sábado, 3 de diciembre de 2016

El deber de Vigilancia de la Caverna

Existe un Principio universal a la hora de impartir Justicia:
aquel que hubiera tenido capacidad de maniobrar
a la hora de evitar el conflicto asume la responsabilidad.
Imaginen cómo sería un mundo 
sin el deber de Vigilancia


¿Por qué fue Platón a la cárcel? No lo sé, pero me dio por empezar así este texto, y no soy de los que se documentan para complementar. Dicho esto, en el libro Luces y Espectros aparecen referencias a la caverna de Platón, como ya comenté en otros apartados. Las personas que se someten al modelo marcado por la sociedad suelen conseguir el éxito, lo cual es signo de inteligencia. Sin embargo, si no queremos que el éxito esté ligado con la mezquindad, entonces deberíamos de tener bastante claro cuáles son nuestros valores, nuestros ídolos. Es decir, los pilares básicos de una buena democracia podrían ser la Igualdad, la Libertad y la Meritocracia, en oposición al corporativismo, o hermandad, así como otras formas de justificación mafiosa que obedecen a evitar que los mejores sean los que influyan en la sociedad.

Dicho esto, y siempre evitando en lo posible a sofistas tóxicos, y otros ilustres, que consideraban que los nativos americanos no estaban a la altura de las personas (cosas del ilustre Voltaire), creo que estamos preparados para hablar del tema que nos toca: hoy vamos a hablar del Deber de Vigilancia.


Primeramente, como informático que soy lo que me llama más la atención en asuntos sociales es de qué manera se pueden convertir en fórmula para automatizar sus posibles soluciones. La planificación, siempre y cuando no sea desmesurada, puede ser signo de evolución democrática porque, en la medida de que sean las fórmulas las que establezcan los criterios y el orden, la posibilidad de corrupción tiende a cero. Éste, sin ir más lejos, es el papel que desempeña los llamados Decentralized Autonomous Organization  (DAO, Organización de descentralización autónoma - según la traducción de mi pellejo).

Los DAO es el futuro. Aún vemos por TV cómo hay economistas a los que no les convence los llamados smart contracts. Sin embargo el Feudalismo lo dejamos años atrás, junto con los escribas y los documentos ilegibles. Para entender en qué consiste todo esto, simplemente hay que decir que igual que hay modelos de participación democrática donde desaparece la figura del representante (modelo asambleario),  también tenemos modelos de consentimiento mutuo sin necesidad de un Gran Hermano que los garantice.

Cuando se dispone de organizaciones descentralizadas nos surge el llamado problema de los generales bizantinos, que consiste en determinar cómo coordinar las distintas partes del organigrama para que funcionen como si el ejército fuera Uno.

Pues bien señores, aunque muchos economistas os digan lo contrario: Bienvenidos al siglo XXI; tales problemas YA están resueltos y lo que resta es el tiempo para que empiecen a ser implementados.

Pero volvamos a la caverna...


¿Qué es el Deber de Vigilancia según las directivas europeas? El deber de vigilancia es lo que diferencia al hombre de la máquina. La cuestión más importante aquí es: ¿para qué necesitamos que haya un experto que se dedique a ocupar asuntos de poder cuando en realidad tales asuntos podrían automatizarse mediante meras fórmulas? No quiero poner demasiadas cosas juntas, así que vayamos por partes.

El Deber de Vigilancia consiste en la responsabilidad añadida que tiene el que tiene la obligación social de evitar conflictos debido a alguna clase de privilegio que disfruta. Así podemos entender que el policía, cuyo testimonio es privilegiado, tiene un deber de vigilancia de que las pruebas que aporte sean fiables y confiables. El periodista, al que damos el privilegio de transmitir datos exactos, tiene el deber de vigilancia de haberlos constatado y tenerlos de primera mano o citar las fuentes. El conductor de un vehículo, que ha superado las pruebas de conducción, tiene el deber de vigilar los cambios de las normativas, así como de adaptarse a las circunstancias de los peatones.

De la misma manera que un avión tiene que cederle el paso a un globo aerostático, o que un hermano mayor se tiene que responsabilizar del hermano pequeño o que el civilizado debe ser condescendiente con el salvaje... Si el mundo no reconociera el deber de vigilancia entonces: ¿para qué un poder ejecutivo, por ejemplo? ¿Qué interés supone poner a una persona que no es consciente de lo que hace o que no adquiere una responsabilidad de sus actos por encima del resto de los individuos? ¿Tendría sentido reconocer esa clase de Privilegios? Bien podría ocupar ese puesto cualquier hijo de vecina, puesto que la diferencia de responsabilidades sería nula. Y claro..., si cualquiera valiera, entonces ¿para qué pagar más que dos perras chicas por ningún puesto de responsabilidad?

Y es que no vale jugar a dos bandas: o eres responsable y, de ahí, que se te exijan responsabilidades por tu trabajo, o no lo eres y, por tanto, eres fácilmente sustituible.


En la novela Luces y Espectros me preocupo de cuestionar esas figuras que vemos e interpretamos y que en este blog me ha dado por llamar arcontes. Los espectros son trazas de nuestra civilización que utilizan a las personas como si fuéramos sus títeres. Ellos nos gobiernan porque se lo permitimos. Pero en realidad no existen, están en nuestra imaginación. Sin ir más lejos, las cospiraciones de Luces y Espectros están enmarcadas por personajes a los que suponemos responsables de los actos, pero sin mayores pruebas que nuestra interpretación de la obra. Y claro, no voy a ser yo, aun siendo el autor, quien tenga la mejor interpretación. Me he preocupado de que la novela adquiera casi vida propia al respecto.

Cuando vemos a Hansel negociar con Bitcoins con un empresario por darle consejos tecnológicos, en realidad lo que vemos es una manera que tienen los smart contracts de evolucionar cuando la informática esté a la altura a través de lenguajes introspectivos: entonces será más que nunca cuando nos demos cuenta de porqué en la Ley de Protección de Datos uno de los pilares más fundamentales para la protección del honor es que el Responsable de Fichero debe Vigilar que los datos sean veraces y que se mantenga el deber de secreto, lo cual siempre contradice a la presunción de inocencia - como se viene aplicando desde siempre bajo jurisprudencia. De lo contrario, ¿para qué un Responsable de Fichero?












Suficiente hasta aquí
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tampoco quiero que sea
lo que yo diga y punto













miércoles, 30 de noviembre de 2016

El duende de las cavernas






El duende de las cavernas
ha venido para verme
de risas dulces, eternas...
reir para entretenerme.

Mas por su grata función
sufre, pues por ofrecerme
por mostrar su corazón
dentro logra deshacerme.

Pues sabe que en soledad
nadie consigue entenderme
me arropa con su beldad
quiere mis almas coserme.

Tanto vale la pasión
como apasiona el valerme
ellos pierden la ocasión
dicen que "muy útiles serme".





Maldita pasión decorosa
que me has invadido por dentro.
Has saltado tú, bochornosa
traicionado fuera tu centro.






Creo que a partir de ahora voy a dejar de mirar hacia fuera.
Porque los baluartes que hay no tienen los listones altos.
Me ha faltado ser un poco más astuto y un poco más torpe.
Algún día hablaré sobre la conveniencia de la torpeza...

lunes, 28 de noviembre de 2016

Comiendo Besugos 5



Cada vez veo menos la tele.
Ya ni aguanto los vídeos de Youtube,
me da por cortarlos cuando veo
tanto... dogma.



A estas horas de la noche todas las familias toman alguna clase de besugo para cenar, mientras ven la tele...

Presentador:  Y...., ante ustedes: el famoso escritor del Best Seller "Yo, yo y yo". (aplausos) ¡Muy buenas noches! Bienvenido a "Una picha en la oscuridad".

Autobombo: Muy buenas, es un auténtico placer estar en tu programa.

Presentador: Y para entrevistarle hemos traído a los siguientes periodistas (van acercándose a los sillones): ¡Juanita Pita, Mariantonio Conio y Enriqueta Deta!

(Periodistas): Muy buenas.

Autobombo: Ya veo que me va a entrevistar la señora Pita.

Juanita Pita: ¿Algún problema conque te haga preguntas?

Presentador: Aquí nadie ha dicho que algún periodista no pueda venir a preguntar.

Autobombo: Pues va a tener espectáculo.

Presentador: Bueno, que empiece Juanita Pita.

Juanita Pita: ¡¡Uoooy sí, ya empiezo!! A ver, yo me he leído tu libro que, la verdad es que es bastante machirulo, pero lo que quiero preguntarte es qué opinas sobre el negacionismo de la violencia machista.

Autobombo: Mi libro no va sobre eso, habla de mí y de lo grande que es mi...

Presentador: Sí bueno, el ego..., pero no hagamos spoils.

Autobombo: Si da igual que cuente el final, al final lo acabaréis por comprar...

Juanita Pita: No te desvíes. Me refiero a los que insisten que el machismo no mata: ¡mira los datos que traigo! Un montón de tíos que pegan a un montón de mujeres ¡Esto es por el patriarcado!

Autobombo: Si el patriarcado fuera tan asesino también morirían hombres por motivo de género, y tú no serías tan zorra.

Juanita Pita: ¡Uoooorrr! ¡Cómo me has llamado!

Presentador: Oye no, difamaciones e injurias las que estén aceptadas dentro de nuestro modelo chovinista. Las que no se notan.

Autobombo: Lo que le pasa a ésta es que odia a los hombres.

Juanita Pita: ¡Eres un ignorante! Las mujeres no tenemos voluntad para odiar a los hombres porque somos víctimas del patriarcado.

Autobombo: ¡Pues chupam...!

Presentador: ¡Momentos para una pausa publicitaria!

(Pausa para anuncios de laxantes y mucha pornografía para vender bolígrafos)

Presentador: Ya hemos vuelto de publicidad y hemos acordado amordazar al invitado. Así que continuamos la entrevista con Mariantonio Conio.

Mariantonio Conio: Muchas gracias. Primeramente decir que no sé si soy hombre o mujer, porque con este nombre no me aclaro mucho. Pero mi pregunta va sobre el papel que desempeña la mujer que no es mujer en tu libro.

Presentador: Como vemos que no puede hablar ya lo hago yo por él. Su libro va de él, y solo de él, así que a las mujeres que les den, yo creo que es porque no se come un rosco.

Juanita Pita: ¿Así que es por eso que nos odias a todas? ¿Porque eres marica?

Presentador: No, venga, no le digas eso a nuestro invitado. Y no te metas con los maricas, que ellos no han escrito libros machistas asesinos.

Mariantonio Conio: ¿Cómo dices que el patriarcado no desea la eliminación de las mujeres? ¿No has visto lo que le hacen a las mujeres en Sierra Leona?

Juanita Pita: ¡Qué ahora callas ehhh! ¡Sierra Leona! Como dicen las Octopussies, los hombres mejor muertos.

Enriqueta Deta: ¡Oyeee! ¿Y a mí cuando me tocaaa?

Presentador: Bueno haz alguna pregunta...

Enriqueta Deta: ¡Noo! Que digo que me toque..., toca a Deta, toca a Deta... ¡Este invitado me pone!

(Ovación del público)

Presentador: Por favor, ¡ahora no te desnudes!

(Música, griteríos del público..., anuncios de bolígrafos. Y Autobombo intentando escapar)

Juanita Pita: ¡Pero será machista! Veis cómo no se deja..., Enriqueta lo hace por placer no por maldad ¡¡Salido!! Que eres un salido y te piensas cosas raras...





Bueno, si queréis comentar 
mis textos
no dudéis







domingo, 27 de noviembre de 2016

Ayudar a despertar el Ramanujan que hay en los niños

Creo que esta entrada va a ser
otra de esas donde me aventuro
por la teoría de la mente
y, concretamente, cómo hacer que los niños se formen
hacia la teoría de números


En el día de hoy acabo de hacer un avance de lo más peculiar dentro de la teoría de números. La principal razón de porqué ocurre es porque, tras años y años intentando demostrar un quiste matemático que me atormentaba, a mi juicio, al final me lo conseguí sacar - aunque aún me lo tienen que confirmar.

El asunto es que, mientras me lo confirman, el hueco que estaba liado por ese enunciado se acabó por desliar para, al fin, hacer brotar maravillas mucho más tangibles, espectaculares y televisivas. Pero hay que ser pacientes. Además, esta entrada la quería dedicar para explicar cómo ayudar a despertar este tipo de vocación.

Pero antes de nada, ¿qué es la teoría de números y cómo podría repercutir en el futuro de nuestra sociedad? 


La teoría de números es el artificio de encontrar la relación trascendente de todas las cosas a partir de la manera que tienen de reflejarse a sí mismas a través de su comportamiento. Es decir, cuando vemos que en un videojuego el malo repite un patrón, en realidad lo que estamos haciendo es adivinar qué operaciones anulan su imprevisibilidad. Le estamos dotando al jugador, gracias a su visión abstracta de la realidad, una capacidad para predecir comportamientos que se repiten de manera supuestamente exacta.


Para ello diremos que hemos encontrado un grupo: una operación que aplicada a partir del elemento de un conjunto, observamos que el elemento resultante sigue encontrándose dentro del grupo. Como si acabáramos de descubrir un principio rector que identifica un comportamiento exclusivo del mundo que nos rodea.

Intentando ser lo más ortodoxo con las definiciones, antes de que empiece a añadir cosas, también diré que la teoría de números es la base y el eje rotor más fundamental del álgebra y, por tanto, también del análisis y la estadística y, por ende, de lo que entendemos por matemáticas. Es por ello que cuando se espera encontrar un gran economista o, simplemente, alguien que pueda usar las matemáticas, en realidad estamos esperando encontrar ciertas cualidades asociadas a la teoría de números. Es a eso a lo que comúnmente se le suele llamar tener agilidad matemática.

Datos de una discriminación CRUEL  en números. No vende: se nos estafa.
Es, por tanto, no una habilidad avanzada (propiamente dicho), sino algo que tiene que alimentarse cuanto antes; para poder crear un tronco grueso y noble desde donde partirá la capacidad para leer los números y dialogar en base a los mismos. Se trata del nacimiento de la capacidad para hacer trascender la interpretación de los datos.

Desde mi punto de vista, desde el punto de vista de la computabilidad y la informática, la teoría de números es una teoría que está poco enriquecida. La teoría de autómatas se ha valido de los juegos que nos ofrecen los números y sus congruencias; el teorema de la incompletitud de Gödel no tendría fuerza sin una teoría de números que hubiera podido servirle de herramienta. La mentalidad filosófica de la segunda mitad del siglo XX fue marcada por nuestra capacidad para representar afirmaciones que siempre le dimos un carácter muy espiritual (¿Pueden las máquinas pensar?, de Alan Turing) para poder llegar a muy pocas conclusiones objetivas.

Poco a poco se van avanzando en esas áreas y, vaticino, que la teoría de números nos permitirá trabajar con autovalores que representen a máquinas y, gracias a ellos, programar máquinas dentro de un lenguaje introspectivo y cercano al natural; como aparece reflejado en la novela Luces y Espectros. Ciertamente, por extraño y futurista que suene, la tecnología que aparece en la novela no dista de ser posible, desde mi punto de vista.

Sin embargo, vayamos al tema central..., ¿qué fue lo que me despertó la vocación y cómo podemos ampliar el espectro sin que pierda fuerza el consejo?


Hace años me acerqué a mi madre, y le dije que me aburría. Entonces un hombre que estaba con ella lo escuchó y me dijo: "Pues haz un laberinto. Coge un papel y dibuja un laberinto."

Ese juego tan estúpido no tendría porqué convencer a nadie más. He conocido gente que no entendía mis laberintos. No entendía porqué me gustaban tanto. Con los años evolucioné los laberintos, pero en el fondo seguían siendo meras estructuras donde los pasillos se entrecruzaban para enmarañarse hacia una salida.

No es difícil imaginar porqué lo menciono: cuando resuelvo demostraciones matemáticas creo adivinar tales pasillos. Volver a encontrarse ante una misma nomenclatura para poder elegir distintas reglas que cambien el formato te ubicaba en mitad de una encrucijada, llena de caminos, donde esperabas encontrar una solución. Solución con una clase de formato.

Uno empieza dibujando el laberinto, luego le añade minotauros (no puedes pasar allá donde te vean), le incluyes agujeros opcionales y necesarios para desaparecer y aparecer en lugares oportunos..., y, mis últimas inclusiones, una escopeta con un número máximo de balas para cargarse a un cierto número de minotauros. Ya se adivinaban los refuerzos matemáticos necesarios. Ahora bien, el laberinto siempre, siempre, siempre debía tener una única solución. Y así el reto estaba completo.


Misteriosamente, mi pasión por los laberintos desapareció al mismo tiempo que empecé a tener un cierto conocimiento sobre fórmulas matemáticas. Ya sea ecuaciones, el área del cuadrado, del triángulo... Con la llegada de las demostraciones matemáticas esa visión del mundo conoció una parada en seco. Fue, de hecho, un profesor de primaria el que me introdujo al teorema de Fermat, pero entonces no me interesaba: no veía la manera de demostrar algo así. El de Pitágoras, puede, pero el teorema de Fermat no. En el instituto volvió a pasar con el mismo teorema, y no me interesó: no lo vi. Pero, al llegar a la universidad, supe que acabaría por demostrarlo..., fue entonces cuando me enzarcé en la búsqueda laberíntica de ese teorema. Y hoy día estamos asistiendo al capítulo final de esa historia.


Cuando se le brinda a un niño la posibilidad de que construya un laberinto que, tras un tiempo acordado, se lo dé al que está a su derecha en clase, que luego se lleven más puntos los primeros en encontrar la salida, que se acuerde entre todos el cómo complicar las reglas, que se escriba en un mural la lista de los alumnos que han sacado más laberintos en menos tiempo, que han conseguido superar los laberintos más difíciles, o que los han diseñado..., poco a poco estamos creando una cultura de cómo funcionan los journals. Por lo que se pueden incluir revisión de pares, grapar los laberintos y distribuirlos..., a ciertas edades puede ser muy fructífero. Para luego repetirlo pero con ecuaciones o algoritmos, en edades más avanzadas.









Bueno, suficiente hasta aquí
no dejéis sentar ninguno de mis dogmas
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