lunes, 20 de febrero de 2017

Cuando decir no significa sí

Los estudios que estoy llevando a cabo
de pragmática me están llevando por 
extraños derroteros
ya he retocado el algoritmo CYK por enésima vez
veremos si con estos últimos postulados
consigo terminar de justificar el autoaprendizaje
de un lenguaje natural

Descripción contingente
Hoy voy a hablar de la sustancia de la comunicación. De un tema que es recurrente en pragmática: parece que hay un objeto detrás de una imagen, de una señal auditiva..., la consciencia nos ayuda a convertirlo en lenguaje. La autoconsciencia no, la consciencia. Cuando oímos un árbol caer, lo que hace que suene ruidoso es nuestra consciencia, lo cual, nos recuerda Hume, exige un acto de presencia. La consciencia es un acto subjetivo, no objetivo. La consciencia es una visión intencionada de la realidad. La autoconsciencia, sin embargo, se centra en la parte objetiva de aquello de lo que somos conscientes. Por lo que, como ya comenté en otros posts, depende del canal, porque trabaja, como la arqueología, con las huellas que hay en él.

He hecho esta introducción de recuerdo para que no nos perdamos, porque hoy quería tocar el tema de lo que es contingente. Lo contingente como adjetivo corresponde con lo que es sustancial o susceptible de poder serlo. Un contingente es un grupo de personas lo suficientemente numeroso como para tomarlo en cuenta. Cuando se dice que una persona es contingente, debemos interpretar que es un error del habla pero, desde la película de Cuerda, se ha convertido en una manera de decir que esa persona podría tener el valor de todo un contingente - sea o no necesario...

Dicho esto vamos a ver un chiste que no tiene ni pies ni cabeza...
El personaje varón dudo que exista en la realidad.
No convence. El chiste no es contingente.
Dejemos las cosas claras: hacer viñetas no es fácil. Debes describir la realidad de la sociedad, y cuando hacen gracia es porque has dado en una fibra sensible. También pueden cabrear cuando les tocas la realidad de la misma fibra que decía. Pero la cosa es que, con el fin de tocar dicha fibra, en ocasiones, se crean personajes que no son contingentes, que no corresponden con un mundo donde nos podamos reconocer nadie, donde no se pueda aplicar esa autoconsciencia de la que hablaba. La que es necesaria para acabar con los chovinismos, con las barreras arquetípicas de nuestra sociedad...

A un ordenador no es que le cueste comprender el mensaje que hay detrás de una imagen, el asunto es que no tiene la consciencia necesaria para combinar todos sus "sentidos" y conformar una imagen arquetípica marcada, además, por la prosodia del momento. Eso es algo que es interesante de introducirle, para que aprenda y, en la medida en la que un informático (como yo, o como quien se emprenda en esta empresa) sea capaz de hacer que tal criatura inerte pueda albergar las técnicas necesarias y darle significado a las cosas como lo haría un animal, éste habría encontrado los postulados necesarios para dar la explicación de dónde se esconden los mensajes.

Obviamente, aquel que se las dé de estar en una situación tan ventajosa debería de dar muestras, pistas, de que va por buen camino. Sus huellas deberían de ser profundas, sus cálculos certeros..., en lo segundo parece que no me va tan bien... Si realmente tuviera razón muchos participarían de sus ideas..., creo que ya me voy quedando más y más fuera de ese perfil... Bueno, aún sigo siendo un investigador local..., ¿paciencia? Ya veremos cuál es la respuesta, las ayudas externas que usaba para saber cómo continuar, a mi juicio, me han traicionado. Así que ahora mismo estoy más perdido que nunca.

Sin embargo, mis postulados sobre la presencia del mensaje, la consciencia, la autoconsciencia, la entropía, la inteligencia..., son persistentes. Se mantienen. Y ahora veo la manera de aprender lenguajes en una máquina: ¿extrapolable a personas? ¿sería capaz de enseñar cualquier idioma a un lego en diez días? Demasiado presuntuoso... Además de que no lo he probado ni conmigo mismo. Todo muy verde.

En cualquier caso, esta entrada era para decir que las máquinas no son capaces de comprender el mensaje interno de una imagen porque ese mensaje no existe, sino que es producto de nuestra manera de ver las cosas. Por eso nos hace "gracia", porque se trata de una mentira. Si fuera un concepto persistente (una verdad) entonces la contradicción nos parecería dramática. Aunque esto ya lo comenté en otro post..., no recuerdo cuándo.

Las personas no se dan cuenta de que suelen usar su ideología para intentar romper con aspectos que las definen como personas, que son sustanciales, y entonces es cuando actúa el dogma. El dogma puede llevarnos a un mundo muy dramático, y ser exclavos de una utopía que, en el fondo, es otra mentira. Sean cuales sean las verdades, no pretendo ser yo el que os las manifieste; como informático tengo un mayor instinto para dar cabida a distintas verdades antes que a juzgar los contenidos. Por eso quisiera incidir en la siguiente posibilidad:

Él estaba cortando unos leños para echarlos en la hoguera. La mañana anterior habían discutido, pero no comprendía la razón. Recordaba hacía años cuando se enamoró de ella, cuándo las estrellas iluminaban la llama que les acompañaba a la intemperie de la noche si estaban juntos. Andaban juntos y los días se ensordecían, la idea de futuro juntos se convertía en un halo de ensoñación donde los problemas se empequeñecían y la marca del presente orientaba las noches hacia un destino cuya navegación les daba un devenir fascinante. Pero la mañana anterior llego el frío, el olvido..., ese árbol donde dejaron la marca del recuerdo, esa historia que marcaron para siempre se pragmatizó, junto con los miedos. Se congelaron los recuerdos en una forma de ser que sólo quedaban en las historias para infantes, en uno de esos sueños que ya no existían. Ahora el frío era la constancia y el devenir era un mapa conocido. Y el miedo hizo que ella se prestara a estar ante él.
- ¿Te pasa algo?
- No - dijo mientras sus ojos miraban hacia el pasado.
- ¿Quiéres que te ayude? - respondió él, porque no eran sus palabras, eran sus actos.
- No pasa nada - dijo tragándose sus lloros por dentro.
No supo cómo dirigirse a ella. Alguna conexión se había perdido. Seguiría cortando leños, mientras destruía el recuerdo de lo que realmente fueron. Quizá, pensó ella, el silencio fue lo más hermoso que quedaba de esa relación que nunca más volvería a hacerles conectar. Había algo que se estaba perdiendo. Habían olvidado de deleitarse del silencio, porque las palabras son innecesarias, todo acabó con una nota: "Quise lo que necesité" .


Los ordenadores y lo racional lo reducen todo a las palabras. Sin embargo, las palabras no pueden expresar todos los actos. Cuando esa clase de realidades sean posibles se obtendrá un determinismo racional a todo lo que nos emociona. Es por ello que esas ideologías que intentan racionalizar lo que no pueden acotar en realidad nos empujan a modas que terminarán por ser abandonadas por no defender principios sustanciales.


Descripción contingente. Duele..., ¿verdad?
No hay que esperar que ni la tecnología, ni los conocimientos inherentes a la civilización (arcanos), nos vuelvan gente recta e interesante. Creo que esa es una de esas afirmaciones sustanciales que no admiten demasiada variación. Ya sólo resta entender qué es la tecnología (el producto de los ingenieros) y lo que son los arcanos (los memes culturales persistentes y sus prosodias). Yo, por mi parte, ya estoy terminando mi primer arcanario (¿suena muy hortera el nombre?), que tiene lo mínimo para que una máquina aprenda un idioma con su mentalidad.




Suficiente hasta aquí
ya me contaréis...
quiero vuestras disquisiciones




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