De vez en cuando se observa muestras perfectas
de cómo los retrógrados vuelven a obtener una victoria
Este hombre es el alcalde de Cartagena, que tiene que vivir contradicciones ABSURDAS..., lo propio de sistemas sesgados que ocultan más de lo que dicen. Ha conseguido limpiar un poco alguna de la tanta basura asentada en la clase política de la ciudad. Mientras tanto, los que no tienen ni idea de lo que es debatir debaten sobre el debate: como niños pequeños que no saben cómo funcionan los poderes públicos en una democracia.
Recuerdo aspectos políticos que no comparto por parte de este señor, pero claro, si lo voté no fue por los contenidos: sino por las formas. Éste sí tiene formas. Y el que no es capaz de entender que los moderadores no son putas de barrio, tiene problemas a la hora de saber cómo se puede poner orden en un gallinero.
Paradógicamente, esa derecha tan guay, la que no hace caso a la policía cuando te echan por irrumpir el orden en un Pleno..., demuestran una y otra vez la imposibilidad que tienen de entrar a debatir porque, lo que es a José López, a él no le ofrecen derecho de réplica en los programas televisivos. Aprovechan la alevosía para fingir que él eso mismo no lo permite.
Cuando veo a esperpentos no entendiendo que en un Pleno hay que Trabajar, y no hacer como que se trabaja, y que para criticar a alguien en un medio de comunicación su testimonio es lo primero que hay que tomar en cuenta..., claro..., luego recuerdo esos debates televisivos: eso es lo que es para ellos la política: fingir que debaten.
Por eso aparecen sujetos sin criterio político que acusan al alcalde de actuar con dureza debido a discrepancias políticas..., cuando en realidad es debido a la intoxicación del debate.
Cuando veo que no se sabe distinguir a quien resulta tóxico para el discurso democrático por ser, simplemente, muy duro con su rigor (por aprovechar y llamar cortito al imbécil, o acusar de no saber sumar a los que meten datos falsos en la sala...), pues la verdad: no estaba convencido con mi voto, pero ahora lo tengo reafirmado.
Aún no me creo que la gente se haya dejado llevar por algo tan absurdo..., y luego habrá quien proteja a esperpentos como el Zapata... ¡Manda huevos!
Veré si vuelvo a mi libro..., en mi novela se ve un proceso de aumento de la democratización. Y, ante los gallineros, suelo ignorarlos..., hasta el punto de que me parecen poco interesantes. Me gustaría creer en un mundo donde las personas se toman en serio lo que dicen, y si no tienen nada serio que decir que callen o se larguen.
Un saludo
y espero vuestros comentarios
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