miércoles, 11 de mayo de 2016

Poco a poco lo estoy visualizando

Consiste en la destrucción de todo
Los grandes descubrimientos no son producto de una mente brillante,
en realidad son producto de un consentimiento mutuo.
Cuando la gente no está preparado para el viaje no importa
cuántas puertas les pongamos, no pasarán el umbral porque no verán puerta alguna.


En la novela Luces y Espectros, como ya mencioné, hay sitio para las injusticias que no serán resueltas. Pero no por ello tiene que acabar mal la novela. No tiene porqué considerarse que hay algo suelto, o malo. Contemplar la posibilidad de hacer un último viaje y fracasar, no ser capaces de ser escuchados, es algo que habrá que asumir.

Se trata de la última inversión antes de abandonarlo todo. El viaje del hermitaño le lleva por un camino donde el día a día podría convertirse en una tortura continua. De ahí la justificación de los acontecimientos, de cómo acabe todo ¿Qué hacer cuando no haya evidencias de que haya UNA sola persona a la que le interese los resultados más increibles que se han vivido en este planeta? Entonces, ¿cómo compartir lo que hasta ahora no se haya dicho porque éso sí traía dificultades?


La soledad es una sensación que genera el cuerpo para convertir al individuo en un hermitaño. Todos los animales necesitan sentir soledad para que se puedan convertir en nómadas o, como explico en la novela, en hebreos. Sin embargo, ¿es posible emprender viajes para volver? ¿Acaso eso forma parte del plan? Sólo se puede volver cuando hayas terminado de ir, pero el hermitaño no es alguien que ha llegado a ningún destino, es alguien que buscó una utopía que, con su muerte, pudo culminar. Se trata de un trayecto a medio camino de algo, a la espera de encontrar, por lo menos, un pupilo. Lo cual es muy difícil de ver, cada vez más.

Hay que ver las cosas con frialdad, ¿acaso no estáis tratando ya con un hermitaño? ¿Acaso no emprendí el camino hace tiempo y me quedé atorado en el punto de partida? Las ideas pueden tener mucha difusión, pero los Principios pesan porque te sostienen: si los abandonas prostituyes tu tiempo para fomentar la mezquindad en los demás. Abandonar los Principios es algo que sólo hacen los pedantes que gustan de reirse de cómo su entorno acaba destruido. Pero, por otro lado, el hermitaño que busca influenciar, ¿acaso no contamina con sus intentos a los que podrían tener una vida mucho más simple sin su presencia? Se hace evidente, y racionalmente todo apunta a una única dirección.

La pena ilusionante es el último viaje.

"Hay quien se preocupa de cosas lejanas mientras nuestros vecinos y hermanos son olvidados",
al final a nadie le importará el Sahara.
El ayuntamiento de Cartagena, que no hace falta decir que también ha ignorado estas problemáticas, tiene una política sobre el tipo de plataformas que pretende impulsar. Pan y circo. 


Se gastan millones en organizar eventos deportivos, en patrocinarlos. Lo cual está bien pero, por muy poquito, lo que es mucho menos, podría multiplicar la inversión en cien, mil veces..., o incluso más. Luego podría pensar uno, ¿por qué no introducirse entre toda esa gente y conformar una pequeña sociedad? Lo vengo sospechando, he olvidado eso de relacionarse.

Entonces, ¿qué pasará con esas cosas que están por ver? ¿Si se hicieran públicas serían leídas siquiera? ¿Sabrían ser aprovechadas? ¿O sería más alimento de los mezquinos con ganas de apropiarse de tales trabajos?

De todos los personajes de la novela, el que tiene el destino más incierto es el del científico que fue ignorado por tener razón. Que acabó destruido y sucumbiendo a la mezquindad de un mundo ruín. Le di la oportunidad para que los más viles tuvieran un momento para ser escuchados y aclamados. Los que más odiamos con un pasado odioso que no le queremos a nadie: el lado oscuro de nosotros desvelado debido a alguna cruel causa.


Creo que va siendo hora de que vaya abandonando el pretender redactar artículos en idiomas no agradecidos. Cuando no hay intención de leer nada...