miércoles, 18 de enero de 2017

Menudo peliculón en Wikileaks

¡Anda que menudo culebrón!
Que si Assange se entrega a cambio
de uno de sus mejores confidentes...
 Que si Obama acepta dos días antes de entregar el poder...


Levantarse congelado esta mañanita, que oficialmente corresponde con la más fría del invierno en España, aunque yo recuerdo peores..., pues está bien. Los proyectos que cada cual tenga que afrontar se verán impedidos por varios motivos. En mi caso, cada diez minutos alguien irrumpirá en mi tienda para preguntarme si hay prensa, "no, no hay prensa en el hospital", si quieren subirme el precio del alquiler lo harán cuando o como quieran, cuando una carta no me llegue con una factura automáticamente me la reexpedirán a través de Hacienda sin previo aviso - con multa, si intento contactar con un proveedor para que se aleje de la ciudad a mi kiosko no hará demasiado caso a mis correos, la poca gente que se pasa por el hospital se quedan mirando mientras el parquing consume su poder adquisitivo porque tienen miedo de que los rateros les abran el coche en el parquing de al lado..., y esto es lo estructural y lo trivial..., luego hay más y más problemas. Cosas que asumimos como cotidianas. Ya sea de cobertura de servicios ante contingencias por parte de la aseguradora, por parte de las incidencias y roturas que provoca el hospital, la reducida seguridad que no da mucha cobertura a los negocios, o la propia accesibilidad... Todo esto, mezclado con la enorme inseguridad jurídica que nos trae nuestro modelo mercantil (el modelo liberal basado en sistemas dispositivos donde cada parte paga a un procurador y, si no eres capaz de pagar a una buena firma, entonces tienes todas las de perder porque detrás de toda la burocracia siempre se esconde la corrupción del sistema)...

Ante un mundo tan oscuro, que es el que conozca cada uno, y acepta porque no hay otra cosa: Assange ofrece entregarse, ni más ni menos, que a Estados Unidos y a su sistema judicial con cuatro acusaciones de delito sexual (no sé cuáles seguirán vigentes y tampoco cuánto tendrá que pagar para librarse de la condena - cosas del modelo de EEUU) a cambio de la liberación de la soldado Manning y así dar cobertura jurídica a sus confidentes - a su proyecto.

Eso era de lo que iba a querer hablar: de la cobertura jurídica


Es bien sabido lo que es el fuego de cobertura: el oficial manda abrir fuego contra el frente enemigo para iniciar una maniobra ventajosa. La cobertura jurídica, que los estudiosos suelen llamar en ocasiones seguridad jurídica, yo no lo haré porque me da la risa, consiste en todas esas maniobras que representan alguna clase de absurdo desde un punto de vista egoísta pero que se hace por un fin superior.

Poder acallar los rumores, ser libre más allá de la embajada de Ecuador, limpiar Wikileaks, dar apoyo a los confidentes..., todos estos objetivos se pueden conseguir a cambio de asumir un juicio que, a todas luces, será una farsa, pero que vale la pena plantearse. No hay que olvidar que Assange ya ha estado en la cárcel, él puede asumir esas etapas: lo que no puede asumir es la muerte de su Gran Obra.

En un país la Gran Obra es el Gobierno, cuando el Pueblo ve cómo le arrebatan el poder, observa cómo pierde su Gran Obra, y lo público se pervierte y se corrompe. Es la guerra continua por la calidad democrática: defender lo público. Pero defenderlo, ¿de cualquier manera?

Ya habré mencionado el sistema vertedero en este blog en varias ocasiones. La socialdemocracia lleva inherente ese modelo, y el errejomarhuendismo quiere implantarlo en este país: se trata del modelo en común que tiene Manos Limpias y, paradógicamente, Santiago Carrillo..., sí, los extremos se juntan: hacen peculiares bodas. La socialdemocracia hace mezclas peculiares..., y su principal método es la cobertura jurídica

Voy a recordaros en qué consiste el sistema vertedero: tienes a un grupo de personas hacinadas en un club de campo, entonces a algunas no les gusta ese modelo, como la socialdemocracia no acepta esa posibilidad, automáticamente esas personas son rotadas, nunca despedidas, y acaban en otro club de campo. Como eso no va a resolver nada en algunos de los casos, poco a poco irán siendo desplazados a otros clubs de campo..., por Polonia por ejemplo. Así, hasta que llegan a los sumideros del sistema vertedero: aquí podéis traerlos, pero no salen..., como en Mauthausen, campos de exterminio.

Este modelo ya fue criticado en la novela "La máquina del tiempo", intentando mostrar hacia dónde tendía la sociedad actual. Hay que mirar los problemas de frente: se han hacinado prisioneros en Paracuellos, ¿qué hacer? ¿Se marcha, señor? Que se encarguen las SS. Dicen que no tienen nada que ver los unos con los otros, pero el comportamiento más fundamental es el mismo: llevan a cabo la misma cobertura jurídica. Defienden su proyecto de la misma manera. Manos Limpias defiende la limpieza en el seno de los funcionarios, pero si éstos apalean a manifestantes también defiende su impunidad: la limpieza significa que puedan apalear sin rendir cuentas..., ¡eso es socialdemocracia! Así es como enfocan la cobertura jurídica: el que tiene más poder lo tiene para la impunidad.

¿Qué palabras creeréis que habré dejado para los que no rinden cuentas ante nadie? Pues bien, en la novela Luces y Espectros la socialdemocracia es cosa del pasado, una mal sueño, un comportamiento infantil ya superado..., los personajes, aun siendo crueles o no, al menos son responsables de sus actos. Son gente consecuentes: no son socialdemócratas, ni reales ni escondidos. No usan la cobertura jurídica para esconderse, para cubrir sus vergüenzas, para amnistiar sus delitos... Quien es responsable da la cara, de una manera o de otra..., y los personajes rinden cuentas de forma explícita o implícita (a todas luces o no), porque no hay que olvidar que es una novela de ficción. Y detrás de toda ficción debe haber un mensaje. El mensaje es que la impunidad es absurda: nadie puede defender ese tipo de modelos... Existen injusticias tolerables, pero esas son las que nos enseñan que debemos ser vigilantes.

Hoy día el funcionario hace su examen, gana el concurso: la socialdemocracia le da la suficiente cobertura jurídica para que jamás sea despedido. Pase lo que pase, haga lo que haga. Ocurra lo que ocurra. Por tanto, existirán sumideros donde las instituciones le hagan la vida imposible a los usuarios: la democracia pierde seguridad jurídica. Seguiremos pagándoles un sueldo, sabremos que es dinero que se tira a un pozo, pero luego aparecerá la izquierda rancia, esa socialdemócrata que defenderá instituciones públicas que son un desastre..., acusarán a los usuarios que denuncian de formar parte de un complot para acabar con lo público, otra de esas conspiraciones judeomasónicas, pero esta vez las acusaciones vendrán de los que se hacen llamar comunistas..., y de vuelta a empezar, se sigue alimentando el monstruo de la socialdemocracia. 

Pero hay más ejemplos, y muy dramáticos. Durante años se seguía sin saber qué era lo que provocaba que los alumnos de instituto agredieran a los profesores: ¿es tan difícil de entender que se intentaban hacinar en las clases alumnos que debían ser expulsados? La dirección del centro, completamente responsable, se valía de pensamientos socialdemócratas por los cuales la impunidad formaba parte del sano ejercicio cristiano resultado de una palabra muy tóxica: el perdón.

Alguien que no debería estar ahí. Le llora ante un juez. Lo hace, me lo contaron los policías. Un profesor de universidad acostumbrado a agredir a un mismo alumno de manera compulsiva e insistente. Sólo tiene que llorar ante un juez. Es muy fácil. Y éste lo perdona. Vista gorda. Hacinemos a este funcionario en esa institución. Digamos..., "orden de alejamiento". Mentira. Se denuncia, se vuelve a denunciar..., el que es compulsivo lo seguirá siendo, llore o no llore en el tribunal. El juez se inventa que la víctima no quería que se ejecutara la condena..., ¿Tiene sentido? Resultado: abandono la universidad. Una historia mucho más larga y compleja..., llena de muchísimos más absurdos. Todo salpicado con la corrupción, el perdón, el hacinamiento..., pero eso sí: meritocracia cero. Justicia cero.

Y me ha hecho gracia la petición de dos años de condena a una usuaria de Twitter por alegrarse de la muerte de Carrero Blanco. Según la costumbre, esa manera de contentarse se asocia a chistes..., por lo que era un chiste. Pero no, ese chiste se interpretó como una manera de apoyar a ETA. Cuando sólo oficialmente se asocia la muerte de Carrero a ETA..., algunos no estamos tan seguros de ese hecho. En cualquier caso, alegrarse de que el sustituto de Franco pereciera para ver cómo acabamos en la monarquía parlamentaria actual suena un poquito antipatriótico..., la verdad. Pero, ¿sabéis qué ha fallado aquí? ¿Aún no sabéis por qué en el fondo la petición del fiscal murciano no me sorprende?

Hace años al sobrino del presidente de la Comunidad de Murcia (si algún p*t* catalanista dice que Murcia es una región y no una comunidad que se meta sus absurdos por el...), alguien le dio una paliza. Yo mismo habré sufrido múltiples agresiones por los mismos funcionarios en la universidad, la policía actuó consecuentemente..., y eran soltados a la mínima de cambio. El agredido sólo tuvo que decir un nombre. Lo que pasa es que sólo fue necesario un testimonio intencionado por parte de un grupo rival para detener a una persona cuyo movil demostró que se encontraba a varios kilómetros de los hechos (porque, de hecho, vivía en otra localidad). Aún así, fue detenido en frío sacándolo de su hogar ¿Se entiende ahora un poco mejor por qué la fiscalía le pide dos años de cárcel a una twittera por hacer otro chiste sobre el cosmonauta Carrero?

Yo sí lloraría por el chófer..., pero a estas alturas..., ¿quién se acuerda del chófer? A mi juicio conmemorar la muerte de Carrero es conmemorar nuestra actual democracia, pero todos sabemos que nuestra actual democracia es una completa mentira para los propios jueces. Se trata de una continuación: los funcionarios son una clase superior más impune. Los usuarios, salvo que sean familiares de políticos, al no ser de la casta tendrán que asumir la presunción de ser mentirosos. Se trata de una dictadura institucionalista: hacia donde tienden todas las socialdemocracias. El sueño de Manos Limpias, de Carrillo, de Hitler, de Franco...

De la misma manera que vimos a Bescansa presumir el machismo de Inda debido a una medida cautelar, también vemos distintas medidas cautelares que se adoptan contra las personas por motivos de sexo y que trasciende a los medios de comunicación de manera difamatoria. No es de extrañar la clase de gobierno que nos espera, por la clase de juicios que emiten [a la par con las acusaciones que solía traer Inda, pero no se deben hacer los mismos juicios de valor sobre un periodista que sobre un político - puro sentido común].



Espero haberos ayudado a comprender
lo que es la cobertura jurídica
corregidme si me equivoco



martes, 17 de enero de 2017

Los nuevos sondeos electorales

Quizá sea cierto que los análisis electorales
ahora deban de cambiar de diagramas
Y, para ello, lo mejor es centrarse en la idea de marca


Japón siempre unos cuantos años por delante. En esta ocasión hablamos del modelo Ishikawa. En un Japón víctima de la humillante derrota de la segunda guerra mundial, con una industria preparada para competir, pero incapaz de dar la cara por la paupérrima calidad de sus productos, en un momento dado dieron un golpe en la mesa y dijeron: ¡revolución cultural!

Entonces cambiaron las tornas, empezaron fijándose cómo lo hacían en Europa y Estados Unidos, se copiaron el modelo, lo utopizaron aún más y lo perfeccionaron. Inventaron la idea de calidad y, años después, tras el éxito de la aplicación de tales conceptos un norteamericano, como si fuera un colono en tierras salvajes, se atribuyó la patente para estandarizarla a escala mundial.

En la novela no faltará las referencias al pensamiento japonés, sin embargo voy a irme un tanto a una descripción más trascendente de los objetivos de la novela; aunque en parte también queden reflejados. Hoy iba a hablar sobre el populismo y cómo puede afectar a todo el histórico que tenemos sobre el mercadeo del sistema de votos.


En la novela Luces y Espectros llegué a insinuar que la asignatura de religión sería sustituida por historia del arte. En esta asignatura quedaría reflejado todo el cronograma histórico por el que pasaron las civilizaciones más importantes del planeta, y así tener una visión de conjunto de cómo evolucionaron los dogmas y tradiciones varias, así como el estilo.

En un cronograma tenemos el análisis de las culturas y los pueblos, pero sin llegar a hacer juicios de valor. Los juicios de valor se ponen de manifiesto inherentemente por la exposición intencional de las fechas: cuando describimos unos acontecimientos en su orden cronológico ignorando otros acontecimientos, dando más fuerza a unos hechos y menos a otros. Dentro de esta dirección interesada, tenemos una visión vigilante de un mensaje a transmitir y, efectivamente, dentro de esta manera de maniobrar se encontraba el profesor de historia del arte: cada clase tenía un mensaje detrás, un objetivo.

Cuando pensamos en cuáles serían los esquemas. que podría tener Alejandro cuando pretendía demostrar a sus alumnos cuáles eran los dogmas, de manera que ellos mismos se percataran, podríamos imaginarnos los esquemas de Ishikawa porque, al fin y al cabo, si sabemos de un desastre y nos muestran una lista de posibles causas, la correspondencia se convierte en una tarea de fácil desempeño.


El diagrama de causa-efecto tiene como origen estudiar la calidad de un sistema y es, por tanto, una herramienta de los auditores internos. Huelga mencionar la diferencia entre una auditoría interna de una externa: la auditoría externa procura sancionar y dar validez de la estandarización de una empresa, mientras que la interna se centra en prepararse ante eventualidades. Ambas auditorías son imprescindibles. El caso es que cuando la revolución japonesa se expandió al resto del mundo para crear la idea de calidad total, los años 80 murieron y nació la administración de empresa, el mercadeo, etc...

Hoy día, debido a la aparición del populismo, cuando desde los '90 el mercadeo jugaba con los deseos de la gente ahora es la gente la que juega con lo que espera de su marca. Ya sea la bolsa o ya sean las urnas, someten las decisiones de mercadeo de las marcas, su publicidad y, de hecho, las encuestas corren el riesgo de ser cada vez menos influyentes. El egregor de la televisión, uno de los monstruos más temibles que estuvieron sometiendo a los medios, y que queda reflejado a la perfección en la película La red, ha llegado a osar el querer sustituir o remover arquetipos persistentes en nuestra civilización que afectaban a nuestros preceptos morales, así como las tradiciones más arcaicas. Hoy día, gracias al populismo, este egregor pega con más fuerza que nunca para provocar cambios en este continuo devenir.

Para poder controlar los efectos producidos a lo largo de la cronología se puede plantear el problema como si se tratara de la desaparición de una persona, como fuéramos los agentes del FBI en la serie Sin rastro. Dibujamos una línea temporal y vamos marcando hitos históricos en ciertos segmentos. Todas las flechas que caigan sobre un segmento temporal tendrán formato de fishbone y, si el segmento temporal se hace más grande, entonces el diagrama cronológico acaba convirtiéndose en el diagrama de causa-efecto.

Cuando se trata de descubrir a gente que ha desaparecido, es interesante atar cabos determinando qué fue causa de cierto hito, y quiénes fueron sus agentes. Es decir, la idea de normalidad dentro del comportamiento de la gente es la manera que tienen los policías de determinar dónde están los cabos sueltos. De esta manera, vemos cómo los votantes ya no se comportan como veletas a la espera de que sus amados líderes les digan hacia dónde ir: siguen al líder que menos odian, y les siguen con fanatismo y mucha falta de respeto todas sus tonterías. No les importan: usan a su líder para conseguir sus objetivos.

Como si fueran un cepillo para el pelo, se valen del político como si fuera un peine. Si éste no refleja sus odios entonces lo desprecian. Si éste no endereza sus enredos entonces lo desprecian. En otros tiempos el partido ofrecía políticas, hoy día ofrece líderes. El cargo desaparece y se impone el personaje. Era de preveer que el formato televisivo prevaleciera por encima del debate interno.

Discusión de besugos:
Ana Pastor: Dígame este aspecto de su programa.
Pablo Iglesias: Aún no lo han decidido nuestros votantes.
Ana Pastor: No me ha respondido la pregunta.
Yo: Ana, eres una imbécil.

Parece que la televisión es la que marca los tiempos y los hitos. Por lo que es la audiencia la que manda y la que sanciona a los partidos. De la misma manera, las instituciones democráticas del estado, como el sistema judicial, parece que debe ser sometido por los designios de las pancartas. Se trata de una visión de la realidad que puede llegar a ser muy triste e insostenible.

Pero el actual escenario es éste: el votante tiene intención de castigar, de vetar, pero no de participar, no de decir qué quiere. Así que tenemos los resultados electorales entre cada tiempo y, de ahí, un diagrama de fuerzas. Si dentro de la cronología se perdieron votos hay que plantearse por el primer hito de campaña que provocó que cambiara de decisión. Es ahí donde se apuntarán las culpas sobre cada uno de tales hitos porque, por la la ley Lithe: si algo es probable que haya pasado, entonces ha ocurrido en una cierta proporción. Si un hito electoral pudo haber hecho perder votos, entonces los ha hecho perder en tal proporción. Y, cuando antes este principio se podía usar a lo largo de toda la campaña, empero, ahora sólo se puede aplicar para el primer hito que provocó su cambio de decisión.

Se trata de un nuevo esquema que permitirá analizar qué es lo que realmente hace ganar y perder votos. Así, como si fuera una Poisson, ese hito se irá olvidando, junto con los fanatismos y los odios para volver a otro estado de normalidad..., hasta que ocurra el siguiente hito. Exactamente como cuando se medica a un paciente. El mismo esquema.


Suficiente hasta aquí
decidme algo






lunes, 16 de enero de 2017

El juego que te levanta de una depresión

Hace tiempo confeccioné
una dinámica de grupo
que era capaz de reactivar
incluso a gente perjudicada por las depresiones:
El poder benefactor del liberalismo


Pues sí, como habéis leído. Se pueden diseñar juegos para "medirse" y competir, para avanzar, para que en nuestra mente algo ocupe un nuevo hueco. Pero también para reactivar, para sanar, para sancionar malos flujos que nos han estado estancando. Digamos que cuando una persona se estanca en una sensación de ira continua, o de angustia..., corre el riesgo de que pierda las ganas de luchar y entre en una espiral de depresión.

Según mi experiencia, estoy seguro que estos casos de depresión, que pueden acabar describiendo cuadros de lo más diversos: desde la esquizofrenia hasta los hikikomoris, pasando por los maníacos depresivos sexuales que hoy día son considerados, según tengo entendido, simple y llanamente bipolares..., toda esta gente vive en un ambiente tóxico donde absolutamente todo se lo han dado ya hecho (por supuesto hablo sin saber, razón por la cual digo lo que me parece - hay que aprovechar el hecho de que no soy famoso y no tengo que preocuparme por la repercusión de mis palabras). Es decir, yo apuntaría a la familia y a la idea que debemos tener de lo que es el Patriarcado - insisto, principalmente.

¿Qué es el chovinismo? Ya Marx intentó explicárnoslo, pero se ve que lo hizo mal. Cuando a Marx le hablaron sobre la maldad de tenderos que especulan con los precios éste respondía que no se puede juzgar a quien forma parte del sistema de jugar bajo sus reglas: ¡eso es chovinismo! Por lo que todos somos chovinistas. Y ese es un buen punto de partida.


No faltarán idealistas que intentan hacernos creer que lo que mueve al comunismo es el resentimiento de las clases pudientes. Efectivamente, existe en mucha gente tóxica un resentimiento a las clases pudientes, pero las razones que mueven al comunismo es simple y llanamente la solidaridad: la responsabilidad que tenemos todos y cada uno de contribuir a la vez para intentar abordar los problemas de todos en su conjunto.

Sin embargo hoy quería hablaros de una dinámica, lo más simplificada posible en sus reglas, que cumple el objeto de activar los flujos cerebrales como lo hace el jogging con los músculos. no hace falta decir que, a pesar de que he probado todo esto con objetividad, el tamaño de la muestra hace que mis conclusiones no estén verificadas..., pero os voy a explicar la dinámica igualmente.

Cójase una baraja de cartas y un sistema dinerario (dinero de Monopoly o garbanzos). Cada jugador empezará con la misma cantidad de dinero y, en cada turno se repite un procedimiento: se le da la vuelta a una carta de la baraja (previamente barajada). Cada vez que se muestre una carta el jugador que posea la carta mayor de su mismo palo reclamará al resto de los jugadores la diferencia entre el valor de su carta y la carta mayor que tengan de ese mismo palo.

Por ejemplo: Si Ana tiene una sota de bastos, Bernardo un tres de bastos y Juan un rey de bastos, entonces si sale como carta un cinco de bastos Ana paga a Juan dos unidades monetarias, mientras que Bernardo le pagará nueve.

Una vez pagada la renta correspondiente, los jugadores tienen la opción de pujar por esa carta (o desecharla). De esta manera es como los jugadores pueden apropiarse de las cartas que vayan apareciendo. Las reglas de la puja son: uno avisa a los demás diciendo "yo", "alto" u ofertando directamente una cantidad superior. Si dice "yo" o "alto" deberá fijar obligatoriamente una cantidad superior (no vale echarse atrás). Una vez puesta la cantidad superior, se puede iniciar una cuenta atrás de hasta tres segundos para adjudicar la carta.

Cuando se adjudica la carta el último en pujar se queda con la carta, y le paga la cantidad pujada al penúltimo en pujar. Si no hubo penúltimo entonces se deja como bote para que se sume con la siguiente puja para el penúltimo que se la adjudique: este juego se juega sin banca.

En esta partida gana el que acabe teniendo más dinero que el resto.

Idea actual del liberalismo, reflejada de manera insostenible
El juego que acabo de exponer tiene las siguientes características: no es azaroso, no depende de que un jugador sea el primero en jugar porque no tiene mano, no exige un conocimiento complejo del lenguaje porque se usan pocas palabras, no exige ningún nivel de matemáticas más que ser capaz de restar, no es difícil de explicar las reglas, los materiales son accesibles..., por lo que lo pueden jugar niños, disminuídos y, al mismo tiempo, es lo suficientemente complejo como para suponer un reto para los propios adultos más académicos.

Además el juego, gracias al sistema de puja, no hace distinción de ningún jugador, ni admite corruptelas fáciles de manipular, para crear un modelo de participación muy activa incluso para aquellos que no se ven capacitados para activarse. Dispóngase, si es preciso, de una cierta cantidad de personas proactivas para generar esa activación en el grupo: ocurre que la regla del penúltimo beneficiario permite arrebatarle fácilmente a alguien el protagonismo sólo con decir un monosílabo.
De la misma manera, también es fácil tutorizar a los que se queden detrás reexplicándoles las reglas, sin que ello reste potencia al juego: porque el que gana no es por conocimiento de las reglas, sino por saber ser oportuno.

El oportunismo puede ser una virtud cuando pretendes crear un proyecto que sólo tú creas que eres capaz de ofertar. La vocación de cada uno suele ir en lucha continua con el oportunismo: ¿dedicarse a lo que a uno le conviene coincide con las oportunidades que le ofrece la realidad que uno vive?

Es por ello que muchos defendemos la renta básica universal como respuesta fundamental a conseguir que cada cual pueda ofrecer lo que puede y requerir lo que necesita. Porque, señores, piénsenlo por un momento: en este juego tan divertido todos los jugadores tenían una cantidad de dinero de partida y no por ello era menos divertido. El liberalismo no exige que haya jugadores con menos cantidad de dinero de partida. Eso no es liberalismo: eso puede ser nepotismo, monopolismo... Si se parte de una renta básica, las reglas se pueden hacer liberales, y es entonces cuando la vocación marcará la necesidad oportuna y, como es lógico, cada cual participará en función de sus inquietudes y su capacidad solidaria de resolver los asuntos que le competan. Eso es Humanidad. Y es así como somos..., tarde o temprano se reflejará con los hechos.

No me importa enriquecer a otros:
lo que no aguanto es que me apunten con una pistola
para hacer lo que no quiero y para lo que no valgo.
Existen falsos debates sobre la renta básica incondicional, cuando lo más importante de esa renta, efectivamente, es que sea incondicional - por encima de todas las cosas, incluso de la cantidad misma de dinero. Esto es debido a que varias personas podrían ser capaces de juntarse y sumar con sinergia sus contabilidades. Podemos pensar en un número mágico: el cinco. Cinco personas se juntan en una vivienda y son capaces de pagarse el alquiler, la luz, el agua, el telófono..., podrían amortizar sus ahorros para invertir en desarrollo de proyectos, Internet,... Y una comunidad de vecinos de un barrio yermo de ideas (supuestamente eso es la muerte económica y no debería ni existir), gracias a una renta básica y al crowdfunding, sería capaz de invertir en la creación de una empresa y, usando el número mágico, allá donde un negocio habría prosperado esperando un mercado de tamaño N, en ese tipo de barrio prosperaría con un mercado de tamaño K·M/5, siendo M el tamaño del barrio y K un número menor que uno dependiente de la exclusividad del proyecto.

En definitiva, que si nos cargamos la incondicionalidad toda la parrafada que acabo de soltar no se podría poner en funcionamiento, los barrios yermos seguirían siéndolo pero con subsidios añadidos, los proyectos no podrían iniciarse hasta que alguien no nos contara una historia que fuera más triste que la que nos contó el anterior desgraciado..., señores, seamos serios: sólo se presentan falsos debates contra la renta básica universal

En cualquier caso, dentro de poco vendrán los smart contracts, la robotización movil en el ámbito doméstico e industrial en lo más convencional; la domótica, que está demostrada que supone un ahorro energético en el hogar, será cuestión de tiempo antes de que acabe transformando a la propia inmótica porque (paradógicamente) en asuntos de ahorro de costes el hogar suele estar más adelantado que las empresas.

Esto nos llevará a que la pretensión de que los robots coticen se vuelva inaplicable en el mismo instante en que no tienen que ser robots exclusivamente los que les quiten el trabajo a los individuos, sino un proceso de automatización inherente. Espero que se dén cuenta, de ese error.

Sin ir más lejos, si una empresa puede actualizar los procesos para automatizarlos entonces facturará más y ganará más dinero, por lo que el estado tributará más a través del impuesto de sociedades. Si la seguridad social fracasa lo que hay que hacer es abandonar ese modelo franquista... Pero vamos, soluciones y fórmulas hay, y muchas. De lo único de lo que tiene que preocuparse la gente es de visualizar el mundo en el que quieren vivir.





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no dejéis sentar ningún dogma