martes, 27 de septiembre de 2016

Poder formar parte de algo Grande

El mesianismo, el adanismo
el individualismo..., 
juraría que incluso el liberalismo
son errores psicológicos,
fallos humanos ante una Necesidad Superior
hoy hablaré sobre la responsabilidad

Un hito perdido..., que resurgirá necesariamente.
Desde que se descubrió la idea de un Pacto Social, el ser humano ha intentado revolucionarse varias veces con el fin de plasmarlo en ideas y acción. Muchos han pretendido creer que la mejor manera de llevar a cabo ideas de solidaridad es imponiéndolas, incluso por la sangre. Son lecturas muy tristes que no consiguen entender cómo funciona la Humanidad; cómo funciona el Mundo.

Los años ha permitido a la civilización dar a entender cuál es su lógica. Cuál es el razonamiento que hay que llevar a cabo. Pero muchos siguen tirando la toalla, no quieren pensar dentro de un colectivo. Les aterra perder la individualidad. A muchos les aterra perder sus posesiones, las miserias que les cubren aquello de lo que realmente se avergüenzan.

Bajo la carpa continua se encuentra la abundancia. Lo que realmente nos enriquece es nuestro medio ambiente y cómo éste avanza y evoluciona. Nuestra responsabilidad se convierte en la clase de sociedad que dejamos para los que nos sucedan. Seguir manteniendo una ética y unas acciones basadas en uno mismo, en sus posesiones, en lo material..., es tan triste... Pero los hay que incluso lo ven humanamente aceptable. Se han encerrado en una extraña psicosis y se han olvidado que ese mundo, realmente, no lo quieren para nadie. Y menos aún para los suyos.

Aquel que entre en esta academia al menos deberá saber aritmética.

Cómo te explica el liberal, el individual, el mesiánico, qué hacer con los suyos. Nunca, absolutamente nunca, he conseguido comprender ni un ápice esa extraña teoría que obliga a abandonar a los tuyos para que se hagan más fuertes. Lo volveré a decir, como una y otra vez no paro de hacerlo: lo que te hace más fuerte, te hará resilente, pero te hará las cosas más difíciles para ser feliz. El dinero ayuda a darte la felicidad, pero aprender a ganártelo ayuda a volverte más infeliz.


Os quiero presentar la lógica del Mundo. Algo aceptado por aquellos que no desean sucumbir a la locura. Esta lógica no es más que una sutil metáfora de qué es lo que entendemos por el paraíso. Pero nuestra responsabilidad es llevar a cabo las acciones que implementan dicha lógica. Se trata de la segunda letra del alfabeto hebreo, el que levanta la piedra que permite comprender qué es lo que debemos perpetuar.


En España tenemos la Real Academia, se encargan de perfeccionar la lengua. A partir de cómo lo hagan la mentalidad de las personas estará más o menos ligada a la Felicidad. Eso importará mucho más que si se nos obliga a ganarnos el dinero con el sudor de nuestra frente: la corrupción no es robar, es pervertir lo fundamental. Las cucarachas en mi libro no robaban dinero, ni se preocupaban de obtener victorias materiales. La corrupción no es un problema de cantidad, sino de responsabilidad. La verdadera victoria está en hacer persistentes los conceptos más importantes de mantener ¿Se quiere elevar el dinero como algo importante? ¿Estamos locos?

Sin contraste el meme no cobra vida.
La lógica del mundo absolutamente nunca fue así. Lo que hace que el final sea feliz es lo que nos permite ver cómo todo cuadra y se mantiene. Dejar cabos sueltos, hacer que los que nos caen bien no puedan terminar sus historias, sus proyectos..., todo eso se ha mantenido como finales tristes. Muy tristes. Así no pueden acabar las historias: si alguien tiene que morir es porque ya hemos clausurado todo lo que esperábamos de ese individuo.

Esto lo digo desde la pena que me produce haber perdido otra amistad hace un par de días. Estos temas de los arcontes, y mi enorme pasión por describir mi mundo provoca que los nuevos jóvenes se sientan con autoridad para juzgar y despreciar las opiniones ajenas..., hasta el punto de que su orgullo convierte a quien considerabas amigo en alguien a quien acusas de manipulador o narcisista. Discutir abiertamente cada vez es más difícil: ¿acaso no se puede exigir en los que tienes en frente un poco de honestidad en el diálogo? ¿Y qué hay de la humildad para cuando descubres que puede que no defendieras lo más simple? ¿Vivimos esa sociedad o nos quejamos de que los demás no actúan de esa manera?


Aquí es donde entrarán los de siempre, procurando minar cualquier esperanza de educación para que los más jóvenes no tengan la oportunidad de discernir nada. Nos quieren censurar nuestras utopías porque ellos temen perder sus miserias, sus ponzoñas, sus corruptelas..., el poco prestigio que nunca se merecieron, sus imposturas, sus malos cálculos, sus malas artes en el habla..., temen perder y por eso intentan apoderarse incluso de lo que no es suyo: nuestros sueños. Intentan doblegar nuestras ilusiones. No lo permitáis.



Estas cosas están reflejadas en la novela
no olvidéis comentar
me interesa vuestras aportaciones






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