sábado, 30 de enero de 2016

Y van dos.

Creo que ya tengo una idea clara de lo que deparará el Futuro
Hoy voy a hacer una revisión sobre una película que vi anoche.


Lo primero explicaros que esta película se extrenará en Noviembre dentro de cien años, aproximadamente; así que si veis alguna imprecisión por parte de mi crítica, que sepáis que debe ser comprensible el no atinar demasiado.

Una de las peculiaridades de la película es que, a día de hoy, nos presentaron tres posibles formas de presentación (futurista, apocalíptica y llena de arbolitos). Lo que quiere decir que, al parecer, nadie puede saber cuál es el ambiente que acabaron por escoger. Pero claro, como yo ya la vi anoche...

Estos son los protagonistas, me recuerdan a dos de mis personajes Lucía y Alejandro.
En un entorno hostil, donde las máquinas se han vuelto esquizofrénicas, dos supervivientes conversan sobre cómo pudo acabar todo de esa manera, y si hubiera una manera de revertirlo. El futuro no se puede cambiar..., ¿o sí? Para muestra de esperanza tenemos la lucha vital de las plantas que emergen en el exterior: muestra el enorme poder que tiene la Tierra para pretender acabar con la invasión tecnológica.

Seguro que a estas alturas diréis: ¡pero no hagas spoils! Bueno, yo os digo una cosa, se supone que no vamos a estar vivos para cuando la estrenen.

Si alguno hace una barbaridad para leer esto y ver la película, allá él.
La trama, por tanto, se desarrolla en el interior de un edificio donde los protagonistas intentan evitar a toda costa que las máquinas les cacen para así tener control del sistema central, una vez llegado a él. El acceder al ordenador central representa esa lucha del ser humano por intentar acceder a los registros akásicos. Una lucha a muerte para determinar qué diosa debe permanecer en la Tierra, la original o la nueva.


Pero la manera de afrontar el reto del viaje en el tiempo supone una peculiar visión de cómo es el pasado visto desde el futuro: una vez tenido la opción de cambiar el curso de la historia se percatan, ¿acaso no supondrá un error en el curso de la historia nuestra intromisión hasta el punto de que la eliminación de la máquina podría suponer la victoria del resto de las especies?

El humano, híbrido tecnológico, no podría aguantar su odisea: por un lado consideró necesario tener que cambiar las cosas, pero por el otro están luchando para que venzan los terrestres - y ellos no lo son tanto.

Así que el mensaje es claro: o te haces aliado de la naturaleza o te haces aliado de la frivolidad del silicio.


A propósito..., la película era muy tipo indie... Hay un par de efectos especiales, pero no se han esmerado... A propósito, ¿por qué después de ver la película me dieron ganas de tomar algo?




Bueno, espero que os haya gustado
mi preview para dentro de 100 años




No hay comentarios:

Publicar un comentario