sábado, 30 de julio de 2016

Una de repaso. Los arcontes

He decidido que,
en virtud de mi audiencia
y por la única crítica que he recibido
que lo mejor será hacer un repaso
de los temas relativos a los arcontes
por cómo los describo en mi blog



A lo largo de estos últimos meses he estado desarrollando una peculiar teoría literaria y social, al mismo tiempo que iba asociando cada concepto con una carta de los arcanos mayores del tarot. La primera carta a la que hice referencia fue la número 15, y la última que mencioné hace unos días fue la número 16. Eso quiere decir que las he estado mencionando según mi criterio, y basándome en mis planteamientos personales.

Si partimos de la distribución de Marsella, comprobaremos cómo los arcanos que, posiblemente, sean los más importantes no parecen coincidir con mis esquemas. De hecho, se puede incluso decir que las cartas que a mí me parecerían más relevantes para la literatura no parecen destacar del todo en la baraja del tarot; todo eso puede obedecer a múltiples interpretaciones. En cualquier caso, lo que voy a hacer aquí es describir un conjunto de principios que, a mi juicio, debe cumplir toda historia épica para describir la realidad social desde un punto de vista trascendente.

No hay que olvidar la teoría expuesta por Joseph Campbell que nos aconseja de una manera macroscópica, como ésa es mi pretensión, cómo montar una historia que enganche a la sociedad: cuáles deben ser sus fases. Digamos que, de una manera o de otra, también gusto de buscar nexos comunes para introducirlos en mis novelas de manera que de sensación de riqueza por parte de quien lo lea.

En cualquier caso, me gusta la baraja de marsella, porque incorpora un álgebra que sí aparece en mi novela, además de varios símbolos comunes, haciendo aparición un número determinado de veces. Es posible que muchos aspectos esotéricos no estén reflejados en mi novela, pero lo más importante es el "para qué" lo he hecho.

Para empezar debería de hacer incapié en que hay sustanciales diferencias entre la distribución marsellesa y mis arcontes: aunque mis arcontes sí cumplen principios de simetría que también cumple el tarot, siempre y cuando les cambiemos los nombres...

1. El niño que pretenda juzgar (hacer alquimia) dará con la mezquindad.
2. El joven que pretenda emprender en soledad verá sus utopías destruídas.
3. El consagrado que pruebe suerte en la vida dará con el éxito.
4. Quien acapara y pruebe a hacerse conocer dejará un reguero de secretos.
5. Quien es espiritual y se sacrifique ascenderá a la luz de la ingenuidad.
6. Los enamorados que acepten el destino, serán juzgados por cómo lo afrontaron.
7. Toda compañía que viaje con templanza dará con el paraíso.

De lo que se deduce que el consejero del 
1. niño es el alquimista.
2. joven es el hermitaño.
3. consagrado es la experiencia.
5. espiritual es el troll.
6. enamorado es el destino.
7. alma es la templanza.

Emparejado con la figura que encasilla (sin nombre, pues es continente) está la que se desencasilla (sin número, pues es sólo contenido).

Aprovechando mis pretensiones de recordar mis entradas, creo que podemos decir que ahora hemos entrado un poco en calor..., así que voy a recordaros la idea de meme.

Un meme es cualquier clase de cosa susceptible de ser replicada, de manera que pervive mientras se replica. Un ejemplo de meme podría ser el tarareo de una canción: si este tarareo consiguiera inspirar a otra persona el que tararee entonces ya es un meme.

La cuestión es qué sucede cuando un colectivo mantiene un meme y éste posee suficiente información como para tener objetivos propios. Entonces es cuando, sin necesidad de pensar que se trate de ninguna criatura pensante, estamos ante lo que denomino, en este blog, como un arconte.

Un arconte es un espectro social que dirige a quienes se creen capaces de dirigir tal espectro. Un ejemplo podría ser la televisión: cuando los expertos en programas de televisión pretenden creer que son ellos los que determinan qué está bien y qué está mal, al final descubren que ni son ellos ni tampoco lo es la audiencia. Es como si fuera un ente que adopta decisiones propias, aunque tal ente no exista.

De esta manera, en toda civilización siempre ha existido un conjunto de reglas que han marcado los preceptos de lo que se entiende por lo adecuado. Para poder jugar con tales conceptos, me he valido de un género bastante ideal: el ecci del manga japonés. Gracias a ello, mis personajes pueden ser variopintos y tener personalidades muy marcadas.

No es de extrañar que me valga de la magia, para que sirva de una cierta algamasa con colorido y así hacer que todo case de manera sistémica. Aunque claro, tanto eclecticismo puede tener como consecuencia que absolutamente nadie se crea que realmente la novela tenga formato de romance. Pero, para juzgar, antes hay que leerla..., ¿no es así?





Suficiente hasta aquí
esta ha sido una entrada 
"de relleno"
Espero vuestros comentarios



viernes, 29 de julio de 2016

Test 7. Intentando crear un ambiente terrorífico

Los meses no han podido pasar en balde cuando al final nos encontramos en esta playa. El atardecer mesa con sus aguas las algas que ilustran autoridad en las piedras de la playa. La gente no se había acercado tanto, aún quedaba una familia mientras la luz coloreaba una nueva etapa entre las montañas. Algo inquietaba al niño, no serían las aguas que con leves marejadas se habían adueñado de los sonidos que clamaban la atención sin éxito alguno. Era como si algo proviniera de la enorme cueva, que era inundada por el agua y una brisa marina sofocante.

Un extraño hedor que no olía a nada se desprendía de esa cueva. La soledad del momento, para tener que guardar que las cosas no sean hurtadas por algún transeunte, había convertido ese momento en una inquietud continua. Los adultos, que lo habían acompañado hasta la playa, pescaban en una cala cercana y no estaban a la vista. Pero la sensación de soledad fue rellenada por las visiones de apariencias, las figuras que emanan de la violenta imaginación de un muchacho necesitado de vivir algo diferente. Unos espectros, venidos de otros tiempos, se acercaban y le decían al muchacho: "en esa cueva aún sigue él".

¿De qué sirve mirar donde la soledad le azotaba instantes de serenidad junto a los tambores de guerra de las olas? Pero observar el consejo de una figura que está y se marcha, para apuntar allá donde nace la verdadera inquietud supina. Esa no era cualquier tipo de cueva, porque estando en soledad de ahí la brisa desprendía unos cacofónicos lamentos. Era como un extraño y vibrante rugido de las olas traídas por el viento.

Era un buen momento para levantarse y acercarse, bajo los colores de la tarde, para comprobar qué se podía ver más allá de las grandes rocas que impedían comprobar la enorme concavidad escarvada por el mar. Como si fuera el cobijo que desea dar la montaña a los moradores de la cueva, ésta no ocupaba profundidad ninguna: no era más que un cúmulo de sombras a medida que el sol se ocultaba. Pero los rugidos del viento y el mar emitían lamentos de un eco necesario.

Aquello que seguía ahí clamaba por un descanso eterno. Figuraba la manada de rocas salientes del mar entrante con sus formas puntiagudas y, poco a poco, el niño creía entender cuál era la forma de ese extraño pesebre. Allá donde estaban las rocas paciendo del mar un enorme mugido de macho resopló para dar sensación de presencia. La oscuridad levantaba el murmullo de la existencia de un lamento que pudo haber existido en otro tiempo y que se había quedado atorado en las profundidades de las cuevas submarinas de la ciudad.

Una deidad que velaba por mantener ocultos los atavíos del enorme poderío de las diversas manadas que vivieron en paz con hegemonia absoluta antes de que los indígenas reclamaran a los cielos el derecho a un cambio de orden. El niño intercambiaba su comprensión con los huecos oscuros de la cueva, que le perdonaban su inocencia y, al mismo tiempo, le encomendaba una vital misión: que sea capaz de reconocer su manada para cuando sea mayor y reconozca su posición en este mundo.

El sol ha plantado su legado en las oscuridades y el niño le sucederá a la luz de un nuevo día. Pero el niño no ha comprendido, o creído comprender y esto ha imapactado con un fuerte chasquido del viento sobre las rocas para atraerlo al interior de las cuevas subterráneas.

- ¿No vas a respetar el pacto y apartar la luz de la oscuridad? Entonces ven a iluminar las sombras allá donde me cobijo.

- No te visitaré, pues respeto la nostalgia del temor que infundiste y el drama que ahora representas. Haré de tu oscuridad una guía para saber dónde no sabré pisar allá donde te hospedes.

- Haces bien pues no serás el primero ni el último al que devore para que me acompañe hasta la eternidad. Fueron felices al encontrarme y ahora todos vivimos en manada siendo los guardianes de todos los secretos de este mundo nuevo.






miércoles, 27 de julio de 2016

El arconte de la Torre. El Drama.

Como sujeto a la angustia de haber pretendido vivir a la altura de las circunstancias, se alzó y se elevó por encima de cualquier posibilidad por la que muy remotamente habría sido planteado el invento. La realidad conceptual del mismo le explotó en las narices, no pretendas desafiar a las matemáticas o la química: aun siendo dios hartero, Ícaro cayó como podría haber caído Dédalo de haber pretendido someter a los designios de los Ancianos.

La alquimia de los caballeros blancos no puede hacer nada contra la inquebrantable orden negra de la casa de los Ancianos. Toda torre que pretenda construir el ser humano para encarcelar a su dios estará destinada a volverse oscura como el ébano, para así someter a la raza humana a la destrucción de los pilares que ellos mismos habían levantado por desear frenar las tentativas de lucidez que vinieran de los designios divinos.

Superada la Prueba de Fuego
creo que puedo plantearme tocar este tema
aunque no sé si estará a la altura
de identificar el meme
y menos aún su vitalidad
Hablo del arconte de la Torre


Creía la mitología griega que el ser humano había nacido perfecto en sí mismo, con cuatro brazos, dos caras..., el doble de lo que somos ahora. Pero fue zeus quien decidió que el objeto de la vida era el deseo y el afán por encontrar la mitad que le fue arrebatada desde su nacimiento.

Conceptualmente, todo ser vivo nace con un ideal de perfección y, durante toda su vida, lucha por encontrar el complemento que le inspire a que su obra se convierta en algo de carácter imperecedero; en su Legado. Pero el orgullo del que nace imperfecto, sin ser percibido como tal, también es imperfecto y, como es lógico, también será perecedero.


El mito de Ícaro es uno de los más hermosos mitos que esconden una enseñanza sobre las pretensiones mortales. Cuenta la historia de cómo Dédalo desafió a Minos al ayudar a Teseo por decirle cómo vencer al minotauro. Es así como cuenta la historia que el rey Minos se valió de sus artes para castigar tanto a Dédalo como a su hijo Íkaro asolándolos del resto de la civilización en un lugar donde no podían escapar de un muro de cielo y agua. La única vía de escape consistió en juntar plumas de pájaro, unas ramas sueltas y, con cera darle consistencia. Fue así cómo emprendieron el vuelo para huir de su prisión. Pero Íkaro quería poner a prueba el invento más allá de los consejos de su padre. Eso provocó que la cera se derritiera y cayera junto con los deseos de Dédalo de hacer de Íkaro un gran inventor como lo fue él mismo.


Existen muchas historias de cómo el hombre es castigado por la divinidad por pretender desafiarle. Lo vemos, sin ir más lejos, en las historias que suelen calar más en la sociedad. Como lo fue la Odisea, de cómo Odiseo fue castigado por Neptuno tras haber sido desafiado al vencer en Troya. La Odisea es, quizás, la epopeya más cruel pensada para dar como mensaje al mortal de que, por mucho que se luche, no hay victoria sin rendición ante los dioses.

Para vencer al mago hay que encontrar su lado más mortal
Allá donde las ideas fluyan en libertad, la humanidad vagará para descubrir desde dónde levantar la escalinata. En los puntos más sombríos, donde las ideas no se manejan con fluidez..., se levantarán enormes pilares que busquen su raciocinio y sometan la oscuridad a la voluntad del deseo de los humanos.

El miedo mueve a las personas en un corro para descubrir cuáles son los mejores cimientos desde los que edificar la casa donde queramos vivir.


Hace años, cuando tuve la oportunidad de aprender Chino, me vi en la tesitura de explicarle a unos futuros ingenieros cuáles eran las razones por las cuales el feng shui no era una mera religión. Sino que había un meme muy útil y muy vivo que prevalecía y se mantenía por una muy buena razón. Y que ellos tenían que saberlo, porque se iban a dedicar para ello.

Allá donde las casas se caían, debido a las tormentas..., algunas no terminaban de caerse. De ahí nace un conocimiento empírico cuyo lenguaje nemotécnico o inteligible era el feng shui. De la misma manera, hoy día los ingenieros se valen de los estándares para determinar cuáles son, según la experiencia, las mejores prácticas para hacer posible proyectos de envergadura. El siglo XXI no se podría haber constituido sin la existencia de los estándares y la idea de calidad total.

Nuestro cerebro espera encontrar funciones en distintas zonas idealmente
Cuando alimentamos el mundo que vivimos con lo que sabemos que funciona mejor, existirá un lenguaje inefable, como enigmático, que nos aproximará a entender el oportunismo, la funcionalidad, el deseo del usuario..., la ventaja de saber hacer lo que se necesita, porque se dispone de los mecanismos necesarios como para haber trasladado a tus clientes al otro lado. Es decir, de una forma o de otra, el arconte de la torre es lo que empuja a levantar las barreras que hacen que todas las personas se comporten de una manera peculiar y al unísono. Como si estuvieran sometidos por el escrutinio de la melodía marcada por una flauta mágica que lleve a las masas a aceptar su sometimiento al contexto en el que viven.

Sin embargo, la Torre es más que un meme, es un arconte. Tiene sus obejtivos personales, sus deseos alimentados por las distintas masas constructoras de los ingenios definidos por estándares y garantes de calidad a la excelencia..., el lenguaje de lo políticamente correcto, del sometimiento a un código deontológico que, si bien no existe, todo profesional actúa en consecuencia de manera sinergética para así descompensar a quien se salga del redil. 

Se trata, por tanto, del meme contrario a la tragedia de los comunes que ya expliqué hace tiempo..., ¿qué pasaría si todos los estudiantes en un examen decidieran responder ante una pregunta una misma respuesta? ¿doblegarían al profesor? ¿qué pasaría si uno sólo respondiera de manera diferente y con una mejor respuesta? Cuando esto mismo sucede sin que los alumnos lo sepan, ni el propio profesor, se estará alimentando un arconte de la torre, siempre y cuando ambas partes salgan beneficiadas por hacer así las cosas, en detrimento de los buenos estudiantes.

Y ahora es cuando me pongo ante todos Vds. y les pregunto, ¿creen realmente que están liberados de las barreras marcadas por esas enormes torres negras?

Sí, sí..., reiros de la casualidad de los conceptos usados...

Quizá no haya transmitido todo lo que hay detrás..., pero sí es de vital importancia para un político, o alto cargo, reconocer los puntos que provocan que su poder esté limitado: allá donde haya una torre no podrás ejercer tu poder democrático y deberás someterte a la dictadura institucional. El funcionario que descubra este arconte podría tener el mismo poder que el propio cargo electo que, supuestamente, debería someterlo.

Esta es la explicación de porqué las universidades públicas están abocadas al fracaso en modelos democráticos frente a las privadas. La única manera de revitalizar la excelencia es redirigiendo los motivos de estudio en torno a satisfacer los deseos de los usuarios que pretenden extraer beneficio como Pueblo, en vez de orientarlo al profesional. 

Ejemplos prácticos desde arriba
- La malicia de la plataforma universitaria frente a las bondades de potenciar los planes Erasmus.
- La malicia de defender la libertad de cátedra frente a potenciar una independencia política.
- La malicia de defender la carta blanca en las investifaciones frente a la exigencia de resultados.

Y luego lo tenemos desde abajo:
- La enorme ventaja que supone vender libros si éstos fomentan un culto religioso sectario.
- La enorme ventaja que supone someter a las empresas si existe una estadística sencilla corrompida.
- La enorme ventaja que supone crear un partido político si pretendemos anclarnos en 1984.

No pretendo desarrollarlo más, el resto espero que seais capaces vosotros a la hora de aplicarlo a vuestro día a día: cuando un dogma alimenta a un grupo en porque el grupo a decidido ser retroalimentado, entonces tenemos un concepto que está sometiendo al pacto social para emponzoñarlo según unas directrices que sus propios autores en realidad no controlan.

Quien ocupa el poder desde el terrorismo sólo lo podrá mantener desde la dictadura.






Suficiente hasta aquí
mañana más
Quiero vuestros comentarios
No dejéis sentar ningún dogma...




La Prueba De Fuego

Hola a todos. Os escribe la única persona que escribe en este blog, a excepción de unos pocos valientes más que, por lo menos, se atreven a comentar. Tenía pensado dos entradas que describían dos recursos literarios muy usados: la torre y el alquimista. A pesar de que son los arcanos más referenciados y, al mismo tiempo, los que más he estado desarrollando en este blog, sé que no he podido alcanzar el zénit de su verdadero significado. De hecho, no he explicado el carácter memético que tienen y cómo repercuten en la pragmática de nuestro lenguaje y uso de la razón.

Sin embargo, debido a que, sobretodo la torre, son arcanos demasiado poderosos..., hay un pequeño resquemor con eso de ir transmitiendo este poder cultural. Allá donde leo, veo cómo la gente aprovecha los memes más vulgares sin llegar a dotarles de vida, salvo al azar. En el mismo instante en el que estos memes se conviertan en lo que yo he llamado arcontes, entonces corre el riesgo de sumergir a los autores en una espiral de mentiras que podría provocar un cambio en su visión deontológica del mundo.

Por otro lado, ¿cómo es posible pensar que los que me lean me den la suficiente seriedad como para que piensen que lo que digo funciona? La gente que ha sabido seguir mis consejos sé que han triunfado. Y creo que nos encontramos ante una Prueba de Fuego. Se trata de comprobar si realmente se me toma o no en serio.

Viendo las estadísticas, veo cuándo han ganado más peso mis entradas. Así es como puedo visualizar cuál es mi público. Sin embargo, los picos también pueden ser signos de que la gente ve algo para dejar de seguirlo. Esto provoca que necesitemos pruebas de contraste..., como unas entradas que sirvan de marcador para ver dónde está la verdad de qué es lo que es de agrado para mis seguidores. Antes de seguir y considerar qué debo desvelar y qué no debo, por tanto, poner una entrada intermedia..., y no soltar algo tan gordo.

Así que voy a desvelar, 
por primera vez en Internet de manera expresa, 
la demostración de que 
no hay religión verdadera.

NOTA: La proporción entre la distancia más corta de las dos calas es del número áureo.
Existe una playa en el litoral cartagenero conformada a partir de una cala, cala Cortina. La hermosura de esta cala, principalmente, está en los momentos del nacimiento, zénit y muerte de nuestro sol pues, al estar orientada al sur y tener forma circular, puede dar la impresión de que éste entra o abandona su hogar para hacernos una visita.

La aguas de oro inundan la que podría haber sido, según algunos arqueólogos, la capital de la cultura que dio nacimiento a la caza del toro para su sacrificio ante el sol. Sacrificio que los indígenas pudieran utilizar para sentirse más cerca del firmamento, y así comprender la enorme diversidad de criaturas que poblaban la tierra.

La cala tiene dos partes bien diferenciadas. La extensa se encara con todo el Sol y afronta la realidad del astro cara a cara. Pero hay una cala a la izquierda..., una calilla más ensombrecida. Es una pequeña proporción de la playa. El litoral cartagenero tiene otros ejemplos de este tipo de cala, y la cultura de los que vivimos allí le suele dar una connotación diferente. Cuando en la parte grande de la playa se bañaban y actuaba la gente en familia de manera convencional, en la parte pequeña siempre solían acercarse artistas, jóvenes..., era una cala donde las actividades tenían otro carácter.

Hoy día, a pesar de que invita a que siga siendo así, poco a poco sospecho que esa buena costumbre se va perdiendo..., lo cual quizá se deba a que los músicos y el buen ambiente se ha desplazado de las playas y ahora se encuentra en Internet, en los MP3... ¿No da un poco de nostalgia topológica todo esto? ¿Por qué iba a ser importante el vivir las cosas en un sitio en vez de optimizarlas en cualquier otro? 

La respuesta tiene que ver con el cerebro..., pero ese no es el tema de hoy. Hoy voy a joderos la religión. Y para ello, después de endulzaros con mi literatura y mis vacaciones, ahora os la voy a meter hasta el fondo con mis cuestiones.




1. ¿Acaso cree Vd. que su dios se encuentra en los árboles y es producto de una interpretación?

Esta es una primera aproximación al uso de la fe. Se entiende que debe existir una interpretación de todo lo que vivimos. Para ello nos valemos de un libro sagrado, pero hay quien piensa que éste debe ser interpretado. Que cuando vemos cualquier cosa se debe interpretar, porque está encriptado. Que existe una verdad no desvelada y sujeta a la interpretación. 

Ya hemos visto cuántos han muerto por esa interpretación. Hoy día sabemos lo que significaron los nazis: interpretaron la biblia a su modo. También se regían por dogmas..., veían en los alemanes una raza aria. Hablaban de los hiperbóreos gracias a una pitonisa..., que aseguraba que había oro debajo de la pata de la esfinge. Por esas interpretaciones muchos han dado la vida, ya vemos el valor que tienen. 

¿Por qué las tuyas iban a ser diferentes? ¿Por qué no creer en el ratoncito Pérez? Se trata de una figura defendida en todas las familias españolas, o los reyes magos. Cada vez que veo a un padre, yo veo a un rey mago. Es el mismo Santa Claus en el que se puede creer si así lo desea la gente..., porque está sujeto a interpretación.

Sin embargo esa interpretación, paradógicamente, está sujeta a lo que dice un Documento Sagrado. Yo creía que la interpretación era personal, pero no, lo que muchos defienden es que todas las interpretaciones válidas provienen del mismo documento. Se escribió pensando en lo que vivirías. O quizá se escribió porque es suficientemente genérico. 

Pues bien: si es genérico, no te sirve. La ciencia es más que genérica, universal, y no te servía. 




2. ¿Acaso cree Vd. que su dios escribió un Documento Sagrado para que Vd. le sacara provecho?

No entiendo cómo puede estar las personas tan faltas de necesidad de sentirse importantes. O su religión es humilde y cree en un dios a la medida (cosa que no es muy habitual, salvo en el shintoísmo y otras politeístas, que adoran a dioses variopintos) o se piensa que ese dios es objeto de aprovechamiento personal para que cada cual le saque su uso particular.

El polidios, así como el dios múltiple, son dos caras de la misma moneda. Es como si se prostituyera al ídolo en base a las necesidades personales que tenga cada persona. Si abogamos por la duda cartesiana: más nos vale creer en todos los dioses y, si es un dios múltiple, mejor que mejor. Visto así, se trata de conferirle nuestra creencia al pastafarismo: un dios a la medida de lo necesario para cada momento.

No faltará aquel que diga que cierto documento lo salvó a él de una mala vida. Que su interpretación personal le ayudó... Y sí, es cierto: le debió ayudar, pero cuando una persona se rompe una pierna necesita muletas; para correr la maratón necesita quitarse las muletas ¿Cómo va a ser natural en nuestra capacidad para interpretar basarse en un único documento?



La santa blasfemia. Igual de irracional como válida
3. ¿Acaso cree Vd. que su dios no es objeto de interpretación, sino que es una axiomática previa al uso de la razón?

Esta es la postura agustiniana. Cuando la fe es previa al uso de la razón, como posiblemente habría defendido Platón, toda la ciencia debe sostenerse a partir de estos preceptos. Ya hemos visto qué pasaba cuando la religión pretendía darle lecciones a la ciencia..., de hecho, también hemos visto la enorme facilidad para matar cuando se tiene la creencia del uso de la razón.

Sin embargo, lo que más me llama la atención es el papel que ocupa el Documento Sagrado en todo ésto. Más en concreto, habría que preguntarse si esos axiomas adicionales previos al uso de la razón son racionales o inefables...



Gödel era ateo y no lo sabía. La demostración de S. Anselmo implica al ateísmo agnóstico.

4. ¿Acaso cree Vd. que los axiomas que son comprendidos por la fe pueden ser denotados por la lógica con un número finito de símbolos y reglas?

Si piensa que la religión que puede sustituir al uso de la razón sólo necesita un conjunto limitado de reglas que explique el garante de tales ideas, entonces en ese conjunto de reglas estará el cuerpo de su santo creador, sustituible por cualquier ordenador que te juzgue y sopese el valor de tu vida. Tu vida valdría menos que una máquina de silicio. El uso de una lógica sin explicación justificaría lo que la ciencia no puede, ni llega, ni demostrará..., pero te someterás a los designios de la arbitrariedad de algo que alguien haya programado en un ordenador. Como tirar dados y hacerles caso.





5. ¿Acaso cree Vd. que los axiomas que definen su fe son inefables?

Como ya decía Platón, debemos usar la reminiscencia. Claro..., si son inefables los manejos que someten a la razón entonces sólo recurriendo a nuestros orígenes, a nuestra naturaleza bien podríamos comprendernos. Esto nos lleva, una vez más, al papel que ocupa el Documento Sagrado: si son afirmaciones inefables entonces, ¿cómo pretenden verlas por escrito?  ¿Acaso no están sujetas a interpretación? Si ha llegado a este punto, vuelva al 1.


Un poco de autobombo...

6. Seguro que en este punto Vd. está pensando que he reafirmado su fé en su comunión.

Como producto de una especie de reacción alérgica, no es de extrañar que el que teme más a la muerte que a la inexistencia de un dios que le da garante de vida eterna, que el que teme más a que haya sequía que a la inexistencia de un dios de la lluvia, que el que teme más a quedarse sin regalos que a la inexistencia de los reyes magos..., pues, por puro odio a la raza humana, quiera escupir que quien se equivoca es el autor aquí presente. Si el que llega hasta aquí repudia mis argumentos, estoy seguro que, de haber nacido en la India creería en Visnú, en Marruecos creería en Allah, en Estados Unidos sería protestante y en Israel necesariamente judío... Pero eso nos lo da el chovinismo, ese afán por continuar la tradición y no cuestionarse los dogmas. Aún así, por si sirve de consuelo, por mucho misántropo que lo quiera negar el chovinismo no mata. Y más vale discutir entre chovinistas que entre retrógrados misántropos que quieran dar lecciones a los demás.




Con todo esto
espero que nadie se lo tome
con excesiva seriedad
como para haber provocado
un encerramiento en el 
dogma de cada uno.

Me interesan vuestros comentarios




lunes, 25 de julio de 2016

Test 6. Intentando crear un ambiente terrorífico

Hace casi dos décadas tuve un sueño
había un punto de realismo que no había vivido nunca
era una extraña pesadilla.
El destino ha provocado que pase hoy día
la mayor parte de mi tiempo
en el barrio desde el que presencié el suceso.


Había caído la ciudad. Los momentos de quietud eran aprovechados desde la Cofradía del Pescador donde, como vengalas, se aproximaba un enorme misil que acababa en un triste estruendo. Miraba a mi izquierda y a mi derecha. Estaba solo. Tenía la sensación de que todo lo que había perdido quedaba atrás, sepultado. Ya nada lo reclamará. Los años han caído y mirabas en mitad de la noche la silueta de lo que fue una hermosa ciudad portuaria. La ciudad de Cartagena fue asaltada y, ahora, nos bombardean.


Mientras observaba el Castillo de los Patos, las ruinas iban dejando ver las mellas de la colina sagrada que le daba forma. La presuntuosa artillería de la ciudad ya jamás se defendería de un ataque aéreo, pues fue por tierra como fue tomada por las tropas nigerianas. Camiones que atravesaban el arsenal, explosivos, civiles camuflados y acciones conjuntas que nunca supimos entender. 

Mientras en otros países están preocupados por sus asuntos, en Cartagena las tropas nigerianas han conseguido abalanzarse e invadir las montañas. Han ocupado las bases secretas y se han instalado en nuestras cuevas.


Es de noche y los muertos se cuentan por miles, por el día somos nigerianos y adoradores de Allah. Ahora resulta que Allah es grande, pero hay algo que más me sobresalta. No aparecemos en los medios. Para el resto de España Cartagena sigue estando en España. Pero no, la verdad es que no hay iglesia que no haya sido arrasada, ni mujer a la que no le hayan puesto el puñetero velo.


Me gustaría pensar que están pensando en recuperarnos. Pero lo cierto es que nos han olvidado. Se han olvidado de que aquí hay personas y saben que pasándonos a fuego la ciudad se recuperará con o sin gente. La prioridad es frenarles, y si la gente supiera la verdad entonces ¿cómo podría dar la cara la OTAN? ¿Quiénes serían los verdaderos terroristas entonces?

He caído en la cuenta de que en la Cofradía tarde o temprano alguna bomba caerá..., me han dicho que no me asome, o los nuestros también dejarán escapar alguna bomba por aquí. Casitodos somos hombres y niños. No muchos niños hay, la verdad. Ese dictador amante del Estado Satánico tiene preferencia por niños y niñas.

Esto es del 2015
No puedo evitar sentir pena por los que ya no están. La noche se ha vuelto plácida de nuevo. Hay una cierta insistencia en que todo irá bien en cuanto nos centremos. Que, si de todas formas íbamos a morir, mejor en manos del enemigo que en manos de quienes dicen protegernos. Los medios van a acallar lo que ocurre, no habrá fotos, a los nodos de red se les hizo un cortafuegos desde hace varios días. Lo impensable es ahora la realidad, y la red ha borrado toda huella de existencia.

Se oye a lo lejos sonido de motores creo que americanos. Alguien grita..., "¡son los rusos!" A saber. Ni siquiera nosotros mismos nos preocupamos ya de nosotros.
Hay quien consiguió escapar. O eso pensamos. Pero no ha podido escapar muy lejos para informar de una verdad que a nadie le interesa. Tomados por locos, por las barbaridades que se escuchan, los que escapan se sienten obligados a no decir de dónde son..., o cómo son las cosas en su ciudad natal.


Este general que vocifera entre los refugiados es un loco para todos nosotros, pero infunde ánimos y razones de porqué nos hemos reunido. Por tierra nos lo quitaron, por tierra lo recuperaremos. Lo que jamás admitiremos es que nadie nos dé lecciones de cómo vivir en nuestra propia tierra.







A ver, señores,
comentarios
y que no suenen genocidas