martes, 18 de agosto de 2015

Amaterasu. La diosa de la luz y la soledad.

Uno de los conceptos que quise incluir en mi libro, y no lo conseguí del todo, fue adentrarme en el mundo hikikomori - que me apasiona. Para mi gusto creo que debí profundizarlo aún más, pero no me podía caber..., la obra se me habría disparado en páginas. Es lógico que, de haber demanda, lo acabe desarrollando en alguna secuela.




























Un hikikomori es una persona que ha decidido recluirse a un estado de aislamiento profundo debido a problemas sociales. La mitología japonesa cuenta la historia de Amaterasu, la diosa del sol, que debido a una pelea se marchó a una cueva trayendo la oscuridad al mundo. Como ocurre con el dios mono de los chinos, de vez en cuando suele salir de la cueva, pero sin terminar de abandonar la montaña.

De todas las posibles formas de enfocar este problema yo he preferido escoger a Amaterasu para presentarlo. Al fin y al cabo, quien se recluye a su cubil es porque cree ser portador de la luz y la razón. Pero tener la posesión de algo es el equivalente a no disponer de la mayoría de las cosas. Por eso, pretender dar tanta importancia a lo que se tiene no es tan inteligente como parece.

Eso que nos obliga a recluirnos no puede ser tan valioso. Por eso en la novela hay un lugar para los videojuegos y centra toda la atención de los chicos en el mundo de los videojuegos.


Aquellas personas que consigan grandes puntuaciones en el mundo de los videojuegos se convertirán en grandes dioses, sin embargo en el mundo real seguirán dependiendo de todo lo demás. Se trata, por tanto, del triunfo del mundo de las ideas por encima de la ética, para los hikikomoris la filosofía da lecciones a los hechos: lo mundano es lo terrenal, no lo virtual.

¿No es eso lo que exigen todas las religiones y filosofías existencialistas con carácter trascendental? Que las palabras sean más importantes que la propia ética, que los actos. Que lo virtual sea más importante que lo vivido.

Una de las cosas que caracterizan a los hikikomoris es que son víctimas de sus propias ideas. Consiguen llevar al extremo de lo inaceptable la creencia de que lo que creen que es cierto lo es, porque son portadores de la verdad suprema, y además el mundo gira en torno a ellos - porque poseen al astro rey. Los hikikomoris no existirían si no existiera una familia que los protegiera de esa manera.

Cada vez que conozco personalmente un episodio psiquiátrico en una persona, veo una familia responsable. No es cierto que la familia conspire como si fueran unos terroristas, junto con la víctima, para que el sujeto en cuestión pueda convertirse en un inútil mental - no, la cuestión es que todos esos vínculos patriarcales que obligan a los familiares a protegerse entre sí producto del machismo consisten en un mecanismo de defensa ante las pequeñas injusticias que van surgiendo en el día a día.

Hoy mismo habría querido terminar de una vez por todas un proyecto tecnológico que tenía en mente, pero ha sido leer un artículo periodístico mediocre lo que me ha obligado a tener que volver a despotricar sobre mi blog - a ver si se me pasa el enfado.



Resulta que, debido a la gran cantidad de muertes que se producen debido al machismo en España, el gobierno ha optado por emitir la típica joya demagógica que no ayuda en nada: ha tildado el machismo asesino como una forma de terrorismo. Esto me demuestra que no hay intenciones de transformar la sociedad, no hay intenciones de que nada cambie.

¿Qué es el terrorismo? Empecemos por ahí. El terrorismo es una doctrina cuyo objeto es conseguir nuevas escalas de poder utilizando un terror incompatible con las leyes. No hay que confundir con el golpismo, concepto que uso en mi obra, que es una doctrina cuyo objeto es conseguir nuevas escalas de poder evitando la violencia sobre terceros. Para entender qué es la violencia se debe considerar qué es lo que provoca el daño y qué acciones evitan que eso se produzca, en virtud de la capacidad que tiene un individuo para evitar el que se produzcan daños y que no lo haga esa persona es violenta.

Una persona ecléctica como yo, pero no de letras, no se valdrá de ir citando referencias sobre todos los temas que trata y, no por ello, voy a dejar de exponer toda una mezcla de conceptos según mi conveniencia. Ahora bien, recordándoles que no soy periodista y, por tanto, no me dedico a ello, se debe comprender que existen muchas otras definiciones que, por supuesto, no me interesa en absoluto mencionar.

Dicho esto, ¿se puede decir que el que mata por motivos machistas en España es un terrorista? Para ser terrorista antes debe ser un criminal organizado ¿Podemos decir que todos los machistas se hayan puesto de acuerdo para actuar como actúan? ¿Pero no estamos diciendo que el machista se comporta ciegamente según los conceptos que le han enseñado? De lo contrario estaríamos hablando de una doctrina que se enseña expresamente para ir contracorriente en la propia cultura.

Estos aspectos que muchos considerarán pura palabrería a mí me parece que son fundamentales a la hora de entender que los hikikomoris, así como muchas dolencias psiquiátricas y asesinos, provienen del sistema patriarcal. Los responsables son los mismos familiares que PROTEGEN a quien se convierte en eso mismo.

En mi libro dedico un capítulo al final de la parte amarilla donde el chico asegura a la chica que la protegerá. Entonces están en una cueva, donde las luces hacen su papel, así como las sombras. Cuando pretenden ser demasiado conscientes del mundo en el que viven, las cosas no son tan hermosas. Eso es porque en el fondo no comprenden del todo cómo funcionan. Pero no saber no es malo - en ocasiones hay que vivir en la incertidumbre y actuar como se debe.

Os puedo contar la historia de Mahakala, que era un demonio que vagaba por los cielos alimentado por la envidia y el temor.


En aquellos tiempos Buda había muerto y se había marchado dejando el mundo patas arriba y a sus discípulos muy tristes. Pero dos de sus discípulos, sin saber si realmente se marchó o no realmente su maestro, optaron por seguir reencarnándose para reconvertir demonios y así ayudar un poquito a este mundo. Uno de esos discípulos se reencarnó en el actual Dalai Lama..., o eso dicen, ¿lo reconocéis?


En cualquier caso, transformaron al demonio de la envidia y los odios en uno de los famosos 7 dioses de la suerte, concretamente en Daikoku. El dios granjero, o molinero, el dios masón, el dios de la maza... En su saco portará sabiduría y bajo él muchos bienes en abundancia a repartir sin importar las pérdidas. Y fuera envidias y odios... Con su maza será capaz de forjar cualquier cosa.



Un tiempo después nació un japonés y se dio cuenta de que podría encerrar a ese dios en un templo. Su templo sería llamado: El templo de la responsabilidad que hay en el Cielo. Y le cambió el nombre a esa deidad para llamarle Mario, desde entonces se dedica a la fontanería, principalmente.


Y esa es la historia de la creación de los hikikomoris, espero que os haya gustado. En cualquier caso quería incidir que los que son conscientes de cómo funcionan el mundo no son capaces de decirle a una familia: haz esto para destruir a tu hijo ¿Qué ganarían con ello? ¿Acaso la gente es tan tonta? La idea de que los sesgos cognitivos del patriarcado tienen forma propia es el equivalente a creer en demonios, en cuyo caso yo me encomendaría a este equipo:



El de la esquina derecha de abajo es Mario Bros cuando era Mahakala, en otra entrada os hablaré de Visnú y su magnífica maza. Un saludo. Y no olviden comentar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario