lunes, 8 de febrero de 2016

Y la ley nos dará la razón

Dicen que los que aún tenemos Principios estamos en la Caverna
Dicen que Defender los Derechos de los Indefensos es duro de más
Se posicionan en posturas contradictorias
No afrontan el debate
Y se inventan Hechos para condicionarse a sí mismos
Esos son los nuevos progresistas
Y parecen mayoría


La invasión zombie ya ha llegado. Teníamos a unos cuantos por la derecha. Ahora se nos han colado por la izquierda. Es mucho más espeluznante de lo que mucha gente se piensa. Dudo que queden escaños representativos en el futuro Congreso español con algún atisbo de cerebro en sus moradores. En fin..., siempre me quedará el Partido Comunista, como dirían algunos.

Lo conseguiste: nos has entregado el fin de la mascarada.
Nadie pregunta por los que denunciaron. Nadie pregunta por la policía. Nadie pregunta al juez. Ya está el juicio hecho. Sus certezas son las mías: estamos hablando, por definición, del corporativismo más perverso. El que se monta una conspiración a partir de hechos puntuales.

...establece y mejora LA LEY de educar a la gente común
Se mueven por la visceralidad, sin orden ni concierto. Se contradicen entre ellos, pero no les importa: lo que importa es el Partido. Una y otra vez más vemos el corporativismo más perverso que existe: el que no incorpora ni contenido, ni debate, ni formas. Sólo contradicciones, contaminaciones y muchos prejuicios. Un montaje perfecto para la tormenta perfecta contra la democracia.


Es muy difícil dar a entender las maldades de la OTAN. Pero ellos lo consiguieron en su tiempo. La historia le dará la razón a quien la tenga, no se pueden borrar todas las huellas. No se puede contaminar eternamente la verdad. Porque no importa que institucionalmente se pueda tener razón: el problema es que la máquina de los medios ha aprendido a generar una realidad a base de presiones en contra de la oficialidad democrática. A golpe de conspiración. Eso es un golpe de estado. Y en España ya hemos vivido unos cuantos.


El odio se enseña. Te lo tienen que enseñar de pequeños a base de violencia. A base de golpes de vergüenza. Te lo pueden enseñar trasvalorando conceptos para contaminarlos. Te lo pueden enseñar a base de destruir esa palabra tan extraña: la inocencia.


En momentos como estos, me muero de ganas de irme de España y acabar en Bulgaria..., un país donde se ama a los niños, un país donde la mafia es mafia y donde todo acto social tiene su contrapartida. Si los únicos problemas que he tenido ha sido con los políticos, está claro que en Bulgaria no tendré ese problema...

Ahora están intentando hacer creer que hacer cumplir una ley severa es por venganza. Las leyes son severas por dos motivos: no se piensa que las leves den tiempo a reinsertar a los individuos, o no se cree que algo más leve sea ejemplarizante para terceros que quieran asumir la pena. Ser revolucionario supone aceptar la Ley, y ejecutarla tragando lo que haya que tragar. Si está prohibido levantar el brazo en Alemania por enaltecimiento de los nazis, está prohibido y se asume. Cualquier otra opción juega con los favoritismos.


Al fin y al cabo..., los que están montando el lío, en el fondo, sabemos a qué juegan. Todos los del Congreso están en el mismo bando. Todos son lo mismo. Ni de derechas ni de izquierdas. Ni ecologistas, ni anarquistas. Todos son lo mismo: puro y sucio corporativismo. Algunos más conspiranoicos. Otros menos peligrosos, al ser menos falsos. Pero en el fondo están en el mismo barco.





Bueno, creo que va a tocar que explique
el modelo educativo usado en mi libro
quizá así se entienda lo que para mí
es la ontología del mal.







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