martes, 18 de octubre de 2016

En la inopia

La semana pasada decidí poner a disposición de una publicación una demostración matemática con recompensa. En estos momentos, la enorme cautela que le dan para dar una simple respuesta es algo que te deja completamente anulado. La culpa es mía por querer dar una última oportunidad a los americanos. Desconfío de las hermandades que controlan a los científicos de EEUU. Desconfío enormemente de las enormes mentiras que responden cuando no quieren aceptar un documento de uno que no es de ellos. Por supuesto, lo que no voy a hacer es perder el tiempo con gente que me genera tantas malas vibraciones. Quienes obran contra la meritocracia no tiene más remedio que ser gente para nada en absoluto loable.

¿Se va a dar por segunda vez la situación de tener razón de cara a una estructura profunda y de calado importante para ver cómo lo acallan? ¿Voy a ver cómo no me responden con sinceridad una vez más ante mi documentación? ¿Por qué prefieren darle validez a documentos que no ofrecen más que los míos y que son mucho menos rigurosos? ¿Por qué no me devuelven un "en esta línea falla" si realmente piensan que el documento erra? ¿Por qué le añaden a mi documento cosas que no dice para luego decir que no aparece la exposición misma?

Veremos cómo afrontan una demostración de una cara, de teoría de números. Es bastante elegante y cuca.



Cuenta la historia de las matemáticas, que Fermat apuntó en un margen que la demostración de un enunciado más débil que el de la conjetura de Beal no le cabía en dicha página. Que era una demostración maravillosa. Han pasado muchos años, y me queda esa duda: ¿por qué iba a trascender este asunto en cuestión?

Cuando envié a la NSA una nueva álgebra para mejorar los sistemas de seguridad, lo hice porque necesitaba cobertura para mejorar los sistemas de codificación que nos ofrece la teoría de números. No hace falta decir que un tío como yo jamás en su vida pisará suelo estadounidense: me repugna los países donde cualquier hijo de vecina pueda tener un arma y, al mismo tiempo, te puedan humillar en el aeropuerto por tener un frasco de colonia. Pero quisé obtener un reconocimiento a través de esa institución para obtener un prestigio en mi tierra.

Además, considero que la seguridad que ofrecen las ecuaciones elípticas son fácilmente mejorables mediante cuadrados grecolatinos. Ya he probado a llevar a cabo esas operaciones. Se asume el riesgo de que el underground aproveche las ventajas porque las instituciones no parecen querer centrarse en los resultados. Lo curioso es que, como es de esperar, no entregué mi mejor armamento, pero lo que entregué me pareció razonable para conseguir un entendimiento.

Lo único que entendí, en aquella época, fue la criminalización de Snowden.

Pero en fin. Espero que me equivoque. Espero vivir un cambio de ciclo. Por la cuenta que nos trae a todos. Ya he desechado irrevocablemente a ACM e IEEE. La mejora sobre la teoría de números podría acarrearnos resultados tan positivos como una mejora en las trasformadas Z y, de ahí, una economización de los modelos energéticos para conseguir resultados que, hasta ahora, se habría considerado imposibles. Al menos, eso sí, sería una posibilidad.

Pero también me río un poco: algo me dice que no voy a encontrar muchos periodistas que quieran publicar mi noticia salvo que esté requeteasegurado. Y puede que a ese nivel, por lo que estoy diciendo, nunca llegue a estar nada..., hay como un pacto de silencio, o una sensación de..., nada, espero equivocarme.



Veremos lo que sucede de ahora en adelante.


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