Nada, que le estoy dando a estudiar pragmática
pero no encuentro (puede que Lakoff) lo que expresamente busco
igual que me pasaba con los tipos de falacias...
Así que voy a ser yo el que lo escriba.
Hoy voy a hablar de cómo ganar las elecciones.
Cambio Vs Orgánica |
Pues sí señores, tengo ese tipo de ego o megalomanía que me obliga a pensar que no tenemos ningún partido político con un mínimo de nivel cultural en lo que se refiere a política. Sin embargo, algo dentro de mí me dice que si alguien es capaz de soportar mi lectura, bien podría merecerse mis consejos, a cambio de nada..., salvo el Triunfo.
En las pasadas elecciones en España sólo un partido político ha estado haciendo bien su trabajo: el único que realmente ha salido realmente vencedor, entre los cuatro primeros. Ahora se trata de analizar qué clase de país tenemos, y qué clase de inútiles dirigen las estrategias de cada partido.
Un ángel que con respeto enseña o un demonio que te enseña respeto |
Un principio básico que mueve a la gente es el maniqueísmo: los conservadores gustan en pensar en angelitos que les satisfagan sus deseos más hedonistas, mientras luchan en su interior batallas de lo más cínicas que pretenden someter a lo políticamente correcto. Los diablillos, sin embargo, poseen un cerebro directamente diferente (no tengo el enlace por el momento), prefieren levantar el puño, exponer los problemas y vivir con la conciencia tranquila en su vida interior. Son dos maneras de estudiar la pragmática de tanto su lenguaje corporal como de los términos que usan.
Cuando los filósofos llegaron a los burdeles, aspiraban a confrontar las dos caras; parece que fue Platón el que enfocó esta filosofía del lenguaje (pragmatismo) desde el punto de vista de la lucha contra los sofismos (falacias).
¿Cómo afrontar la depredación interior? |
La República de Platón no es algo baladí, pero tiene la ventaja de exponer conceptos sencillos de comprender de caladura política. Al fin y al cabo, estamos hablando del uso de la filosofía para su repercusión ética en política. Es decir, hablamos de la filosofía del comportamiento de todos los entes como sociedad: de plantear qué es lo adecuado, en definitiva. De mirar cuál es el razonamiento (lenguaje) que debemos utilizar. Los de la escuela platónica al menos se podría decir que le daban ese enfoque, aunque debatieran entre ellos.
Al final la idea más increible es pensar que dos tipos de humanos (pues pensamos físicamente diferente), podamos convivir en un mismo país. Obviamente, el truco para ser elegido es demostrar a los dos modos de pensar que, sin prostituir tus Principios eres capaz de albergar los dos tipos de pragmática.
Ya lo hizo en su momento Aznar, creando la clase media, mientras robaba a todo el pueblo español o lo dividía a base de mentiras debido a la guerra de Iraq..., hemos visto líderes que sabían adoptar la palabra Cambio, como Felipe González, mientras depredaba con sus amiguetes la conformación de la estructura orgánica del país. Quien sabe ubicarse se gana las mayorías absolutas, sin trampas ni abstenciones.
Por eso, cuando aparecen los tópicos, no es el miedo lo que provoca que uno sea convincente, o el otro, no lo es tampoco las palabritas de los teóricos que ni los propios politólogos se han preocupado en estudiar qué significan realmente..., lo que importa es lo siguiente:
Progreso Sistema
Anarquista: "Tiene más razón que un tonto, pero hay que ser tonto para darle el mando"
Comunista: "Todo eso empieza muy bonito, ¡pero al final todo son hambrunas!"
Liberal: "Pasan de todos porque les importa una mierda, pero saben montarse bien los saraos"
Dogmatista: "Dicen que somos los más guais, pero se van a pegar un hostión..."
Socialdemoscopista: "¡Pero qué coño son esa gente!"
Hacktivista: "No me fío de quien se esconde detrás de una máscara, pero saben lo que hacen"
Dictadura: "Es un infierno, pero al menos hay orden"
Para saber si un partido gobierna el discurso del progreso sólo hay que fijarse si el contenido de su discurso describe la realidad social que vivimos, sus problemas, y por tanto, si está en situación de hacer un correcto análisis de cuáles serían las soluciones.
Para saber si un partido gobierna el discurso del sistema sólo hay que fijarse si sabe cómo funcionan las instituciones públicas, si conoce las reglas burocráticas, si está ubicado de forma autónoma y no depende de terceras personas para organizarse, si aplica sus propias fórmulas...
Ubicarás el respeto a ti mismo donde edifiques tus Principios |
Históricamente la izquierda se situó en el lado del progreso y la derecha en el lado del sistema, pero lo que realmente hace perder confianza en ambos lados es ningunear los Principios: cuando esto se produce la única razón por la cual se sigue en esa agrupación es por motivos de antiliderazgo, por lo que el sistema acaba tóxico y tiene los días contados.
El clásico del pragmatismo: cómo evitar perder la autoridad |
Suficiente hasta aquí
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