sábado, 8 de julio de 2017

Microrrelato. Las informaciones no difundibles.

Hoy voy a tocar un tema 
de utopías políticas
en mundos muy lejanos
que están hoy, ayer y siempre


 Microrrelato. Las informaciones no difundibles.

En un universo como el nuestro, tan plagado de alienígenas, invasiones, burocracias y mucho mercantilismo..., lo que se ha convertido en objeto de preocupación extrema ha sido que las masas salvajes no pudieran ser controladas para su propio beneficio.

Algo muy propio de los entornos más salvajes, de nivel 3, suele ser el no reconocer los distintos niveles de secreto que deben adoptarse dentro de las redes de difusión globalizada. Igual que debía existir un mecanismo de intercambio global de conocimiento, que era redactado por los traductores encargados de sintetizar la mentalidad de cada civilización, también debía reconocerse un protocolo de actuación para darle ventaja a la gestión del ejecutivo.


Desde el punto de vista de los que gobiernan, en cuanto a que llevan a cabo acciones ejecutivas ya no son representativos salvo de ellos mismos; y para poder cumplimentar los informes oportunos a los representantes de la Confederación, antes deben valerse de mecanismos de control estadístico que sirva de autoevaluación. 
Sin embargo, existe un problema, si los pueblos salvajes descubren que están siendo observados por extraterrestres con una tecnología superior, entonces el momento de la revelación se podría dar por iniciada. Considerando las intenciones de los llamados orcos del espacio, sería normal pensar que algún comandante alienado con esas hordas tuviera la intención de fingir alguna clase de error y desvelar la realidad entremezclada con la ficción preparada.


Sin embargo, las sanciones previstas contra estos ministrables abarcan para la Confederación todo un listado de tipificaciones diversos a partir de los protocolos de control emitidos para cada sesión de control de los Sabios de la Confederación con sus relativos comandantes en ejercicio, así como con el resto de los ministrables. En ejercicio de sus funciones, los brigadistas pueden llegar a vetar la comandancia de un ministrable en virtud de las estadísticas resultantes y, por tanto, cualquier afán de manipular tales estadísticas conlleva al comandante a un posible consejo de guerra.


Es por ello que cada Confederación suele rendir cuentas por todos los pueblos salvajes a los que han sido capaces de civilizar en el ejercicio correcto del proceso globalizador del planeta. Sin embargo, los comandantes tienen que hacer justo el ejercicio contrario; razón por la cual los burócratas suelen desear prescindir de tales estados de guerra y, al mismo tiempo, los propios ministrables buscan la manera de institucionalizar su posición dentro del poder el máximo tiempo posible como tecnócrata.

Registro fa6b3c :: 245.23.43.54: JMDR. Las informaciones no difundibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario