viernes, 6 de enero de 2017

Los juegos y la Mente

Voy a comentar un poco qué es eso
de los juegos y el lenguaje
y para ello explicaré por qué
incluyo explicaciones de reglas en la novela


El papel que desempeñan los juegos y sus álgebras en la novela se hace fundamental, porque ayuda a comprender el papel que ocupa la filología dentro de la filosofía. Igual que la ética de un individuo es sometida por la doctrina filosófica que defienda, los juegos de lenguaje que escogemos para poder desarrollar nuestro día a día va a marcar la doctrina en la que te acabarás identificando. Se trata, sin ir más lejos, de una manera de adoctrinamiento.

En la novela aparecen varios juegos, aquí mencionaré dos en concreto: uno muy simple basado en tres reglas basado en el talento personal de cada uno, y otro muy complejo lleno de normas y azaroso. La idea que hay que tener en cuenta no es que me puse a rellenar capítulos explicando cómo divertirse, o alguna cosa por el estilo, efectivamente existe un mensaje detrás de cada juego. Una invitación a la trascendencia: a intentar ver dónde se sitúa el tercer hombre.

Cuando me ponía a hablar con el ilustrador Solux, que es la única persona que conozco que se ha leído el libro al completo, intenté preguntarle por lo que opinaba de los juegos..., efectivamente, en la discusión que tuvimos le aclaré que existía dos maneras de entender tales juegos: desde un punto de vista inocente y desde un punto de vista siniestro. Es decir, había reglas no escritas. Eso es algo que se mantiene en absolutamente toda la obra, y la manera que he tenido de contar las cosas: el lector debe de ponerle la interpretación que guste. Ya sea más inocente o más siniestra. Debe elegir.

Imaginemos que estás frente a mí y yo te digo: el primero de los dos que necesite más de dos pies para mantenerse en pie pierde, quien haga daño al otro deberá sufrir una penalización y este colega será el árbitro. Este juego es descrito en la novela. Y en la misma novela se comenta cómo los contendientes se dedicaban a hacer cualquier clase de jugadas para poder vencer..., siempre y cuando no provoquen ninguna clase de daño.

Existiendo un árbitro, ¿qué entiende el árbitro por daño? Si uno de los dos le bajara los pantalones al otro, la ventaja la tendría el primero en hacerlo: podría convertirse en una invitación a la mezquindad. Sin embargo, ¿qué clase de personas juega con mezquinos o traidores? Podemos ser lo suficientemente inocentes como para pensar que la única manera de jugar a ese juego es mediante las llaves de judo, o equivalente. Claro, a eso se le llama ser deportivo.


La tolerancia es un concepto que se debería de enseñar en primaria ¿Existen doctrinas filosóficas que son contaminantes? Puede parecer que todo vale, que todo es relativo. Sin embargo las cosas ¡cómo van a ser así! Parece que tolerancia es admitir la doctrina filosófica ajena..., cuando bien podría ser aceptar con deportividad los juegos de otro.

Hemos visto muchas películas de profesores de universidad que hacían experimentos sociales con sus alumnos. Probar a crear clases sociales, crear fanatismos, dictaduras..., ese tipo de experimentos, o ejercicios de clase, deberían de hacerse a edades más tempranas. Eso es porque la tolerancia debería de ejercitarse por su uso práctico, no porque leamos a filósofos que nos describan el funcionamiento de la ética.

Es por ello que, en un capítulo muy maduro, incluyo un juego de dados lleno de reglas. Un juego muy adulto pensado para una mentalidad muy sexualizada. Una imagen muy inocente nos dirá que los castigos asociados al juego se quedarán en nada..., pero claro, ¿qué es lo que entendemos por una novatada? ¿Es nuestra sociedad inteligente a la hora de tratar los abusos y las bromas? Detrás de la diversión del lenguaje, está el adoctrinamiento de qué es afrontable y, por tanto, los arquetipos culturales empiezan a edificar murallas a nuestra capacidad de discernimiento.

Se puede decir que existe un conjunto de vicios que nos pueden retrotraer a nuestro estado más lamentable, más de simios. Es el fracaso de la civilización, porque no se sabe o no se quiere defender.

¿Estamos cada uno de nosotros, uno mismo el primero, a la altura de los debates en los que participamos?
¿Permitimos al otro desarrollar un argumento de manera que podamos comprender qué pretende defender?
¿Nos movemos bajo la pretensión de que discutir es lo mismo que adoctrinar?
¿Reconocemos unas piedras angulares en nuestros Derechos que no deseamos anular en toda discusión porque nos son inherentes?







Suficiente hasta aquí
Estas son mis cuestiones
Y los textos traen respuestas







miércoles, 4 de enero de 2017

Empezamos mal el año

Como que con buenos deseos no basta
una editorial alemana se ha ocupado de ser
la primera en incumplir sus compromisos mercantiles
así funcionan algunos negocios...
Me pregunto yo si la pérdida de tiempo que me hicieron perder
tendrá alguna clase de coste digno de denuncia.
Hoy voy a hablar de sociedades organizadas para la toxicidad.


En mis ratos libres, me gusta complementar mi tecnología con posibilidades. Lo mismo sucede cuando uno está leyendo el correo y, de repente, te asalta una editorial de referencia ofertándote publicar tus cosas. Yo no la busqué, pero puedo encontrar un hueco en mi agenda. Existen muchas organizaciones que no son capaces de decir a la cara lo que tengan que decir. En lo que se refiere a las editoriales, mi primer libro (sobre tecnología, con la editorial Trafford Publishing) fue un camino lleno de amarguras e incumplimientos constantes. La imagen que me ha dado esa editorial es de que mi teléfono es su prostituta particular.

Veo que hay organizaciones que se toman la molestia de acosar a los autores, y el estado no es suficientemente garantista con respecto a estos temas ¿Por qué me dicen que van a publicar si no publican? ¿Por qué no dicen directamente que no y ya está? Porque tan pronto como no quieren convertirte en socio, te convierten en cliente forzado. Una estafa en toda regla.

Se supone que mi libro de tecnología tenía que haber salido para ayer, se supone que el correo que me enviaron era para confirmar esa salida..., ¿entonces por qué no me responden a mis correos cuando les digo que mi libro no es accesible desde su web? ¿qué ganan creando falsas espectativas? Yo sé seguro parte de lo que han perdido, lo que no sé es lo que creen que ganan.

Mis estudios no encajan del todo..., con todo esto.

Ayer mismo, estudiando posibilidades, dediqué unas horas para ver los vídeos de youtube de kabalá. Tenía la ligera sospecha de que posiblemente podría encontrarse un lenguaje técnico que describiera algún tipo de álgebra o comportamiento asociable a los egrégores; algo muy concreto que entraría dentro de la manera que pudiéramos tener para clasificar los distintos tipos de liderazgos que van apareciendo en la sociedad.

Como ejemplo, para que se vea la parte seria del estudio, diré que hace menos de 50 años se hizo una investigación con varios sujetos. El objeto era que se fueran juntando en parejas para hacerse unas 50 preguntas de manera técnica. Durante un tiempo tendrían que entrevistarse mutuamente y luego rotaban los sujetos. Las preguntas eran del tipo: si fueras un superhéroe, ¿cuál sería tu superpoder?

El estudio trataba de asegurar que esas preguntas eran fundamentales para infundir confianza. De hecho, un gran porcentage de personas que participaron en el estudio acabaron casándose. Pues bien, siguiendo la misma idea: ¿sabéis qué es una prueba de Turing?

La prueba, hoy día efímera, fue puesta en los años 20, cuando no existían ni los transistores

El test de Turing consiste en poner a un interlocutor a comunicarse con un computador y con una persona, la idea consiste en que si no es capaz de adivinar cuál es cuál eso es debido a que el computador se ha comportado con el mismo nivel intelectual que la persona.

Sus detractores, agentes fundamentales para poder empezar a tocar postulados tangibles que ayuden a discernir conceptos tan abstractos como la inteligencia, empezaron a aparecer desde todos los campos. Quizá el detractor más famoso fue John Searle, que expuso el problema de la habitación china: o de cómo el test de Turing puede hacer fraude de manera corporativa con la idea que tengamos de inteligencia (por supuesto la frase es mía).

La idea de la habitación china, propuesta ya en 1980, decía que si poníamos a una persona en el interior de una habitación para responder preguntas y respuestas de alguien que estuviera fuera, entonces para quien estuviera fuera bien pudiera hablar inglés o chino, que si dispusiera de un mecanismo capaz de transformar un idioma en otro, podría parecer que lo habla, cuando en realidad se valdría de dicho mecanismo para simularlo. Haciendo analogía, un estudiante que aprueba con chuletas no será buen médico; un comportamiento inteligente no implica inteligencia.

Ignorando los tiempos. Sin saber chino hablo chino

Por supuesto Searle tuvo sus detractores, una oleada ingente que nos ayudaría a entender un poco mejor cómo enfocar la tecnología. Ahora bien, lo que había que extraer de todo esto, a mi juicio, es que con amaestrar una máquina no es suficiente como para que albergue talento. Es decir, hay un algo que no adquirirá o, dicho de otro modo, ¿acaso ese algo es intocable?

¡Aprende sin hacer trampas!

Esto nos devuelve al tema de este post. Si programamos una máquina de Turing para que parezca una cosa, de algo estaremos seguros: será lo que sea, menos esa cosa. Así que, ahí estuve ayer, todo ilusionado pensando que podría ver algo interesante entre los videos de Youtube sobre iniciación a la kabalá y cosas de esas, ¿y qué me encuentro? Iniciación, curso 1, primeros pasos..., y los cursos completos no van más allá de los primeros... Señores..., eso es una estafa. No para denunciarlo a los tribunales, pero personalmente sí puedo decir que esta gente (los miembros de las sectas religiosas) se han acostumbrado a evitar mostrar las objetividades porque éstas son las pocas cosas valiosas que podrían tener - y seguro que el conseguirlas les habrá costado mucho tiempo y ganas de matar a su maestro por cansino. El caso es que ayer acabé con un dolor de cabeza y un pseudo-resfriado de aúpa.

Pero no hay mal que por bien no venga: me fui a mi biblioteca personal y localicé ese libro hermético que tenía guardado para cuando pudiera empezar a darle valor. Y, efectivamente, acerté. Creo que los egrégores como se tienen que clasificar es a través de lo que, según dice ahí (tendré que contrastarlo), Paracelso llamaba arcanos no persistentes, para ver cómo se clasificaban en cuatro grandes clases (como los cuatro palos de la baraja española).

Primera materia (¿copas?), Piedra filosofal (¿espadas?), otra cosa (¿bastos?) y Tintura (¿oros?). La razón por la cual me pareció buena la clasificación es porque se asociaba a las enfermedades humanas que, en definitiva, podría suponer las deficiencias anímicas del cuerpo. Dicho de otro modo, aquello que nos resta energías..., desde un punto de vista no persistente. Así que los supuestos estudios empíricos llevados a cabo por un sabio de la época, que asociaría el comportamiento humano con sus enfermedades, ahí vería un invariante equivalente a las 50 preguntas que son capaces de hacer que un ordenador pueda ligarse a una persona. Es decir, le pueda infundir confianza. Lo cual es objeto de la inteligencia artificial.

Inicialmente, muchos no verán la analogía. Lo entiendo, no es fácil. Pero puedo ayudar un poco a verlo cuando se lee la definición dada por Paracelso para cada clasificación. El objeto de estos elementos era la manera que tenía el cuerpo de rejuvenecerse (que se le devuelva el estado anímico correcto) usando cualquiera de estos cuatro elementos. En la novela Luces y Espectros este enfoque queda reflejado de manera, al menos, simbólica: quien te simplifica le obedeces, y hay personajes que son capaces de ponerse al margen de tales memes para percibirlos y controlarlos.

Todo eso traducido es una invitación a comprender cómo funcionan los comportamientos más arquetípicos de las personas; cómo aparecen los memes. Cualquier estructura antes de consolidarse como un chovinismo, en ocasiones activa o desactiva situaciones estructurales para cambiar el ánimo del sistema de información. Supongamos que tienes 50 preguntas y que vas a usarlas para cautivar a tu pareja: no puedes lanzarlas sin más, debes hacerlo de manera que cada vez que se pierda el ánimo, encuentres la pregunta fuerte adecuada y evites la pregunta débil

Una anterior fuente de mis estudios era considerar esas 50 preguntas y establecer a través de un grafo cuáles se relacionan, y en qué orden. Sin embargo ese estudio me parecía demasiado momentáneo, además de que lo único que provocaría sería la sensación de haberme ligado a un usuario..., y eso no es inteligencia, eso parece más aprovecharse de la gente.

Es por ello que lo fundamental es determinar cuáles son los arquetipos que permiten ofrecernos una visión de conjunto. En el árbol de la vida de la kabalá, supuestamente, tendríamos un ejemplo de los distintos niveles que una mente sensible quisiera reconocer (como entendiendo que cualquier tema de conversación que se emparanoie incluyendo esos niveles trascedentes no debería de perder necesariamente interés). Sin embargo, ¿es posible que se haya montado un halo de profesionalidad cuando en realidad lo que se defiende es simple y llanamente terriblemente aburrido? ¿Es posible que mi aburrimiento sea una visión demasiado sesgada para ver lo que se esconde tras esos símbolos?

La introspección puede llevarnos a sucumbir a la paradoja del tercer hombre, y yo ya he codificado lenguajes mucho más complejos y fractaloides. Pero si se quiere que un ordenador tenga objetivos y sea cardinal, hace falta una gestión de su invariante de objetivos. Y para eso todavía no se han escrito libros de informática..., o eso creo.

En cualquier caso, si esperamos una cosa y nos dan otra..., ¿eso es que nos están engañando o que no somos capaces de entender lo que hay detrás? 


Este año el activismo informático se está poniendo cada vez más impaciente. Aquellos que forman parte del Club Bilderberg están demasiado acostumbrados a ser eficientes en lo que respecta salvarse su propio culo, pero en lo que respecta el conseguir objetivos más amplios..., ahí siempre fracasan. Nos intentan hacer creer que la desigualdad es un problema de imposible resolución..., lo que pasa es que eso no es cierto. Pero la prensa repite una y otra vez la misma historia. No hay partido político que quiera afrontar el debate del Hambre.

Ya hablé de la partida interminable, o cada vez que menciono el corporativismo..., sin embargo cuando una persona acaba teniendo una gran cantidad de dinero, automáticamente surgen a su alrededor los temores de perderlo todo..., porque los anónimos son los que le permiten tener todo ese poder y, al mismo tiempo, el hecho de que esa persona tenga el poder es lo que hace que los anónimos puedan tener un punto de apoyo para funcionar.

Pues nada..., llevo unos 7 correos electrónicos con un diálogo de besugos con la responsable de la editorial: dice que el libro se puede acceder mediante el ISBN, me da un link, no es cierto, le insisto, me repite lo que le he dicho antes que no era cierto... Hasta le he mandado capturas de pantalla... El mundo es muy oscuro...





Bueno,

quiero vuestros comentarios
no dejéis sentar ningún dogma








domingo, 1 de enero de 2017

Borrón y cuenta nueva

He estado comprobando, al revisar el código que he estado haciendo en 2016, cómo hay algunos bugs dentro de los programas que intentaban dar fe de las enormes ventajas que ofrecen mis algoritmos. He de suponer que aquellos que tenían por obligación poner de manifiesto la existencia de esos fallos si no lo hicieron fue por un mero acto de cobardía, de dar puñaladas por la espalda a quien no sabe que tiene que defenderse.

La hegemonía del espacio...
Paradógicamente no me importa. Esos viejos ídolos no son más que impostores con mucho talento y muchos conocimientos. Me falta tanto de lo uno como de lo otro, asímismo también me sobra de los dos. Sin embargo, como vengo diciendo siempre: acabaré por encontrar mi nicho. Acabaré por descubrir cómo establecerme económicamente estable dentro de esta sociedad capitalista y, por ende, acabaré por descubrir cómo empezar a transigir los errores ajenos.

Contaremos hasta tres meses. Ya hice hace tiempo otra cuenta atrás. Lo que pasa es que cada vez se hace más y más evidente la necesidad de un cambio. Cada vez está más claro que los que dirigen el cotarro nos llevan por el camino de la amargura. Cada vez se nota más que no es bueno aislar a la gente: que las palabras están para ser usadas, y que la educación no se puede usar como arma, salvo contra la ignorancia.

Estamos ante una de las rectas finales, después de esos tres meses contaré dos años. Después de esos dos años podré subvencionar el contraste de un código que exige muchas comprobaciones y para el cual supongo que sí que estaré completamente solo.

Hasta entonces seguiré mejorando las máquinas teóricas, independientemente de que encuentre un nicho social profesional que quiera intercambiar conocimientos conmigo. Al final, supongo yo, el que la sigue la consigue. Sobretodo cuando se tiene razón. Y yo la tengo.

Ser visionaria no te ayudó socialmente ni profesionalmente,
 pero demostraste que tenías razón.
Así que aún me queda muchas maneras de enfocar el desarrollo de mi tecnología, para romper barreras chovinistas por parte de los colegas de mi profesión. Si ya de por sí me cuesta hacerles comprender que la máquina de Turing debe ser modificada para albergar la idea de que las variables afectan a la complegidad, o de que el aumento del tamaño de la entrada en ocasiones reduce la complegidad, ¿cómo será cuando me dé por incluir invariantes extraños como los que tienen que ver con este blog, o cuando me dé por teorizar sobre lenguajes introspectivos como los que se exponen en la novela Luces y Espectros?

En este año bien podrían haberse arriesgado y hablar conmigo cara a cara. De profesional a profesional. Pero mi fama me precede: igual que pido sinceridad sobre lo que hago, también la exijo cuando se trata de las propias exigencias mismas. La certeza absoluta no existe, pero hablan como si la tuvieran: como si no supieran que se debe cuestionar incluso el papel del lenguaje.

Pero claro..., si hoy día no somos capaces de comprender el chovinismo (o el nihilismo) a través de la lucha contra el Patriarcado, entonces ¿cómo se pretenderá comprender la enorme gama de extremismos, dogmas y otros hitos sacerdotales que sólo podrían concebirse desde el conocimiento mismo de la disciplina en cuestión?

Por eso no se atreven a hablar conmigo..., o simplemente me desprecian como conversador. Sea como sea, el desprecio, a estas alturas, es mutuo.

Pero no se ha perdido todo..., el tiempo juega a mi favor. Lo sé. Dentro de unos dos días se publica un librito mío de tecnología que, oficialmente, no debería de existir en este tiempo (un Oopart). Existe ese documento porque la tecnología no quiere aceptar que las matemáticas, aun siendo exactas, se pueden desdoblar. Y eso es lo que dice mi libro: cómo las matemáticas se desdoblan.

Sospecho que la edición no ha salido muy espectacular, pero el contenido, aun siendo fácilmente descargable de manera gratuita, tiene un punto de exclusividad que pienso respetar. Usaré mi experiencia editando ese libro para determinar si me vale la pena mejorar mi relación con ese proveedor a la hora de hacer pública mi tecnología. Supongo que, para hacer novelas, seguiré con Círculo Rojo. Veré por dónde pillo royalties..., o lo que sea.


Nos leemos