viernes, 18 de noviembre de 2016

La inquebrantable tendencia suicida del conservadurismo

En varias ocasiones lo he insinuado
así que volveré a incidir en el asunto
sospecho que el pensamiento conservador
va contra natura

Al pensamiento conservador le cuesta aceptar lo negativo

Efectivamente, voy a volver a mi obra de forma más clara que en el resto de mis aportaciones. Huelga mencionar que respeto los valores liberales asociados a la derecha, no todo va a ser vida medrada; puede interesarle a la sociedad, ya sea por motivos de utilidad o deseos personales el fomentar la competitividad dentro de sus estructuras más internas. Es por ello que cuando hablo del conservadurismo me refiero a las personas que se han quedado en tal nivel de recatadez que a penas son capaces de pensar por sí mismos, y se vuelven incapaces de afrontar decisiones consecuentes para negar la realidad tal como aparece.

Frente a ellos, todo hay que decirlo, solemos encontrar sujetos incoherentes, los llamados antisistema que, si bien son capaces de afrontar los retos y los asuntos más duros, luego describirán otro tipo de comportamientos también contra natura que, una vez más, afectará al centro neurálgico del cerebro; El mundo de la amígdala.

Yo los llamo arcontes, Nietzsche ídolos..., nosotros somos nuestros carceleros
La novela Luces y Espectros es una novela que tiene dos lecturas. A mi juicio cualquiera de las lecturas podría ser mejor que la otra, no me paro a pensar hasta qué punto un crítico podría darme lecciones sobre mi propia novela, aunque es algo que puede suceder perfectamente. No hay que olvidar que las novelas suelen reflejar mucho de los autores, mucho más de lo que ellos mismos pueden realmente controlar. Al final quien sea capaz de leer entre líneas será también capaz de indagar incluso en la filosofía del mundo que se esconde detrás de la obra.

Y la propia novela empieza con un prólogo escrito por uno de los personajes. Dentro de la novela un personaje escribe un libro y, claro, el libro que escribe ese personaje fundamentalmente tiene por objeto lo mismo que lo que pretendí cuando escribí mi propia novela. Es por ello que pongo en boca de ese personaje ese prólogo y, aunque es cierto que tenía previsto para una primera versión un alegato introductorio sobre mi visión política, al final decidí prescindir de tal alegato por recomendación de un amigo.

Pues bien, vayamos al meollo...

John Hibbing
El estudio se centra en discriminar el comportamiento que tiene la gente ante sus miedos. Debido a lo simple del estudio y la alta correlación de sus resultados bien podemos pensar que sus conclusiones estarán muy cerca del modelo de la realidad. Sin embargo, si es para repetir lo que han dicho otros..., pues para eso ni escribo ningún libro, ni redacto esta entrada..., como para con todo, existen matices interpretativos que no comparto del todo.
“Hemos descubierto que un mayor liberalismo está asociado con un aumento del volumen de la materia gris en el córtex cingulado anterior. Un mayor conservadurismo está asociado con un mayor volumen de la amígdala derecha”. más
Aquí hay que señalar distintos aspectos: 
  • La población considerada liberal correspondería con los que tienen pensamientos progresistas.
  • Un aumento del volumen del cerebro puede estar asociado con un mayor desempeño en el área.
  • El córtex cingulado anterior está asociado con una visión constructiva del mundo: afrontar conflictos.
  • La amígdala, dentro de su misterio, se centra en infundir miedos con falsos positivos (paranoias).
  • Un desarrollo inadecuado del cerebro puede asociarse a atrocias y traumas que provocan un estado de no-vuelta-atrás.
Dicho esto, si habéis leído entre líneas (y no tan entre líneas) comprenderéis porqué necesité escribir un libro donde uno de los personajes ponía en cuestión un dogma que hoy día se considera intocable: que no es problema de la sociedad el cómo acabe cada cual.

Demócratas (azul) Vs Republicanos (rojo)

Así que, más allá de que la novela sea muy mesiánica (que lo es e, insisto, no era ese el objeto, pero en alguna parte había que incluir un poco de fantasía), el verdadero objeto era la invitación a abrir el cascarón ya sea del antisistema como del conservador a un mundo posible, aun escatológico, que rompiera los esquemas del miedo (si realmente estuviéramos dispuestos a leer lo que va más allá de la historia y que está previsto dentro de la coherencia de sus líneas).

Hoy voy a hablar de la ideología

Pues bien, pero entonces, ¿qué es la ideología? ¿Ideología no es que un escritor intente comerle el coco a la gente? Si fuera así el libro no tendría tantas lecturas, sólo tendría una y mi interpretación sería la única aceptable. Por supuesto, jamás se me ocurriría escribir de esa manera..., suena plano y descerebrado.

Mis escritos no son propaganda de mis pensamientos, sino que mis pensamientos son resultado de la propagación de una ideología que estratégicamente se divulga a través de algunos de mis escritos. Sin embargo la manera que tengo de definir la ideología no coincide con la definición dada por J. Hibbing. Para Hibbing, ver el mundo como una amenaza y buscar el proteccionismo es como ser zurdo, uno ha nacido con esa predisposición genética y hay que respetarlo..., también hay gente que nace con predisposición para la psicopatía, pero no por ello vamos a ignorarlo como si no fuera un problema.

La ideología, por tanto, la veo como ese compendio de ídolos marcados por nuestra civilización que el ser humano va a disponer para su desarrollo cognitivo y así actuar en base a unos valores. Este trabajo de elegir los ídolos que van a marcar nuestra visión del mundo es un ejercicio propio de todas nuestras civilizaciones, considerando que a esto se le llama politeísmo, y es una etapa necesaria dentro del ensimismamiento de la niñez de una sociedad.

No hay que olvidar que el monoteísmo está lleno de conspiraciones, lecturas extrañas y anomalías con pretensiones políticas. Esto lo podemos decir porque no defienden lo mismo el teólogo que el sacerdote cuando se trata de hablar sobre las tres religiones monoteístas más importantes que, insisto, son una anomalía aunque sean seguidas por una enorme mayoría.

Hay que buscar una ideología que encage con nuestro cerebro
Durante meses he estado realizando un compendio en este blog sobre lo que llamaba arcontes (recursos literarios) que controlan nuestra civilización. No es de extrañar que si nuestra sociedad no incluye la palabra malo, entonces difícilmente buscará reinsertar al que obró mal. Esto podría ser aplicable a todos esos directivos que actúan con una enorme crueldad porque no toman en consideración aspectos que muchos sí vemos preocupantes..., esta ruptura entre lo típicamente de izquierdas con lo típicamente de derechas no es difícil de asociarlo con la confrontación entre las personas sensibles de las personas que no lo son.

Existen muchas anomalías que surgen en nuestro cerebro como resultado de nuestros miedos, nuestro asco, etc.., luego se le atribuye un carácter ideológico como si fuera político, cuando en realidad la política no debería de mezclarse con los ídolos, porque podría empezar a conspirar contra las personas y así gobernarlas, someterlas. Como muchos teólogos aseguran que ocurrió con los orígenes de la biblia..., incluso hay quien asegura que Jesús de Nazaret no sólo se idealizó, sino que se creó para que el pueblo asumiera una religión a medida del imperio romano.

Por estar tan arraigada la religión a nuestras vidas, no he podido evitar hacer que esos cultos se mantuvieran en la obra y convivieran con ese mundo tan escatológico, diseñado para asustar y concebir un álgebra tan coherente como lo es nuestro mundo real. Supongo que es cuestión de decidir qué es lo que se entiende por auténtico...

El médico no titubea ante una herida, ni el informático ante un ordenador.
No es de extrañar que exista una comparación plausible con lo que para mí es una vocación, o la forma que se tiene de ver el mundo. Pero ya habrá tiempo de desarrollar esas ideas...






Suficiente hasta aquí
No sentemos mis dogmas
Quiero vuestros comentarios






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