jueves, 9 de febrero de 2017

La Fuerza del contraste

La novela Luces y Espectros no es 
una novela de un héroe o de una heroína
es una novela llena de contrastes entre personajes
y de múltiples lecturas en virtud de cuáles sean
tus favoritos
Hoy hablaré sobre la fuerza del Contraste


Parece que era en los tiempos de Franco y la república cuando tener una opinión que hiciera constraste significaba que eras del enemigo, un conspirador o un loco. En Cartagena se cuenta la historia de una loca conocida por todos los vecinos de entonces que, al llegar los franquistas, con ese humor muy cartagenero se abalanzó en tierra de nadie gritando: "¡Que vienen los buenos!".

Ella pensaría que, al ser conocida por todos ninguno de los suyos (los republicanos) le dispararía y, por otro lado, si el frente golpista veía a una desconocida gritando que ellos eran los buenos, tampoco le pasaría nada por ese bando. Sin embargo, la historia acaba como la mayoría de las historias que ocurren en Cartagena; no es una historia de Navidad, ni tampoco es de esos de final de película americana. Obviamente algún republicano le pegó un tiro. Ahí mismo, a sangre fría. Por loca..., o porque él no la conocía.

La posición de contraste es la base fundamental para hablar de cultura: sin contraste no hay Trasgresión. Sin trasgresión no hay mensaje. Se pueden hacer obras de arte sin mensaje, pero entonces es el ambiente el que trasgrede al espectador. 

Cuando trabajaba con compañeros, estaba en clase o en una oficina, si alguno me pedía consejo llegar ante un código completamente desconocido, echarle un ojo y, si es una tontería, sacarle el fallo en cerocoma. Lo hacía constantemente y de manera asertiva. Dices, "esta línea", y me podía marchar tranquilamente (si se trataba de una tontería). Si era algo más trascendente le dedicaba más tiempo; es de sentido común - te lo pide tu propio código deontológico.

El contraste es algo que necesitamos todos sin excepción. A medida que trabajamos en grupo vamos descubriendo esas cosas de las que nos olvidamos darle importancia y que, por hacerlo, se hace peligroso. De ahí es necesario recordar lo importante que es la tolerancia: nadie tiene certezas absolutas, por lo que lo que realmente importa es el protocolo que usamos para manifestar el error ajeno.

Estoy plenamente seguro que todos funcionaríamos mejor y a pleno rendimiento si tuviéramos un equipo con el que complementarnos. Es por eso que la novela está llena de equipos, de brigadas. Cada brigada tiene por encargo llevar a cabo tareas y, cuando un personaje se queda solo, siempre necesitará de otro personaje para salir del agujero en donde está metido. Podemos ver distintos tipos de agujeros en la novela Luces y Espectros.

1. Te han dado caza y estás muerto.
2. Te has abalanzado como cebo para salvar a alguien y estás atrapado.
3. Has acabado con tu disposición de héroe y te pueden pillar.
4. Has decidido trascender y aparentas ser una piltrafa.

Estos agujeros son visitados por dos personajes de cada, para darle contraste, y en cada momento siempre se hace necesario la aparición de un tercero que, con sólo su presencia, te eche una mano. En la propia novela, como era de esperar, expongo la naturaleza de aquello que es necesario para salir del hoyo, no hay que olvidar que la novela tiene esa intención de transmitir cómo debemos de comportarnos para conformar una comunidad que trascienda. Es decir, para que haya sinergia entre todos nosotros: que cuantos más seamos mejor seamos capaces de llevar las cosas. 

La Fuerza del Contraste lo que nos da es esa sinergia necesaria que permite que los problemas vayan de pequeños a más pequeños todavía. Pero para ello antes debo daros caza como lectores y mataros en mi obra. Debo acabar con vuestro individuo para que encontréis al dual de aquel que os sirve de contraste. 

Cuando estéis dispuestos a abalanzaros a explicarle a otro mi novela, sé que unas luces se os encenderán, y veréis el mundo desde otro punto de vista. Pero habréis sido víctimas de otro de mis agujeros, agujero que también la propia novela os ayuda a entender cómo salir: es la sociedad pasiva y su día a día la que inspira esa salida.

Entonces negarás que ya puedas dar lecciones a nadie, y temerás que tus consejos sobre mi novela puedan estar llenos de engaños, que te puedan pillar. Eso también pasa en la propia novela, no hay problema: para ello te sirves del dual de tu rival. Pillar por detrás a quien quiso acabar contigo, decir lo que nadie espera, porque ese mundo es justo el que conoces.

Para cuando tengas pillado al malo de la peli, puede que te den la razón, pero te ven como un deshecho, porque no han leído la novela y no te comprenden. En este caso es el logro social objetivo, el trabajo del día a día el que te dará la razón.

Sea como fuere, la novela intenta sumergir al lector a un mundo muy oscuro, pero que en el interior se alberga una gama llena de luces para aprender a salir por uno mismo. La visión de cómo uno se sumerge para luego volver a salir es como una enseñanza que, os digo yo, no me creáis si no queréis, puede ser una experiencia trascendente que os ayudará a ver el mundo, al menos, como yo lo veo.


La dualidad en nuestra visión del mundo es una forma de contraste
 que necesitamos y para eso la buscamos: porque rompe nuestra estética




Iba a poner otras cosas
pero al final he dicho esto
yo creo que suficiente hasta aquí
ya tendré la oportunidad de 
comentar otros asuntos pendientes
Quiero vuestros comentarios








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