quisiera fijarme en Nelson de la serie de los Simpsons en otra cosa que me parece más relevante: este chico siempre va con chaleco.

La ley de Nelson que me acabo de inventar para los objetivos de explicar un concepto de mi libro y sacar a relucir un aspecto muy importante de nuestra sociedad es: en ocasiones nos conformamos con cubrirnos el pecho porque no nos da frío los brazos. Es un concepto muy importante y que, a mi juicio ha marcado la razón del mayor número de muertes que ha sufrido la raza humana.

¿Qué tendrá que ver Sodoma y Gomorra con esta entrada?






















La ley de Nelson, lo que en realidad nos dice es que aunque la ropa más adecuada no sea un chaleco, Nelson, por ser un dibujo animado, siempre llevará la misma ropa. Ahora bien, en realidad la razón es otra: el propio Nelson no puede deshacerse de ese chaleco, porque adquirir otro nuevo le es más costoso que tener que asumir el clima que deba soportar. 

Debemos comprender que el marketing se fundamenta en esa ley de Nelson: deben conseguir convencer a la gente que debe comprar sus productos, deben superar al Nelson que no quiere consumir. Las campañas de publicidad deben atrapar a ese sujeto reconvirtíendolo en un aliado.


También ocurre en el mundo laboral: la ley de Nelson es beneficiosa para que la gente trabaje y no piense. Para que no se quiera cambiar de estado. Confórmate con esta chaqueta, no te muevas; no creas que vas a conseguir encontrar otra ¿Hace frío en los brazos? Te cubro el pecho, alégrate por ello.



La ley de Nelson es lo que nos vuelve conservadores: en unos aspectos nos toca sufrir, y en otros aspectos nos sentimos arropados. Y entonces se piensa que eso es ley de vida. Pero se nos olvida una cosa: esa manera de pensar en realidad es lo que significa ser cínico y genera una violencia estructural.

En un capítulo de mi libro menciono la existencia de un reino dentro de un juego de ordenador, donde algunas criaturas creen que deben ser sometidas al mandato de otras. Como es un juego de ordenador, todo es simulado, sin embargo existe conexiones con un mundo lo suficientemente diverso como para sospechar que hay algo de vida detrás de esos ceros y unos...

Recuerdo con tristeza el episodio que tuve que sufrir en la universidad: cuando un profesor se me acercó y me reclamó que cuando me agredieran físicamente sus compañeros los profesores, que no gritara, porque la facultad de informática era un lugar de trabajo. Esa idea cínica de lo que entiende por trabajar es justo lo que podemos entender que conlleva a una violencia doméstica, laboral o estructural... Es decir, se acepta la violencia como algo que va a volver a suceder y se espera de la víctima que sea ella la que coopere en no ser una auténtica molestia.


El cinismo y la ley de Nelson supone el abandono del cambio que proponía Nietzsche a través de la transformación del ser humano en león. La ley de Nelson prefiere volver a como se estaba antes, y el cinismo da motivos para dar la vuelta.

Esto quiere decir, a modo de ejemplo, que cuando el machista no es cínico, pues su pensamiento es inercial; en realidad se hace cómplice de los pensamientos cínicos de un misógino. Por tanto, el que irrumpe con la regla general sobrepasa la complicidad para ser un miembro activo de los deseos de ir hacia atrás y contaminar las cosas porque le gusta ir con su chaqueta y no quiere cambiarla por nada.


En mi libro veremos a niños del futuro visitando un mundo feudal para ocupar los roles que consideren oportuno. Entonces se enfrentarán contra pensamientos de sometimiento, de aceptación, ante una sociedad que es completamente opuesta - que incluso afecta a distintas especies que están involucradas en el mundo de la magia. No me gusta presentar cosas baladíes. Por ello al final la mejor manera de comprobar si somos o no cómplices de una sociedad estructurada en una violencia continuada, lo mejor es mirarlos desde fuera: como si fuera un simulador. 


Lo que a mí se me ocurre llamar ley de Nelson en realidad es como la ley del sofá, de la horizontalidad, del hoy no - mañana, etc..., pero también es una ley positiva, porque reinventada podría usarse para prevenirse del hiperconsumismo o incluso del conformismo uniformado...

Esta fotografía nos muestra cómo un hombre puede dejar con el culo al aire a una brigada entera.

La ley de Nelson significa que no es cierto que todos lo necesitemos todo, que no nos den la tabarra con cosas que no son tan importantes. Pero hay que prevenirse con las feminazis, por ejemplo, pues todas y cada una de ellas hoy día se acoplan a la ley de Nelson: mientras puedan acomodarse sus pechos, que les den a la igualdad del resto de los hombres. Las feminazis que, con todo su cinismo, intentan contaminar a la sociedad haciéndose llamar feministas, se rigen por la ley de Nelson: les importa una auténtica mierda los Derechos Humanos de los hombres, literalmente. 

Es el mismo principio que se está dando contra los judíos y el creciente antisemitismo que está apareciendo hoy día. Porque existe un principio en psicología que es la base de la ley de Nelson: la sugestión. Porque si no hubiera sugestión no existiría una filosofía discriminatoria. 

El misógino que irrumpe para crear machismo necesita estar sugestionado con la conspiración del sexo opuesto. De la misma manera, el profesor que me reclamó que cuando fuera agredido no rompiera el ambiente de trabajo, necesitaba ser sugestionado con la idea de que lo único que rompe el ambiente de trabajo es el ruido de la víctima que es agredida. Asímismo, la feminazi que insiste en que todos los hombres son peligrosos, necesita haberse contruido esa idea exclusivamente mediante la sugestión.

Idea de sugestión: "Vienen a quitarnos el trabajo, ¿y eso quién lo paga?"
Voy a ser más gráfico con la sugestión y la alimentación de la ley de Nelson en los retrógrados: Cada vez que un hombre se enriquece a costa de los demás acaba en el punto de mira, pero algunos, además, si es judío, lo asocian a sus genes.

¿Hace falta ver qué es lo que se montó en la Segunda Guerra Mundial? ¿Y los procesos de pacificación en Palestina? Ahora voy a decir algo aparentemente contradictorio: ¿no es cierto que el sionismo nace de fomentar unos valores vacíos que entran en contradicción con la vida de los semitas? Al final estos conflictos es un cúmulo de gente que odia a gente..., y de eso también va mi obra - aunque lo enfoco en el enfrentamiento existente entre los colonizadores extraterrestres y los antiguos terrestres. Sin contar con otros tres grandes grupos que también entran en conflicto.

Pero claro, como es una historia de amor, al final el amor siempre triunfa: ya sea en tragedia o con final feliz, pero siempre triunfa.


En definitiva, la ley de Nelson nos dice que hay personas que se conforman con ahorrar y tener para sí, se vuelven egoístas con las pocas acciones que llevan a cabo, no pretenden vestirse de una ética completa porque se quejan de que no les afecta, de que no es importante para ellos..., es como el tonto que esconde un tesoro en un lugar oculto, en vez de invertir, gastarlo en un valor a largo plazo aun a riesgo de perderlo..., dirá que lo hace porque piensa en su jubilación: eso es como decir que vive en la más absoluta soledad y que la sociedad es imposible que sepa gestionar el dinero.

Cuando un niño nace en el vientre de una madre que tiene hambre, el niño crece con tendencia a la gordura. Es ley de vida: la vida reserva ante la escasez, lo que no podemos hacer es ser víctimas de la sugestión.



Ser solidario puede significar reconocer al que tienes al lado y cuál es tu papel en el conflicto, cuando uno se queda en el sofá empieza a ser egoísta, vago..., pero el carácter retrógrado es por parte del que llena de negatividad cualquier acto que busca aplicar la ética, o la ley, para buscar la manera de aplicar los Derechos más fundamentales para todos, aunque nos cueste, aunque sea un reto..., o simplemente porque es un reto hacerlo. 

La ley de Nelson nos advierte que los hay que contaminan y se las dan de buenas personas.

Se trata de reconocernos como lo que somos y pretendemos que sean los nuestros y no como lo que jamás admitiríamos que es en lo que nos hemos convertido.




Ya vale hasta aquí, no olvidéis comentar.