jueves, 5 de mayo de 2016

Microrrelato. La verdadera tecnología que no es traducible

Es posible que exista un lenguaje ideal para explicar la tecnología
un lenguaje que aborde los problemas de la lógica de una manera inteligente
si fuera así, puede que traducir de ese lenguaje a otro sea tarea difícil
o puede que, simplemente, sea absurdo.



Microrrelato. La verdadera tecnología que no es traducible.

Es bien sabido que en nuestro sector galáctico existen múltiples civilizaciones que desarrollan lenguajes en diferentes momentos de su vida. Cuando estudian primaria se les enseña las cosas en un lenguaje social sometido a un doctrinamiento filosófico sencillo, donde se pueda identificar fácilmente lo destructivo de lo constructivo, de lo idealizable.

Cuando en la Tierra ponían series donde las mujeres más inteligentes e independientes eran extraterrestres y se comían ratones, mientras que las más sumisas sometidas al modelo del patriarcado habían conseguido estar por debajo del macho alfa después de doctorarse en biología..., la confederación ponía el grito en el cielo por lo retrasados que estábamos ¿Qué clase de cospiración era esa de que los reptilianos debían ser idealizados por mujeres que ansiaban la liberación del patriarcado? Era una educación subversiva e impropia. Por eso, en todos los planetas se considera la enseñanza del odio como algo que se calcula con un lenguaje algebraico: si la emisión de un programa tiene demasiados mensajes de odio aumenta su clasificación de edad.

A medida que los niños se hacen adultos, en todas las civilizaciones se desarrollan las lenguas propias dentro de sus estudios superiores, además de la lengua común  de la confederación relativo a la rama científica. A pesar de que podamos reconocer cuatro ramas no ha sido necesario más que tres lenguas diferentes para hablar del desarrollo profesional.

La misma lengua que usan los ingenieros es la que usan los filósofos y, al mismo tiempo, la que se usa con los niños de preescolar. Por otro lado, la lengua social es la que se usa con los niños de colegio y, para las ciencias sanitarias, se valen de una lengua que conjuga los sesgos biológicos, junto con su calado religioso y formal.

Han sido muchas las controversias con respecto a la lengua de los sesgos biológicos ¿Por qué el lenguaje de la clasificación de las plantas debía estar lleno de sesgos cognitivos? Este punto es el que provoca la discrepancia con los que podría ponerme a llamarlos los aristotélicos. Muchos podrían cuestionarme mi labor como documentador puntual al tener que inventarme términos como orcos, naturalistas o aristotélicos, por ejemplo, sin embargo hay que comprender que el término original está definido en la lengua de los ingenieros, cuyo único parecido a nuestras lenguas es el Lojban. Se me antoja, con esa combinación absurda de sonidos que precisan el tener que reproducir en castellano según que neologismos ridículos de mencionar.

El lenguaje de las ciencias sociales suele tener ciertos problemas a la hora de clasificar a tales grupos, debido a que no puede hacerlo de una sola palabra, sino valiéndose de sus pilares fundamentales. Es por ello que este lenguaje no es apropiado para lenguajes que evolucionan. Ahora bien, según dicen los aristotélicos, que se dividen entre orcos naturistas y cazaorcos confederados, la forma más sana de evolucionar debería basarse en el doctrinamiento filosófico que se rija por las Grandes Verdades, sean cuales sean. Es ahí cuando aparece una distinción entre civilizaciones, porque los orcos que se consideran aristotélicos hacen tratos contra la Confederación para crear vida según la Doctrina. Y el problema es que la Doctrina no está estandarizada, por lo que acaban siendo clandestinos para la Confederación.

Sin embargo, entre los aristotélicos, cuando se trata de oponerse a esos iluminados que quieren adelantar el curso natural de un individuo para comprender el mundo donde vive, la manera forzada de evolución debe ser marcado por los estándares ecológicos definidos por la Confederación. Por lo que se rigen por el lenguaje social, en aplicación extricta de las normas aprobadas por la Confederación. Muchos de éstos son zetianos, que investigan lo que llaman la Regresión Vampírica: el proceso que permite hacer que una especie recupere sus cualidades puras mediante la modificación genética.

La Confederación reconoce las complicaciones vertidas entre los propios zetianos, que son capaces de albergar como propio casi cualquier doctrinamiento e incluso matar por ello, y sus experimentos con la eugenesia no tiene parangón.


Es por ello que la Federación ya previno mediante el lenguaje de sesgos la formulación de los lenguajes madre con las que las especies se sienten más naturales para diversificarse con todo su dinamismo. No es tarea fácil comprender los principios morales que encierra el formalismo de la existencia de la perfección o el infinito, si luego éstos van a ser la base para que esas disciplinas sean desechadas, pero de ahí se consideró el nacimiento de las lenguas para que los pueblos salvajes evolucionen siendo conscientes de sí mismos.

Comprimido + Codificado  = indescifrable
Sin embargo, no todas las culturas mantuvieron las raíces del lenguaje de la Federación para la adecuada lectura dinámica. Éstas lo versionaron mediante sus propias licencias y readaptaron las enciclopedias, mapas y esquemas según su doctrina salvaje. Esta clase de ayudas a la evolución no suponen un sorpaso traumático y, de hecho, los estándares intentan centrarse en los sesgos de los individuos para dar a conocer el siguiente avance que les corresponda.

Aún así, ¿qué pasará, dicen los aristotélicos, por parte de aquellas civilizaciones cuyo lenguaje hayan sesgado tanto que al final no puedan ni imaginar el paso decisivo? ¿Acaso no podría condenar esto a las civilizaciones salvajes? Los zetianos no aristotélicos suelen discutir este trance, y aclaran que, en tal caso, hablaríamos de civilizaciones ganado. Y, de ahí, la consabida cuestión del holocausto que, si bien es aceptado con el fin de aprovechar el buen sabor que tienen para sus depredadores naturales, también se considera en la Confederación un acto de barbarie el desear plantear tales cuestiones.

Registro 5faa13 :: 245.23.43.37: JMDR. La verdadera tecnología que no es traducible.