jueves, 24 de septiembre de 2015

Los miedos

Con la muela del juicio de la parte de abajo que me extrageron, cuando realmente lo sufrí fue a la noche siguiente: temeroso de que la anestesia me impidiera respirar, que tuviera alguna reacción alérgica. Recuerdo cómo poco a poco me agobiaba más y más..., pero salí vivo. Y dentro de unas horas me toca repetir con la otra, y volverá a ser la primera vez para el dentista que me trata.

Hoy hablaré de los miedos.



En mi novela los capítulos no tienen la oportunidad de generar mucho miedo, pero sí me preocupo de alimentar la tensión en ocasiones. El tipo de tensión que sí alimento es la enorme pena que producen algunos personajes, debido a la clase de vida que les ha tocado pasar. Cuando el drama se vuelve inafrontable se genera una sensación de miedo, considerando que a lo largo de toda la novela existe una analogía con la realidad, el miedo se va acrecentando para crear sensaciones de paranoia en el lector. Todo eso está hecho con intenciones.

Las personas necesitamos aguantar los miedos y nos montamos historias que nos permitan sobrellevarlos. Esas historias, en la medida en la que sean compatibles con una manera de sobrevivir tales miedos, se convierten en una contribución para la supervivencia de la especie. Es decir, nuestra inventiva, nuestras ganas de dar explicación a las cosas, por muy quijotescas que suenen las teorías, tiene explicación biológica - pero no lógica.




El miedo a perder la partida de ajedrez, a que te acorralen el rey, es el miedo a que el cerebro pierda sus opciones de libertad. Se trata de un miedo muy ancestral, desde él podemos extraer el resto de los miedos. El miedo al acorralamiento es una forma de agorafobia, pues el estado en el cual te pueden acorralar es aquel que desconoces, o que te trae malas vibraciones, ya sea porque está lejos del refugio, o por alguna vivencia ocurrida.



No es de extrañar que al final todas las personas necesiten crear como una "matrix" que justifique el miedo a la realidad, es una manera de sobrevivir a lo "real". Sin embargo la no aceptación del mundo en el que se vive es debido a que no se practica el camino del buen escéptico, como pone en mi libro.

Bueno, acaba de sonar la alarma..., debo recoger mis cosas e irme al dentista. Espero poder terminar esta entrada, o también puedo dejarla así.


En este capítulo él aprenderá a interiorizar y ella a exteriorizar.Son dos formas de afrontar su agorafobia.


martes, 22 de septiembre de 2015

Amuletos y medallas. Los fetiches.

En mi novela no faltan los propios fetiches. Están los inocuos, que representan o un recuerdo lleno de sentimientos o una experiencia vivida; también están los intensivos, que pueden ser atractores como las medallas o repulsores como los amuletos.


Cuando en la novela Luces y Espectros menciono un fetiche suelo centrarme en aquellos que repercuten con intensidad en el resto de los personajes, aquellos que tienen un comportamiento activo sobre el mundo social. Estos objetos pueden ser medallas o amuletos, dependiendo de cuál sea el rol que tenga en la historia.

No es difícil entender qué es una medalla: es lo que nos impulsa a querer ser como a quien han condecorado. Obtener una medalla es como obtener un trofeo, es algo de lo que sentirse orgulloso. Es algo que enseñamos a todos y, en mi novela, se observan distintas medallas. Se trata de un emblema que ayuda a la gente a recordar que su ganador obtuvo una exclusividad, así que el merecedor de la medalla se convierte en un líder democrático. En un punto de referencia.

No recuerdo si expliqué en otro post lo que le dedico a la "siniestra ley del control mental", en cualquier caso esta entrada se complementa.

No todas las medallas valen lo mismo. Ni en todo momento.
El valor que tienen las cosas, ya pudo haberse dado cuenta Marx en su momento, varía en virtud de las necesidades de las personas. Es por ello que una medalla puede cambiar de valor en virtud de la utilididad que reporte a esa sociedad. Es por ello que el personaje de sangre azul, en un momento dado, tiene un debate con una plebeya sobre su propia utilidad: el clasismo no es más que una manera de convertir a personas en fetiches; por supuesto me refiero a los aristócratas

Es por ello que, con la llegada del corporativismo, necesitan refortalecer el valor de los fetiches y dignificar la figura del amado líder. Tener a un líder así se convierte en tu medalla.


Por otro lado están los amuletos. En la novela distingo la necesidad de protegerse de la demencia que supone saberlo todo. Poco a poco, al terminar la parte roja aparecen los amuletos en funcionamiento ¿Qué es lo que nos protegerá de la nada? En la Historia Interminable había un amuleto que nos protegía de todo..., ¿de todo todo? ¿Como el anuncio de la niña catalana?


Se supone que las criaturas de Fantasía tenían voluntad propia, como pasaba en el videojuego de mi novela: los personajes manejados por la máquina tenían voluntad propia; los amuletos no te protegen de lo que quiera hacer la gente, sólo te protegen de lo que no te puedan hacer. Es como la pescadilla que se muerde la cola.

Cuando una medalla doblega la voluntad de las personas, los amuletos dejan las personas apartadas de un mal camino. Se trata de los dos grandes poderes, el primero es el siniestro poder del chico en la novela y el segundo el de la chica.

Gandalf, agente enviado por los Valar como guardián de la luz, tenía por objeto devolver a la oscuridad aquel que no debía pasar más allá del siniestro lugar que le correspondía a tan enorme y antigua criatura.

Luz y rayo frente a Oscuridad y fuego.
Los amuletos son utilizados sobre los personajes de la novela para que éstos no sean víctimas del fuego, o de la luz roja que habita en la oscuridad. Para que no sean víctimas de las criaturas que pululan por la noche. En una ocasión un personaje quiso adentrarse más allá de donde debía y, sin protección alguna, emprendió un viaje astral mediante la ouija. No es de extrañar que acabara teniendo problemas.
Hay quien se tatúa contra la muerte


Los amuletos son usados también por médicos en mi novela, para tener controlada a la bestia que tenemos dentro. Porque estos viajes también nos lleva a lo más interno de nuestra propia alma, todo aquello que afecte a la mente entra dentro de estas categorías.

De ahí el símbolo del caduceo: dos serpientes enroscadas en una vara alada.

Hermes, el dios emisario y más embaucador, se valdrá de sus conocimientos para protegerse de los males que le acechen, pero no se valdrá de ellos para ocupar una posición de privilegio. Hermes no es más que un emisario, y por ello porta el conocimiento de la misiva, pero no el poder de su interpretación. Hace registro de todo cuanto sucede, y se vale de tal registro para aportar protección con su perspectiva.

Se trata de una visión muy quijotesca creer que los conocimientos ayudarán a salvar al mundo y, es por ello, en la Historia Interminable el médico centauro le dijo a Atreyu que con sólo el Auryn le bastaba para quedar protegido de todo mal, y que no era necesaria ninguna otra arma..., de haber sido yo el autor habría cambiado notoriamente la historia y le habría puesto algunas características un tanto más oscuras... Al fin y al cabo, esos demonios que rodeaban al señor Quijana, ¿no corría el riesgo de volverle loco?


Los conceptos que te protegen pueden congelarte y aislarte, dejarte tieso cual mojama. Tampoco es bueno abusar de tus amuletos. Es cuestión de imaginarse qué pasaría si se tuviera el poder de volver atrás en el tiempo, y rectificar los errores que cometiera. Por supuesto, esto también se aprecia en uno de los personajes de mi novela, en el personaje de apariencia más perfecta. Un personaje reprendido por Anubis, personalmente, por su comportamiento.

Dragones, serpientes y más reptiles.
La suerte está para los que tienen segundas oportunidades.
 Decía Nietzsche que lo que no te mata te hace más fuerte, así empezaba la película "Conan, el bárbaro". El villano, un hombre serpiente, obsesionado por conseguir alcanzar la supremacía a través del arma más poderosa, desechó la idea de coleccionar los aceros más templados para inclinarse al poder de la voluntad humana. Mejor coleccionar vidas.

Un amuleto puede convertirse en una obsesión que te conduzca a la muerte.
El papel de las serpientes y el conocimiento en todas nuestras culturas siempre ha estado ligado. Es por ello que incluyo a una personaje que no tiene más remedio que ser la más lista de todas. Este personaje intentará influir sobre otro personaje femenino importante en la obra. Todo esto para protagonizar el capítulo más complejo de todo el entramado, el que ocurre en la Gran Pirámide en la parte que llamo Epitafio, la zona infrarroja.


Las serpientes son las que más saben, porque han estado antes en el planeta siendo criaturas complejas como lo son. Nuestro cerebro reptiliano es el más astuto de nuestras partes, ausente de sentimientos es de lo más prudente y útil para nuestra amígdala. De esta manera nuestra especie pudo evolucionar y cuidarse de sus predadores.

La luz y el conocimiento nos lo da nuestro amuleto, pero la voluntad es personal y obra en base a nuestras siniestras y más ocultas medallas. Instintivamente todas las religiones han querido aceptar esta manera de ver el mundo, digamos que mi obra trabaja en sintonía con estos conceptos.



Esto es suficiente para hoy. No olviden comentar. No quiero sentar dogmas.










viernes, 18 de septiembre de 2015

La palabra eXcepticismo.

Quisiera tocar un tema que es posible que provoque críticas negativas en mi contra: he querido conformar una palabra nueva, el excepticismo - la obsesión por buscarle a todo una excepción.


¿Cómo sería un mundo donde lo que hoy día es objeto de especulación por Youtube, en ese futuro alternativo fuera la realidad indiscutible? ¿Cómo debería de actuar un buen escéptico?

Rezan los cánones del buen gusto, que para ser objetivos antes hay que actuar con escepticismo. Sin embargo, ya Russell advirtió en uno de sus libros de cuyo nombre no puedo acordarme - pero era al principio y en referencia a un pensador español, que no podía permitirse el lujo de ser completamente escéptico en todo. Es decir, hay un límite al escepticismo. Cuando se juega con ese límite, yo lo llamo en mi libro excepticismo: la tendencia a ponerle una excepción a todas las cosas.

Es una preocupación adecuada. 

De todas las imaginaciones e inventivas más perversas 
la de la plena consciencia es la más ciega
porque actúa con retardo.

El saber de un buen escéptico supone saber cegarse donde corresponde. Saber actuar sin pensar. Se trata de moverse de manera que sus actos no hagan daño a los suyos y de pensar de manera que los siguientes actos sean más profundos. 

Uno de los protagonistas de la obra es una persona muy experimentada que necesita saber, y tiene el culto por el conocimiento. Pero no se vale de lo que le dicen, sino del reflejo que deja cada autor en su obra; de su huella. Por eso es historiador del arte, porque en realidad es un escéptico. Y necesita suplir su vocación del saber mediante información no interesada.

Imaginen, por un momento, que a Iker Jiménez le llega el aviso de un OVNI rosa que emite destellos de arcoiris mientras van saliendo..., aguanten..., creo que esa película la han puesto en el cine..., no, era de videojuegos. El asunto es que, por mucha verdad que quiera defender, su programa tiene una estética, y esa estética obliga a cegarse con según qué conceptos: mientras los hombrecitos sean grises, ok..., pero como tenga pinta de Hello Kitty, aquí hay algo chungo, y pasamos del tema. Pues bien, digamos que ahí se está ejerciendo un límite al escepticismo, se ha adoptado un criterio sobre qué vamos a aceptar y qué no: se trata de la cuarta gran verdad del budismo, el relativo a los caminos que adopta el ser humano.



Pero no nos liemos, el excepticismo es algo contra lo que he luchado toda mi vida: se trata de intolerancia disfrazada, se trata de pura envidia o, simplemente, tontez. Cuando algo tiene patas de gato, bigotes de gato, orejas de gato y cola de gato, es correcto admitir que podría ser una gata, ¡pero no vale cuestionarlo todo hasta el punto de aceptar un tigre! Podemos volvernos locos decidiendo qué parte de la información pueda ser real y qué falsa, la vida hay que vivirla más y pensarla menos.

No pretendas ser más consciente de lo que debas, pues todos estamos locos.
Creen muchos científicos que el uso de la razón les hará libres, cuando en realidad la razón es como la métrica en la poesía, la razón es como la duda razonable en Derecho, la razón es como lo medible dentro de la realidad, o lo expresable dentro de lo que se siente..., la razón, es de poco a nada, incluso para la ciencia, pues la ciencia también necesita de la filosofía, cuyos postulados son elegidos irracionalmente - toda una locura proveniente de la experiencia.


Pero la cosa es bastante más simple si nos paramos a mirar lo que tenemos delante. Algunos siguen discutiendo: "No les dejemos entrar porque no sabríamos qué hacer con ellos", pero yo les diría: "Cuando estén dentro ya lo decidiremos". El excepticismo nos obliga a rechazar, a no lanzarnos, a no intentarlo..., cuando debemos hacerlo sí o sí.


¿De qué tienen miedo realmente? En mi libro aparecen unos sujetos que están apartados de la sociedad: aquellos que querrían seguir como antes. Los llamaba los notkas..., merecerían una entrada propia. A pesar de que viven apartados, la sociedad no tiene unas barreras del todo bien definidas: eso ha desaparecido; incluso existe un doble final para uno de esos personajes tan poco agraciados, un doble final donde se ve cómo acaban reinsertados de alguna manera. 

Ese enfoque que le doy a los más miserables no tiene nada que ver con cómo ve las cosas Victor Hugo en su famosa obra. Odio sobremanera esa obra, razón por la cual hay que verla y darse cuenta de su absurdo: exponer el absurdo para que comprendamos la estética de la razón humana.

¿Me va a decir el Sr. don Victor Hugo que cuando se coloca incluso a un mal hombre en una posición de responsabilidad se convierte en buena pesona?

¡Yo a este le metía los dos candelabros por donde yo me sé!
Mi idea de reinserción no implica tan conductistamente de que el individuo se volverá buena persona, de hecho, reconozco el cinismo, la hipocresía..., de eso hay mucho en mi novela. Y creo que le dedico un apartado muy especial en varios capítulos. Lo que es una ironía para todos es puro cinismo para el responsable.



Y es que en España, por ejemplo, hay excépticos que aseguran que los contenedores no se visitan para comer - que ya tenemos una cobertura solidaria que es suplida a nivel autonómico y municipal. Claro, por eso multan a los que rebusquen en la basura. Todo girando una de las hipótesis más miserables que jamás he escuchado: que el que es vagabundo en España en realidad forma parte de una teoría conspirativa para fingir que es pobre, cuando en realidad cobra mucho dinero por ello.

¿Teoría de la conspiración? ¿Para eso hacen gala de su excepticismo? ¿Por ahí ronda la estética de su duda razonable? ¿Qué es más fácil de pensar...?

Intereses por parte de los corporativistas
Al final, si fuera por el excepticismo, no hacíamos nada. Todo parece difícil, imposible. Hay consejos que parecen imposibles también, impensables. Entonces los dejamos apartados ¿Habría volado el Hombre con ese pensamiento? ¿Se habría hecho todo ese montaje del viaje a la Luna si no se creyera en lo imposible? ¿Habría sido capaz el humano de trasportar la energía y distribuirla? ¿O de llenar todo de un enredado de energía o información? No es cierto que nada sea imposible, lo que pasa es que los que no son capaces de hacer posible lo necesario representan la apatía de todos nosotros, que es el macroser con el que nos sentimos identificados.

Quien no lo crea así tiene un problema
En esta novela también dejo un hueco para un suceso que ocurre en un avión, con terroristas, golpistas, etcétera..., tiene que ver con todo esto, pero es largo de contar..., ya habrá otro momento.


Pues eso, ya basta por hoy. No olviden comentar, no quiero sentar dogmas.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

No todo debe tener sentido, pero la lucha es siempre por un motivo.

La condescendencia es capaz de salvar al inútil
 para decir que en realidad es un individuo que genera polémica. 
La contaminación no hace pedagogía, puede incluso aumentar la morbilidad en una sociedad.


El libro Luces y Espectros no es un libro que va sobre la humildad, sino que es muy adanista - porque pretende implicar al lector en un viaje hacia la consciencia del mundo en el que vive según este autor.

Sin embargo, sí es cierto que en un capítulo al que llamé Confrontación en la parte amarilla le dediqué un momento a la necesidad de no ser orgulloso. Cuando se pierde se ha perdido. Sin embargo, no dediqué un capítulo a la obsesión.


Ra, el tonto condescendiente; prefiero el estilo de Visnu el implacable

Cuentan las crónicas egipcias que Ra fue visto por su gente como un vejete. Ya nadie le tomaba en serio, era un diosete de segunda. Así que sus colegas las divinidades le dieron el típico sabio consejo: manda a tu hija la leona y que infunda el terror.

Y así lo hizo, pero al verla tan fiera y tan cab...a, se valió de sus malas artes para llenar la tierra de vino, allá donde su hija bebería - y es así como se emborrachó y no mató a ningún humano. Al ver lo dócil que se había vuelto le cambio su nombre por otro mucho más dócil. El bueno de Ra... Y yo me pregunto, ¿y todo esto para qué? ¿La gente empezó a respetarle sólo por haber emborrachado a su propia hija, que ahora era tonta y mansa como su padre?

Las crisis de valores desde siempre se resuelven con apocalipsis, tontolaba
Las personas, por regla general, suelen afrontar la realidad de manera muy quijotesca: intentan darle sentido a todo, se creen que se encuentran en el centro del universo. Entonces descubren una gran verdad: que no pueden saberlo todo. Y aún hay quien quiere seguir manteniendo que todo se rige por un plan maestro que la humanidad es capaz de entender, una vez más mantienen su hidalguía..., buscan ese trozo de terreno del que creen que son poseedores en el más allá.


Se creen que la verdad tiene explicación que se desconoce pero que se entiende. Sin embargo, verdades hay muchas, ¿todas van a estar hiladas de manera que una persona las comprenda? 

La razón por la cual la gente se enfrenta sí debería de poder entenderse, debería de ser incluso fácil de comprender. Porque no hay nada más simple como un cadáver.

"Te has quedado tan cerca..."PROMO: 2 Menús infantiles por el precio de uno
Si le preguntáramos al amado presidente, flamante premio nóbel de la paz, o a la flamante premio nóbel de la paz la Unión Europea, cuáles son los motivos del bombardeo, sus respuestas serían claras y de lo más evidentes. Nos lo dejarían bastante claro. 

Lo que querían era mejorar Siria:



Ahora Siria está muchísimo mejor que antes, no les consultó a los Sirios, pero claro: si hay terroristas, ¿cómo se acaba con ellos? ¿Cómo se acaba con terroristas que no atacan a países del eje de Israel/EEUU? ¿Cómo se acaba con terroristas que se las dan de musulmanes pero que están encapuchados y hacen cosas que los terroristas musulmanes nunca habían hecho ni imaginado?

Pues está claro:

Esa es la Siria que quieren: cuantos menos musulmanes haya, mejor. Esa es la solución al conflicto para los..., ¿para quienes? ¿Es posible que haya un sólo garrullo sobre la faz de la Tierra que encuentre razones a estos conflictos? 

Las tradiciones son muy propias de los pensamientos más quijotescos, y son éstas las que marcan una razón de porqué se tiene que mantener una relación basada en el dolor, la falta de empatía..., divertirse a costa del otro.


En mi novela hay un sitio para cuestionar cómo estamos hechos, de entrar en comunicación con la naturaleza. Pero también hay momentos de enfrentamiento absurdo entre especies, enfrentamiento porque no se comprenden, no se entienden..., cuando algo así ocurre está claro que el más avanzado de los dos contendientes es, al mismo tiempo, el más imbécil.

Im-baculum: que no tiene báculo (bastón), criterio
Cuando los individuos muestran su lado más inhumano, sólo les justifica su falta de cultura, su poca visión de contraste, su intransigencia, su incapacidad para ver más allá de sus narices, su obsesión por repetir los errores del pasado,...

Es por ello que en mi novela menciono al Imperio de la Obsolescencia: aquel que construía, construía y construía..., producía, producía y producía... 



Y más coches, y más coches, y más...


Y más, y más...., todos nuevecitos, sin estrenar.



Y todos estos coches, ¿de dónde viene? De la idea de que producir más es mejor. Lo que pasa es que si no se vende, tampoco lo regalan - porque sería "peor". Por eso el capitalismo tiene su propio cementerio de coches, es el precio por el corporativismo, la defensa de los que tienen más. Es una clara imagen de la incapacidad que se tiene para aportar a este planeta absolutamente nada. 

¿Para qué tanto esfuerzo en trabajar y producir todos y cada uno de esos vehículos? Que nadie busque el sentido de la vida si no es capaz de dar explicación a ese tipo de cosas: en el día del Juicio Final, si existiera, ningún capitalista sería aceptado en el Reino de los Cielos.







Suficiente por hoy, espero que os haya gustado mis reflexiones.
 Recordad que estos temas aparecen mucho en mi libro. 
No olvidéis comentar, no quiero sentar dogmas





jueves, 10 de septiembre de 2015

Las confidencias de Tina. La culpa es de Disney

En mi novela un personaje está muy preocupado con denunciar un comportamiento bastante antisocial relativo a la relación que tienen las personas. Es como si cada vez se perdiera más la idea de lo que es el amor. Como si fuera muy raro de encontrar.


Los escritores están ahí desde que el mundo pretendió hacer historia. No hay civilización que no haya querido respetar a sus escritores, pero ser escritor significa revolucionar: significa cambiar algo.


El mundo ya tiene a sus líderes, en ocasiones se disfrazan de sabios, responsables, dirigentes..., pero en realidad son como los de siempre..., recuerdo a una compañera que decía que si los niños cada vez están más idiotizados, o pasan de los valores, es por culpa de Disney..., claro, claro..., que si la gente se droga más es por culpa de los anuncios antidroga ..., que la gente se insensibiliza por esos anuncios que se emiten para que la gente conduzca mejor... En definitiva: si recibes el consejo de que debes conducir mejor y no te gusta el consejo entonces harás exactamente lo contrario..., esa ley es de Bill Cosby y no, no es un pedagogo.

¿Es posible que del dicho al hecho haya trecho?
Que resulta que Amaral saca una canción que coloca a los políticos en el punto de mira con acusaciones inventadas, para que la gente visualice una realidad diferente..., y hay quienes los acusan de ser unos vendidos, unos aprovechados para sacar tajada.

Si el artista se chuta es un perdedor, si dice en un anuncio "No a las drogas", es un hipócrita porque luego él se toma no sé cuántas..., esa gente es crítica con el autor, pero no con la obra - esa gente no lee, no divaga entre líneas, no pretende ir a más..., prefiere la farándula, las carantoñas, el marrulleo..., todo lo que critican es justo lo que son. No van más allá del título de una canción, no leen la letra, no se paran con su música..., no analizan - son planos e inmundos, incapaces de transmitir o indagar sobre las complegidades de este mundo. 



En realidad esos son los autores aprovechados. Han sido colocados en un lugar demasiado importante y, por definición, se comportan como son: unos trolls. Ya expliqué lo que significa para mí en otra entrada la ley de Nelson, un principio que ayuda a entender cómo enfoco mi obra. Los trolls, sin embargo, tienen la oportunidad de aparecer, pero no les presto mucha atención..., los dejo casi como al margen: reconozco esas intromisiones, pero luego las ninguneo por machistas, absurdas, tumulto...


Mientras tanto, sigue habiendo una Gran Guerra, donde la información es lo más importante. La cultura es lo que podría recolocar a los responsables en su sitio; sin embargo, ¿qué es lo que provoca que no fluya las noticias adecuadas y los análisis correctos? La existencia de personas que NO TIENEN NI PAJOLERA IDEA en los propios medios de comunicación.

Gente a la que pagan para hacer una crítica y se la pasan por el mondongo. Ni han leído una línea. Ni han escuchado una nota. Si les hiciéramos una pregunta básica, ni pajolera idea. Y hablo de periodistas. 



Lo que pasa es que es más fácil juzgar por las tapas que por el contenido de la obra. Mucho más fácil. Es así como piensan los trolls: necesito una víctima, iré contra éste artista, no pasa nada..., yo estoy inmune a las críticas. El artista puede que sufra un porcentaje de pérdidas, lo cual podría provocar que no puedan publicar su siguiente trabajo..., pero yo seguiré donde estoy porque el mundo es así de absurdo y no rindo cuentas ante nadie por las tonterías que escribo y que repercuten.

Ese es el mundo donde vivimos. Y cada vez se ven más publicaciones así.



Nos venden la historia fácil. No se paran a indagar si realmente hay algo detrás. Como cuando mataron a un músico; los periodistas le preguntaron a quienes lo mataron (a los guardias civiles), pero tuvo que salir la esposa para desmentir todas las conjeturas que eran necesarias para justificar que un agente disparara a matar a un hombre supuestamente armado con un cuchillo. Los periodistas no contrastaron, se quedaron con una historia - sólo una. No indagaron y provocaron un aumento del conflicto.


Nos cuentan historias que no son creíbles, no encajan con una cocina básica. Y luego no se enmiendan, no nos dicen qué pasó con ese guardia civil que mató a un posible inocente, no nos terminan la historia..., y nos dejan ese sabor de boca de que no nos saben contar las cosas porque todo está a medias. Las historias no consiguen terminar de amoldarse a lo que escuchamos. Nos incomodan. No empatizan con nosotros y, para resolverlo, incluyen parches que en realidad en vez de justificar lo injustificable, dificultan aún más las cosas con ese cinismo que les caracteriza a los de la casta de los que tienen la hegemonía de los medios de comunicación.


Entonces es muy fácil mover hilos, hablar con la gente, decirles qué es lo que no encaja..., y ellos se plantean dónde está la credibilidad. No es difícil - sólo hay que darse cuenta de que las historias tienen que tener un principio, un propósito y un resultado.

Cuando son los propios medios de comunicación los que nos traen a sus propios trolls: como las feminazis disfrazadas de feministas, los quemaiglesias disfrazados de laicos, los fascistas disfrazados de neoconservadores, los antisemitas disfrazados de antisionistas, etc..., nos damos cuenta de que el problema es que no se tiene intención de indagar porque una ya está muy cómodo en su escaño particular. Tiene su trabajo, y puede escudarse en que lo que ofrece es una opinión

A mi juicio, cuando una opinión es difamatoria con respecto al trabajo ajeno YA no es una opinión, es una crítica. Y las críticas ya están estandarizadas de una manera bastante bien pensada: título de la crítica, resumen, análisis y contexto. Añádese si se quiere un esquema de lo que se critica pero, en definitiva, quien nos da sólo el título de la crítica es porque supuestamente tiene un análisis en el cajón. 



Un mal análisis nos trae un mal título para la crítica. Un periodista que quiere dárselas de ser un buen crítico, que quiera echarle la culpa de los problemas que hay en la sociedad a los autores, a los artistas..., necesita haber hecho previamente un buen análisis, haber contextualizado la obra, ser capaz de resumirla..., si no, su titular será una auténtica mierda, si no, una trolada.

Pero esas criaturas mantendrán su puesto mientras hay cientos y cientos de periodistas que se MATAN por conseguir ese puesto de trabajo que algunas personas desprecian no dedicándole ni cinco minutos para corroborar alguna estúpida teoría que se les haya pasado por la cabeza.

Vamos, que si hay violencia en los institutos, la culpa no la tienen los directores del centro, noooo. Vamos a echarle la culpa a los padres, a los medios, a esas noticias tan violentas que se ven..., ¿y qué pasa con el profesional que supuestamente se dedica a eso justamente? ¿No es justo el director de un centro el primer y único responsable de la aplicación de las normas de convivencia?

Pero claro, ¿se van a expulsar a alumnos que se pasan de violentos? ¡Qué crueldad! En mi libro ya hubo un apartado para esos temas: el concepto del apercibimiento y el mensaje que hay detrás del discurso entre quien aperdibe y el apercibido ¿Por qué no podemos apercibir a los malos críticos? A esos que fingen que hacen su trabajo, que trolean para justificar algún tipo de plan de dominación reptiliana iluminati de control político difamatorio...

¿Por qué se mantiene en nómina a quienes SABEMOS que no hacen su trabajo por muy simple que sea?

Mi obra habla del deseo de que el amor vuelva a las personas y que se normalice todo. Que cuando la gente vea un absurdo, su sentido común le haga entender que ese tipo de reglas son justo las que suenan a broma, las que no se cumplen. Que no tengamos que explicar porqué esto es amor y porqué esto es odio, la diferencia no está tan a flor de piel como mucha gente nos intenta convencer.

La peor de las dominaciones es la que somete a quien no tiene medios ni para saber que debe defenderse.









Un saludo y no olviden comentar. No quiero sentar dogmas.


La magia en mi novela

Quisiera hacer una llamada de atención a los que vayan a leer mi novela: por un lado no se utiliza una visión tan genérica de la Magia como la que se lleva a cabo en parapsicología (porque selecciono y mezclo conceptos de una manera caprichosa, pero coherente) y, por el otro, no me valgo de una frivolidad tan absoluta como las excelentes novelas de Harry Potter y que no sé si nunca terminaré de leer ninguna porque la idea de la varita y la palabrita no va conmigo...


Para entender la magia en mi obra se puede concebir como algo que se ubica entre la demencia y la realidad. En el punto medio donde no hay nadie que pueda asegurar que ha sido o no testigo de algo así es en donde se ubica lo desconocido, lo mágico, lo conjurable...

Me decía Solux, el ilustrador que escogí expresamente para mi libro (porque conocía previamente parte de su trabajo) que el capítulo más oscuro e indescifrable era justo el que se producía en el interior de la pirámide..., que no era fácil de seguir la trama. No era de extrañar: es ahí donde se afronta el misterio cara a cara, donde se confrontan las entidades mágicas más poderosas en un cúmulo desesperado por intentar evitar un cambio en el regitro de Thot.

¿A que mola lo que me bajo de Internet?
En realidad Thot es uno de esos dioses que no menciono en toda mi obra..., mi obra a penas tiene unas 600 páginas, ¿cómo condensar en ellas todos y cada uno de los que han repercutido en una historia por muy corta que fuera en días? Me preocupo tanto por las relaciones de cada uno de los personajes que me resulta imposible ir incluyendo y describiendo todos los que repercuten de una manera u otra.

Por eso, entre tantas luces y explicaciones, también hay figuras espectrales, demenciales, ocultas..., pero que repercuten en la lógica de todo el sistema, aunque no le demos forma. 


El álgebra por el que se rige la realidad no tiene porqué generar trabajo

La ciencia ha conseguido encontrar un lugar para las cosas que no se rigen por su modelo racional más directo. En ocasiones, la energía que no trabaja también repercute, y buscamos modelos más ondulatorios que puedan abarcar parte de los resultados. En mi novela a esos modelos los llamo ebanis.

¿Qué tendrá que ver esto con el Libro de Thot?

Sin llegar a hacer spoils, pues para eso están los comentarios (previo aviso escribiendo SPOIL), cada vez que se lee la palabra conjuro, magia, etc..., se usa la palabra ebani. Es un término clave que utilizo para que todo encaje mejor. 

Para entender, por tanto, lo que significa la Magia en mi novela antes se debe entender cómo son los distintos ebanis.


Y cómo son interpretados desde abajo, por nosotros...


Cuando en el mundo de la parapsicología, la magia y los ebanis no tienen porqué estar vinculados, en mi novela se vinculan y, de hecho, lo entremezclo con lo que se menciona como canalizaciones. Cuando en la parte amarilla uno de los protagonistas se compromete en resolver un conflicto, éste dice que lo hará, pero sin usar las canalizaciones..., ¿a qué se refiere? 

Eso se produce porque él es temeroso de la magia y sus consecuencias: la magia provoca que un mundo entero cambie o pague por el acto en sí. Es decir, si decimos que existe un limbo entre lo coherente y lo deformable, es ahí donde ubico los hilillos de la incoherencia, para marcar los cambios que pueden provocar una deformación en las leyes conocidas.


Se va haciendo registro de cómo se invoca a los ebanis, que no son sino mundos ansiados por existir y, para ello, los vivos canalizan su presencia en forma de poder mágico. Es como traer una incongruencia a tu cuerpo para obtener alguna ventaja en este mundo. Pero claro, ¿quién se cree que es capaz de tener un registro más completo que el de propio Thot? ¿Quién se cree lo suficientemente buen alquimista como para albergar las transformaciones prohibidas por la ley natural y entender sus canalizaciones hacia otras estructuras sin perder algo importante por el camino?


Es esa partida contra la que juegan los hijos de Nut contra Thot. Una historia que bien pudiera haber sido reflejada en el libro de Thot, si no fuera porque ese libro oficialmente no existe, claro.

En mi libro, los hijos de Nut serían los papis de las galaxias - cuando leyó esta parte Solux me preguntó que si seguro que quería ponerlo así. Cuando una persona te pregunta que si está uno seguro de hacer las cosas como las hace como las ha hecho, quizá es buena idea recapacitar, pero en esta ocasión la expresión no era del narrador, sino de Lucía, así que me libro.

Van a decir que tengo obsesión con este actor, 
pero la verdad es que necesitaba una imagen de la novela de Orson Scott Card.
Los papis esos son los científicos que en mi novela se preocupan por el bienestar del universo y, al mismo tiempo, se valen de toda su tecnología para intentar averiguar cosas de trascendencia: como lo que consideramos misterioso. Desde nuestro punto de vista, podríamos decir que están más obsesionados con los programas de Iker Jiménez que con las tonterías de edad de piedra que se hace en la NASA. Otra cosa es que esos personajes se preocupen de que no destruyamos el planeta y tal..., pero también es cierto que esas cosas también suelen denunciarse en ese tipo de programas, así que ya podemos tener una imagen de qué tipo de programación de televisión suelen tener esos figurines.

El caso es que me lo estoy pensando, ¿por qué no llamarlos los hijos de Nut? Porque luego tendría que explicar que Nut es el cielo y el libro sería más largo ¿Por qué no llamarlos anunakis? Porque es  sería annunakis, lo primero sería hijos del cielo agua, lo segundo no... (en realidad todo anunnak, o anunak, es hijo del cielo, pero su nombre indica una naturaleza diferente).

Total, que los llamé así. Dicho por adolescentes suena lógico.


El lado misterioso de la magia no está en los nombres, está en cómo interpretamos la silueta que deja las partes coherentes de la historia ante la poca luz que se refleja en los retrazos de nuestro entendimiento. Esas partes coherentes vienen exigiendo el desear vivir y existir y se aferran a nuestro mundo.

El capítulo al que hago referencia busca seleccionar quién es la especie más adecuada para salvar el universo y, en ocasiones, no nos damos cuenta del valor que tiene nuestro alcantarillado.










Si tenéis algún comentario sobre
 el libro de los muertos, de Thot y cosas de esas,
no olvidéis comentar.