viernes, 18 de septiembre de 2015

La palabra eXcepticismo.

Quisiera tocar un tema que es posible que provoque críticas negativas en mi contra: he querido conformar una palabra nueva, el excepticismo - la obsesión por buscarle a todo una excepción.


¿Cómo sería un mundo donde lo que hoy día es objeto de especulación por Youtube, en ese futuro alternativo fuera la realidad indiscutible? ¿Cómo debería de actuar un buen escéptico?

Rezan los cánones del buen gusto, que para ser objetivos antes hay que actuar con escepticismo. Sin embargo, ya Russell advirtió en uno de sus libros de cuyo nombre no puedo acordarme - pero era al principio y en referencia a un pensador español, que no podía permitirse el lujo de ser completamente escéptico en todo. Es decir, hay un límite al escepticismo. Cuando se juega con ese límite, yo lo llamo en mi libro excepticismo: la tendencia a ponerle una excepción a todas las cosas.

Es una preocupación adecuada. 

De todas las imaginaciones e inventivas más perversas 
la de la plena consciencia es la más ciega
porque actúa con retardo.

El saber de un buen escéptico supone saber cegarse donde corresponde. Saber actuar sin pensar. Se trata de moverse de manera que sus actos no hagan daño a los suyos y de pensar de manera que los siguientes actos sean más profundos. 

Uno de los protagonistas de la obra es una persona muy experimentada que necesita saber, y tiene el culto por el conocimiento. Pero no se vale de lo que le dicen, sino del reflejo que deja cada autor en su obra; de su huella. Por eso es historiador del arte, porque en realidad es un escéptico. Y necesita suplir su vocación del saber mediante información no interesada.

Imaginen, por un momento, que a Iker Jiménez le llega el aviso de un OVNI rosa que emite destellos de arcoiris mientras van saliendo..., aguanten..., creo que esa película la han puesto en el cine..., no, era de videojuegos. El asunto es que, por mucha verdad que quiera defender, su programa tiene una estética, y esa estética obliga a cegarse con según qué conceptos: mientras los hombrecitos sean grises, ok..., pero como tenga pinta de Hello Kitty, aquí hay algo chungo, y pasamos del tema. Pues bien, digamos que ahí se está ejerciendo un límite al escepticismo, se ha adoptado un criterio sobre qué vamos a aceptar y qué no: se trata de la cuarta gran verdad del budismo, el relativo a los caminos que adopta el ser humano.



Pero no nos liemos, el excepticismo es algo contra lo que he luchado toda mi vida: se trata de intolerancia disfrazada, se trata de pura envidia o, simplemente, tontez. Cuando algo tiene patas de gato, bigotes de gato, orejas de gato y cola de gato, es correcto admitir que podría ser una gata, ¡pero no vale cuestionarlo todo hasta el punto de aceptar un tigre! Podemos volvernos locos decidiendo qué parte de la información pueda ser real y qué falsa, la vida hay que vivirla más y pensarla menos.

No pretendas ser más consciente de lo que debas, pues todos estamos locos.
Creen muchos científicos que el uso de la razón les hará libres, cuando en realidad la razón es como la métrica en la poesía, la razón es como la duda razonable en Derecho, la razón es como lo medible dentro de la realidad, o lo expresable dentro de lo que se siente..., la razón, es de poco a nada, incluso para la ciencia, pues la ciencia también necesita de la filosofía, cuyos postulados son elegidos irracionalmente - toda una locura proveniente de la experiencia.


Pero la cosa es bastante más simple si nos paramos a mirar lo que tenemos delante. Algunos siguen discutiendo: "No les dejemos entrar porque no sabríamos qué hacer con ellos", pero yo les diría: "Cuando estén dentro ya lo decidiremos". El excepticismo nos obliga a rechazar, a no lanzarnos, a no intentarlo..., cuando debemos hacerlo sí o sí.


¿De qué tienen miedo realmente? En mi libro aparecen unos sujetos que están apartados de la sociedad: aquellos que querrían seguir como antes. Los llamaba los notkas..., merecerían una entrada propia. A pesar de que viven apartados, la sociedad no tiene unas barreras del todo bien definidas: eso ha desaparecido; incluso existe un doble final para uno de esos personajes tan poco agraciados, un doble final donde se ve cómo acaban reinsertados de alguna manera. 

Ese enfoque que le doy a los más miserables no tiene nada que ver con cómo ve las cosas Victor Hugo en su famosa obra. Odio sobremanera esa obra, razón por la cual hay que verla y darse cuenta de su absurdo: exponer el absurdo para que comprendamos la estética de la razón humana.

¿Me va a decir el Sr. don Victor Hugo que cuando se coloca incluso a un mal hombre en una posición de responsabilidad se convierte en buena pesona?

¡Yo a este le metía los dos candelabros por donde yo me sé!
Mi idea de reinserción no implica tan conductistamente de que el individuo se volverá buena persona, de hecho, reconozco el cinismo, la hipocresía..., de eso hay mucho en mi novela. Y creo que le dedico un apartado muy especial en varios capítulos. Lo que es una ironía para todos es puro cinismo para el responsable.



Y es que en España, por ejemplo, hay excépticos que aseguran que los contenedores no se visitan para comer - que ya tenemos una cobertura solidaria que es suplida a nivel autonómico y municipal. Claro, por eso multan a los que rebusquen en la basura. Todo girando una de las hipótesis más miserables que jamás he escuchado: que el que es vagabundo en España en realidad forma parte de una teoría conspirativa para fingir que es pobre, cuando en realidad cobra mucho dinero por ello.

¿Teoría de la conspiración? ¿Para eso hacen gala de su excepticismo? ¿Por ahí ronda la estética de su duda razonable? ¿Qué es más fácil de pensar...?

Intereses por parte de los corporativistas
Al final, si fuera por el excepticismo, no hacíamos nada. Todo parece difícil, imposible. Hay consejos que parecen imposibles también, impensables. Entonces los dejamos apartados ¿Habría volado el Hombre con ese pensamiento? ¿Se habría hecho todo ese montaje del viaje a la Luna si no se creyera en lo imposible? ¿Habría sido capaz el humano de trasportar la energía y distribuirla? ¿O de llenar todo de un enredado de energía o información? No es cierto que nada sea imposible, lo que pasa es que los que no son capaces de hacer posible lo necesario representan la apatía de todos nosotros, que es el macroser con el que nos sentimos identificados.

Quien no lo crea así tiene un problema
En esta novela también dejo un hueco para un suceso que ocurre en un avión, con terroristas, golpistas, etcétera..., tiene que ver con todo esto, pero es largo de contar..., ya habrá otro momento.


Pues eso, ya basta por hoy. No olviden comentar, no quiero sentar dogmas.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

No todo debe tener sentido, pero la lucha es siempre por un motivo.

La condescendencia es capaz de salvar al inútil
 para decir que en realidad es un individuo que genera polémica. 
La contaminación no hace pedagogía, puede incluso aumentar la morbilidad en una sociedad.


El libro Luces y Espectros no es un libro que va sobre la humildad, sino que es muy adanista - porque pretende implicar al lector en un viaje hacia la consciencia del mundo en el que vive según este autor.

Sin embargo, sí es cierto que en un capítulo al que llamé Confrontación en la parte amarilla le dediqué un momento a la necesidad de no ser orgulloso. Cuando se pierde se ha perdido. Sin embargo, no dediqué un capítulo a la obsesión.


Ra, el tonto condescendiente; prefiero el estilo de Visnu el implacable

Cuentan las crónicas egipcias que Ra fue visto por su gente como un vejete. Ya nadie le tomaba en serio, era un diosete de segunda. Así que sus colegas las divinidades le dieron el típico sabio consejo: manda a tu hija la leona y que infunda el terror.

Y así lo hizo, pero al verla tan fiera y tan cab...a, se valió de sus malas artes para llenar la tierra de vino, allá donde su hija bebería - y es así como se emborrachó y no mató a ningún humano. Al ver lo dócil que se había vuelto le cambio su nombre por otro mucho más dócil. El bueno de Ra... Y yo me pregunto, ¿y todo esto para qué? ¿La gente empezó a respetarle sólo por haber emborrachado a su propia hija, que ahora era tonta y mansa como su padre?

Las crisis de valores desde siempre se resuelven con apocalipsis, tontolaba
Las personas, por regla general, suelen afrontar la realidad de manera muy quijotesca: intentan darle sentido a todo, se creen que se encuentran en el centro del universo. Entonces descubren una gran verdad: que no pueden saberlo todo. Y aún hay quien quiere seguir manteniendo que todo se rige por un plan maestro que la humanidad es capaz de entender, una vez más mantienen su hidalguía..., buscan ese trozo de terreno del que creen que son poseedores en el más allá.


Se creen que la verdad tiene explicación que se desconoce pero que se entiende. Sin embargo, verdades hay muchas, ¿todas van a estar hiladas de manera que una persona las comprenda? 

La razón por la cual la gente se enfrenta sí debería de poder entenderse, debería de ser incluso fácil de comprender. Porque no hay nada más simple como un cadáver.

"Te has quedado tan cerca..."PROMO: 2 Menús infantiles por el precio de uno
Si le preguntáramos al amado presidente, flamante premio nóbel de la paz, o a la flamante premio nóbel de la paz la Unión Europea, cuáles son los motivos del bombardeo, sus respuestas serían claras y de lo más evidentes. Nos lo dejarían bastante claro. 

Lo que querían era mejorar Siria:



Ahora Siria está muchísimo mejor que antes, no les consultó a los Sirios, pero claro: si hay terroristas, ¿cómo se acaba con ellos? ¿Cómo se acaba con terroristas que no atacan a países del eje de Israel/EEUU? ¿Cómo se acaba con terroristas que se las dan de musulmanes pero que están encapuchados y hacen cosas que los terroristas musulmanes nunca habían hecho ni imaginado?

Pues está claro:

Esa es la Siria que quieren: cuantos menos musulmanes haya, mejor. Esa es la solución al conflicto para los..., ¿para quienes? ¿Es posible que haya un sólo garrullo sobre la faz de la Tierra que encuentre razones a estos conflictos? 

Las tradiciones son muy propias de los pensamientos más quijotescos, y son éstas las que marcan una razón de porqué se tiene que mantener una relación basada en el dolor, la falta de empatía..., divertirse a costa del otro.


En mi novela hay un sitio para cuestionar cómo estamos hechos, de entrar en comunicación con la naturaleza. Pero también hay momentos de enfrentamiento absurdo entre especies, enfrentamiento porque no se comprenden, no se entienden..., cuando algo así ocurre está claro que el más avanzado de los dos contendientes es, al mismo tiempo, el más imbécil.

Im-baculum: que no tiene báculo (bastón), criterio
Cuando los individuos muestran su lado más inhumano, sólo les justifica su falta de cultura, su poca visión de contraste, su intransigencia, su incapacidad para ver más allá de sus narices, su obsesión por repetir los errores del pasado,...

Es por ello que en mi novela menciono al Imperio de la Obsolescencia: aquel que construía, construía y construía..., producía, producía y producía... 



Y más coches, y más coches, y más...


Y más, y más...., todos nuevecitos, sin estrenar.



Y todos estos coches, ¿de dónde viene? De la idea de que producir más es mejor. Lo que pasa es que si no se vende, tampoco lo regalan - porque sería "peor". Por eso el capitalismo tiene su propio cementerio de coches, es el precio por el corporativismo, la defensa de los que tienen más. Es una clara imagen de la incapacidad que se tiene para aportar a este planeta absolutamente nada. 

¿Para qué tanto esfuerzo en trabajar y producir todos y cada uno de esos vehículos? Que nadie busque el sentido de la vida si no es capaz de dar explicación a ese tipo de cosas: en el día del Juicio Final, si existiera, ningún capitalista sería aceptado en el Reino de los Cielos.







Suficiente por hoy, espero que os haya gustado mis reflexiones.
 Recordad que estos temas aparecen mucho en mi libro. 
No olvidéis comentar, no quiero sentar dogmas