lunes, 25 de abril de 2016

Y corrió y corrió...

Una carrera entre varios niños, la profesora ya tenía a su favorito y al sparring que le ayudaría hacer que triunfara. El segundón, el don Nadie, preguntó qué tenía que hacer..., "sólo tienes que correr" Preguntó qué había que hacer para ganar "ser el primero en llegar, quedarse solo"...
Fue el caso que los niños se prepararon y los dos corrieron, pero no pudo advertirse que el favorito no era tan rápido en ese momento, y rápidamente frenó diciendo que no valía, que esa vez no contaba. Pero el otro corrió y corrió, siguió corriendo y se quedó solo. Tan solo se quedó que cuando miró al resto de sus compañeros no había nadie que le apoyara, había hecho trampa ¿Cuál fue la trampa? "Has corrido demasiado".



Ser un marginado significa que no existes, que sólo tienen constancia de la sombra que dejas. Que cuando esa sombra supone una molestia te aparten. Que el único tipo de contacto que tengas signifique eso mismo. Que cuando des muestras de Humanidad no te la reconozcan, tu identidad deja de tener significado. Tan sólo tienes derecho a estar por debajo, pero si se te ocurre romper los esquemas simplemente, por eso mismo, te hundirán con más fuerza si cabe. No pueden soportarlo.

El último año que estuve en la universidad ya se lo comenté al decano, voy a los despachos y no están, les mando correos y no responden. Pregunto por ellos y no doy con ellos. Si me encuentro con uno, me dicen que pregunte al otro; o me dan largas diciendo que eso no será problema. Pero luego se confirma, por lo que hacen, que sí lo era. Es como si no existiera. Parece que me hacen el vacío. Pero había pagado mi matrícula, por eso quería que me la devolvieran. Porque no había forma de que me evaluaran. Sí había manera de que se quejaran de que no paraba de insistir; para eso sí había constancia.

Ser un marginado significa que llamas a la policía porque una vez más te han vuelto a agredir los protegidos por los jueces, y entonces el comisario te amenaza con destruir todos los informes como siga dando el follón. Ser un marginado significa que sólo puedes acudir a atestados, pero que cuando éste te da la espalda ya no puedes acudir a nadie. Ser un marginado significa que cuando pides ayuda a Estrasburgo te reprochan el no haber pedido ayuda a los jueces españoles y ni te revisan el agravio.

Cuando una persona es víctima de esa clase de cosas su forma de ser cambia, tiene otras maneras. Entonces los agresores se sienten más inspirados. Lo pude ver en el jefe de estudios del instituto politécnico, cómo le gustaba la jerga de las mafias, cómo se regodeaba dándome lecciones como si yo fuera lo más parecido a un completo imbécil. Lo fácil que me habría resultado coger su cara y estamparla contra la mesa..., que podría haberlo hecho y, a posteriori sé que no habría significado absolutamente ninguna diferencia con respecto a lo que sucedió después - que no fui escuchado. Ni por el director, ni por el jefe de la ordenación académica, ni por España, ni por Europa tampoco.

Ser un marginado significa que puedes ser una estrella, pero que no tienes derecho a iluminar. Significa que cuando hayas sobrepasado los límites de lo posible, automáticamente vuelvas a no existir. Vuelven a jugar con la silueta que deja tu existencia.

Si después de jugar con las posibilidades, si después de plantear estos problemas, no terminas de hacer nada que cambie la situación entonces acabarás aún más marginado, porque ni siquiera tus palabras tienen poder para cambiar las cosas. Tan sólo para remover lo que más odias, lo que más te repugna..., y así te obligan a que calles, a que no vuelvas a abrir la boca, a que no te puedas quejar.

Te atan a una silla y te emiten una descarga cada vez que te mueves. Luego te desatan, pero ya no recuerdas lo que significa moverse. Eso significa ser un marginado. Y luego emiten juicios de valor porque no te mueves. La silla está al borde de un precipicio, un mal paso y caes..., pero si no te mueves aceptas tu destino y te marginan aún más.

Es que te ofrezcan un trabajo y que, a las mínimas de cambio, recibas una llamada diciéndote que no das el perfil. Pedían inglés nivel B1, pero te hablan como si fueras nativo - la culpa tiene que ser tuya, y además se ríen de ti diciéndote que te llamarán. Hay algo que leen en el currículo, algo que has dicho, algo que esperaban... Imposible de saber.

Habiendo llamado a empresas de eventos, intentando contactar con gente a la que dice interesarle mis inventos..., es un mundo extraño, porque no es real. Ni por dinero, ni por vocación, ni por nada..., no hay nada que mueva a nadie. Marginación pura y dura. Nepotismo.

La cuestión es bastante simple, si tan discrepante es la realidad que uno vive con respecto a la que le representan entonces, ¿no habrá ganado el loco? ¿Es posible que ya haya sido engullido por la demencia de la sociedad?

¿Qué valor tendría entonces todo esto?


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