viernes, 15 de julio de 2016

Test 4. Intentando crear un ambiente terrorífico.

A cuerpo de rey las verdes praderas refrescaban los prados con un viento mañanero que invitaba a levantarse. Allá quedaron los años donde mamabas de tu madre peleando con el resto de las terneras por un momento de placidez. Los pinos que resecaban la tierra invitaban a que las madres tuvieran un momento de relax bajo las sombras acolchadas. De vez en cuando una ráfaga de ninfa placidera tiritaba las orejas mientras invitaba al murmullo de una vida que medraba y descansaba un sueño no vívido. Y fue un sueño. Una nostalgia de algo que tenía impreso en la sangre.

Todos apelotonados en el pasillo. Gritos en el exterior. Todo es oscuridad. No queremos dañarnos entre nosotros, "cuidado con los cuernos, colega". "Lo siento, es que estoy nervioso y no sé qué pasa". Todos se comprenden, y pretenden tener cuidado. Dejan paso al macho alfa, poco a poco le ceden más pasillo. Esos hombres también empujan desde atrás al más vivo de todos, al más preocupado y consciente de las circunstancias. Debe estar el primero, ya le han torturado previamente a la corrida bastante - no vaya a ser demasiado peligroso, demasiado consciente. La puerta sigue cerrada.

Será abrir la puerta, suenan explosiones, vítores. Todos salen disparados. El trayecto es único, hay que salir adelante. Se oyen gritos, silbidos, más explosiones..., ¿qué van a hacer con los nuestros? ¿Por qué me han destrozado el cuerpo y me siento tan pesado? Los demonios de la cabeza están acechando, están picando a todo el cuerpo y claman el lamento de no saber qué se encontrarán después. No hay manada, son compañeros que luchan por ir a alguna parte.

Por delante los ángeles nos acompañan. Volamos por las praderas mientras los gritos nos confunden. Soñamos en la creencia de que ellos nos quitarán todo lo que se nos eche encima, y libraremos toda esta plaga de demonios para limpiar tanta contaminación de odio en el ambiente. No hay momentos para la duda ni para las preguntas, el líder ya ha decidido su camino y mejor estar juntos y en grupo.

Pero yo he oído un grito. Desde atrás he oído algo. Algo me ha enturbiado y me ha hecho pensar que tal vez no hemos limpiado bien la calle. Me doy la vuelta y veo a dos de esos. Uno porta la mirada del miedo, el carácter infantil, la estupidez, la inocencia..., le atacan los suyos. El otro porta el odio contenido, los ojos de fuego, el estar fuera de su lugar, el cuerpo preparado..., es un líder, es uno de ellos. Es un culpable: ahora soy consciente y me he dado la vuelta. Ahora me doy cuenta de cuál debe ser limpiado de este pazo para que desaparezcan los vítores, los gritos..., para que vuelvan las verdes praderas. Otra cornada, me empitona su sangre que me hace sentir vivo. Algo en mi interior me dice que esto está mejor así, y debo mantenerme, mantengo el hilo..., no me convencerán, porque éste es el líder y voy a limpiar de maldad a este mundo. Porque sé que mi manada me necesita, soy portador de la Virtud y éste es el pago que debo saldar con el arconte de la Torre.




Bueno, dadme vuestros comentarios.


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